El retorno del sangriento pasado – Por Maureén Maya
18 mayo, 2021
category: COLOMBIA, FORO DEBATE
Ahora con registro en vídeo regresamos al tiempo en el que los narcoparas de tomaban las poblaciones a sangre y fuego, nunca había autoridad civil ni de policía que se opusiera, reunían a la comunidad en un sitio público, echaban tiros al aire advirtiendo que ellos eran el nuevo poder y les informaban que de ahora en adelante tomaban bajo su control el municipio o la vereda, y que quien se opusiera sería asesinado.
Algunas veces optaban por torturar, mutilar y matar de modo lento y cruel a cualquiera considerado sospechoso de pensar, cuestionar o tener fe en la lucha guerrillera, incluso niños, frente a toda la población, como se hacía en siglos pasados, para luego exponer como escarmiento su cuerpo destrozado hasta que los chulos hacían de las suyas).
Así la gente era sometida por el miedo y la amenaza, los padres entregaban a sus hijas para que fueran violadas y esclavizadas sexualmente, a los hijos para que fueran convertidos en torturadores y asesinos, las mujeres les servían con la cabeza gacha, los hombres toleraban sin mirar, apretaban los puños y lloraban a escondidas; los que tenían suerte lograban escabullirse con su familia, si acaso con un pequeño atadillo a la espalda o con nada entre las manos; atravesaban selvas y pantanos al amanecer, huían con la boca seca y el alma destrozada, tratando de olvidar su historia, su vida, los animales, los enceres, el propio hogar y la tierra abandonada.
Partían hacia las grandes ciudades en busca de oportunidades, a las infinitas urbes de angustias y afanes donde casi siempre son tratados con el mismo desprecio con que se trataba a los leprosos. La historia se repite, la misma que nunca se fue. El horror recorre los territorios.
De nuevo los ejércitos de sociópatas armados, de ignorantes empoderados en el ruido y el terror que despiertan las armas, y cobijados por la aprobación soterrada de un proyecto político que los avala desde la cúspide formal del poder nacional, llegan, ocupan, saquean, roban, esclavizan, asesinan y ordenan. No hay ley, o la que hay, tiembla bajo su cama, se tranzó por una promesa o comparte la brutalidad.
A esto nos llevó el uribismo en el poder. Es lo único que puede prometer; lo demás es engaño, trampa, palabra vacía, estrategia de burda manipulación. No hay más. Uribe y su grupo de gobierno quieren condenar al país a otros cien, doscientos años de violencia, injusticia y soledad.
Volvimos a los años 80 y 90, a la misma tragedia de antes, pero ahora ya no tenemos que imaginar el rostro de espanto ni el temblor de las personas, ni las parejas que se funden en un abrazo para no tener que levantar la mirada mientras escuchan entre tiro y tito, la voz de sus nuevos patronos, ahora podemos verlas en vídeo, en directo, como un ‘reallity show’ o una puesta en escena o una muestra de evolución del ‘cine snuff’, podemos confirmar nuestra impotencia y lejanía, la costumbre del dolor, volver a repudiar desde el encierro y la pantalla, nuestra degradación como país. Volvimos, volvieron. Pero esta vez si vamos a pelear.
Nota// La grabación tal vez se hecha en Montería, Córdoba o algún otro sitio del caribe colombiano donde las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) ocupan los territorios. //Museo de Antioquia Ensayo visual, 2021. Camilo Castaño, curador Museo de Antioquia Colombia Coca-Cola, 2007 Antonio Caro (1950/2021) Pintura horneada (esmalte/latón) Colección Museo de Antioquia S.O.S, 1980 Adolfo Bernal (1954/2008) Impresión tipográfica (papel) Colección Museo de Antioquia.