El Partido se asume como garante de la Revolución
04 septiembre, 2017
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Alianza País toma distancia del presidente de Ecuador
La renuncia de tres funcionarios de Lenín Moreno, avalados por dirigentes de Alianza País traza una línea. La decisión surgió tras la reunión que varios mantuvieron en Bélgica con Rafael Correa.
Tres altos funcionarios del gobierno del presidente Lenín Moreno decidieron tomar distancia para “defender la Revolución Ciudadana” sin “contradicciones”. No hay rupturas previstas por el momento, pero las renuncias en el Gabinete fueron las primeras decisiones hechas públicas luego de una visita que varios dirigentes del Movimiento Alianza País (AP) realizaron a Bélgica para reunirse con el ex presidente Rafael Correa.
Uno de quienes viajó a Bruselas y luego renunció a su cargo en el gobierno fue Ricardo Patiño, quien ocupaba el rol de consejero político presidencial. También se alejaron Paola Pabón, titular de la Secretaría de la Política, y Virgilio Hernández, también consejero presidencial para Hábitat. Los tres miembros del oficialista AP renunciaron a sus cargos para sentirse “libres” de defender el proyecto de la Revolución Ciudadana, nacido hace 10 años de la mano del ex mandatario. Los tres confirmaron que continuarán su trabajo dentro del movimiento político. El actual Presidente ecuatoriano es el líder nacional de AP.
“Queremos sentirnos libres para defender este proceso (…), necesitamos retirarnos de este Gobierno para poder hacerlo sin tener contradicciones internas”, afirmó Patiño en conferencia de prensa en Guayaquil acompañado por Pabón y Hernández, pocas horas después de haber presentado su dimisión el 25 de agosto.
Patiño, también segundo vicepresidente de AP y ex canciller de Correa, señaló que “lamentablemente durante los tres meses del actual gobierno no se han destacado los resultados de la Revolución Ciudadana”. Concluyó que “no hemos visto un justo reconocimiento a ese proceso. Al contrario, hemos podido observar una gran cantidad de críticas, incluso la utilización de palabras que no consideramos adecuadas para este proceso de la Revolución Ciudadana que se vivió y que creemos nosotros que merece ser adecuadamente reconocido”, señaló.
“Manos limpias”
Patiño apuntó que los renunciantes dedicarán sus fuerzas a fortalecer al Movimiento País que ha sido la base política para los 10 años anteriores. Dijo que respaldan la lucha contra la corrupción pero que se oponen a la generalización de que todos los funcionarios públicos y del gobierno anterior sean corruptos.
“Somos gente honrada, honesta, intachable”, aseveró. Añadió: “nuestras manos están limpias y seguirán estando limpias para toda la vida” y advirtió que confían que las acciones del Gobierno estén en “estricta consonancia” con el programa que se enarboló en la campaña y por el cual votaron los ecuatorianos el 19 de febrero y el 2 de abril.
En la misma línea Paola Pabón señaló: “hemos hecho ejercicio de la función pública con manos honestas, limpias y creo que es justo enviar ese mensaje a la ciudadanía”. Patiño, Pabón y Hernández dejaron entrever en la conferencia conjunta que uno de los mayores impactos hacia dentro de AP fue el silencio del presidente Lenín Moreno frente a la generalización que la prensa comercial hace de las acusaciones de corrupción a ex funcionarios de Correa.
En la misma presentación ante la prensa, Virgilio Hernández dijo que reconoce la necesidad “de una revolución dentro de otra revolución” (frase acuñada por Lenín Moreno para plantear cambios y reformas en los ejes trazados en la última década), pero también pidió profundizar este proceso “para evitar que la derecha regrese al país y generar lo que ya se vivió antes de la Revolución Ciudadana”.
Los tres alejamientos fueron avalados por la conducción de AP, que a través de Twitter señaló: “Firmes en sus principios, renuncian Ricardo Patiño, Paola Pabón, y Virgilio Hernández”. La secretaria ejecutiva del movimiento, Gabriela Rivadeneira, afirmó a través de la misma red digital: “Total respaldo a la decisión de mis compañeros. Ante todo la dignidad y la coherencia. Vamos a fortalecer entre todos nuestro Movimiento político (para) defender los logros y la proyección de la Revolución Ciudadana”.
“Garantizar la Revolución”
Rivadeneira y Patiño fueron quienes encabezaron la delegación que viajó a Bruselas junto a Vinicio Alvarado y Galo Mora Witt. Un par de horas antes de iniciar el viaje el 19 de agosto, Rivadeneira informó que el objetivo era “definir una hoja de ruta que permita tener claridad sobre el accionar y los pasos a seguir para garantizar la continuidad del proceso de la Revolución Ciudadana”.
La reunión –dijo– no sólo sería para bajar las tensiones sino también “para encontrar y cumplir los objetivos y hacer una transición de gobierno que también significa una transición política”. Todos los dirigentes consultados previamente coincidieron en que no viajaban a Bélgica a “mediar” entre Moreno y Correa. “No necesitamos mediación”, aclararon cerca del Presidente.
Como señal de lo que vendría tras el viaje, Rivadeneira puso a las bases de AP por encima de sus dirigentes principales cuando señaló: “más allá de diferentes visiones de los líderes de nuestro movimiento hay una base que va a luchar por mantener la Revolución Ciudadana”. Insistió en que “hay una base, una militancia y un bloque legislativo que no está dispuesto a ceder ni con el corporativismo, ni con las oligarquías, ni con los grupos económicos que han estado acostumbrados a manipular a través de los medios de comunicación corporativos a la población”.
Durante los últimos meses hubo fuertes presiones sobre las leyes aprobadas por el gobierno anterior que más molestaron a la burguesía. “La ley de Comunicación democratiza la palabra. Se puede evaluar o reformar, pero no se puede hablar de derogarla porque marcó los parámetros de los medios de comunicación”, dijo Rivadeneira. Puso el mismo énfasis en la ley de Plusvalía, la “desinstitucionalización del Estado que se ha construido en la última década” y en referencia al bloque de AP argumentó: “el bloque legislativo de 74 personas está sumamente unido basado en convicciones”. A comienzos de agosto, la conductora de AP envió una carta a los militantes en la que señaló que mientras ocupe el cargo de secretaria ejecutiva del movimiento político se mantendrá “firme en la defensa de las conquistas de la Revolución Ciudadana”.
Resistencia de Glas
Por esos mismos días, también previos al viaje de la delegación a Bruselas, el presidente de la Asamblea, José Serrano, ratificó la unidad del bloque de Alianza País y sus aliados y reiteró el apoyo al gobierno del presidente Lenín Moreno. Aclaró que esa unidad “está basada en el cumplimiento de principios ideológicos y del plan de gobierno” trazado antes de las elecciones.
Esa cohesión mostrada hasta entonces por AP permitió entre otras cosas llamar al Fiscal General Carlos Baca a comparecer ante las comisiones de Fiscalización y Justicia, con el fin de que informe sobre las investigaciones en casos de corrupción como Odebrecht y Petroecuador. En este último aparece involucrado Carlos Pareja Yannuzzelli, ex ministro de Hidrocarburos, quien llegó al país a comienzos de agosto. También se aprobó la presencia en la Asamblea del contralor subrogante Pablo Celi, quien había insinuado la intención de auditar la deuda pública, facultad que él no tenía.
Jorge Glas, que también fue vicepresidente de Correa en su segundo mandato, pidió a los legisladores de AP en la Asamblea Nacional que voten a favor de su enjuiciamiento tal como lo había requerido la Corte Nacional de Justicia en el marco de las investigaciones de sobornos pagados por la empresa Odebrecht. Fue su respuesta a la fortísima campaña de un sector judicial y de los medios comerciales contra él y, en su nombre, contra todos los altos cargos del gobierno de Correa.
La Fiscalía General había decidido vincular al Vicepresidente en las investigaciones por la trama de corrupción montada por la constructora brasileña y había solicitado a la Asamblea Nacional conceder una audiencia contra el mandatario. Finalmente el Legislativo aprobó por unanimidad la investigación penal de Glas. “Agradezco a mis compañeros del bloque parlamentario por haber escuchado mi pedido”, señaló el 26 de agosto.
Unos días antes regresó a Ecuador el ex ministro de Hidrocarburos Carlos Pareja Yannuzzelli. Capaya, como se lo conoce por sus primeras sílabas, había sido condenado en febrero por el delito de cohecho junto a otros 15 ex funcionarios de Petroecuador. Por esta misma causa había mencionado al ex fiscal general Galo Chiriboga y al ex contralor Carlos Pólit. La policía interceptó a Chiriboga en el aeropuerto de Quito en un hecho que la prensa trató como la detención de un reo, pese a que no pesaban sobre él órdenes de prisión ni de arraigo ni ninguna otra medida. Se cerró así un mes intenso, puerta de ingreso a un delicado equilibrio entre el Gobierno y el movimiento político que lo llevó al poder.