Estados Unidos confirmó lo que ya se sabía sobre Cartes
El gobierno de Estados Unidos confirmó lo que ya había sido denunciado en diferentes ámbitos: el ex presidente de Paraguay entre 2013 y 2018, Horacio Cartes, tuvo o tiene nexos con el el crimen organizado y utilizó su Gobierno para obstruir investigaciones.
Washington anunció este viernes que incorporó a Cartes a su lista Engel de personas “significativamente corruptas” y resolvió prohibirle el ingreso al territorio estadounidense y congelar sus activos en ese país.
La medida alcanza también a Juan Pablo, Sofía y Sol Cartes, hijos del exmandatario, anunció el embajador de Washington en Asunción, Marc Ostfield, en conferencia de prensa.
“Cartes utilizó la Presidencia de Paraguay para obstruir una investigación del crimen transnacional que involucraba a su socio”, afirmó el diplomático.
Agregó que eso “le permitió” al expresidente “participar en actividades corruptas, terroristas y otras actividades consideradas ilícitas por Estados Unidos”.
Ostfield sostuvo que Cartes buscó protegerse a sí mismo y a su “asociado criminal” para evitar ser juzgado y las eventuales consecuencias política de un proceso.
“Estas acciones socavaron la estabilidad de las instituciones democráticas de Paraguay, al contribuir a la percepción pública de corrupción e impunidad dentro de la oficina del presidente de Paraguay”, remarcó el embajador.
En los últimos meses, la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) paraguaya emitió un informe sobre un presunto esquema de lavado de activos que involucra a Cartes.
En la causa, cuyos antecedentes fueron remitidos a la Fiscalía, también aparecen otras personas allegadas, así como a varias de sus empresas.
El reporte indica que las firmas locales del exmandatario, que actúan en varios rubros comerciales, “entretejen la compleja red que realiza acciones para facilitar el lavado de dinero proveniente del contrabando de cigarrillos”.
Cartes fue el antecesor del actual presidente, Mario Abdo Benítez -gobernó entre 2013 y 2018-, con quien está enfrentado dentro del Partido Colorado oficialista.
Denuncias y pedidos de detención
En mayo pasado, desde estas páginas señalamos que el asesinato en Colombia de Marcelo Pecci, el fiscal antinarco paraguayo, hace reflexionar sobre el avance en Sudamérica de las mafias trasnacionales apoyadas en el narcotráfico a escala corporativa que practican desde hace décadas.
«Estados Unidos tiene la mayor información continental sobre estas intrincadas redes», señaló en un artículo nuestro colaborador Jorge Zárate.
Agregó que el narcotráfico comenzó durante la brutal dictadura de Alfredo Stroessner (1954/89) con la presencia de la Conexión Francesa, la mafia marsellesa que vendía heroína a los Estados Unidos.
En esa línea continuaron el general Lino Oviedo, protagonista de la política paraguaya de fines de los 90 y principios de los 2000, y la DEA mostró sus sospechas sobre el ex presidente Horacio Cartes.
En enero de 2020, el juez de Río de Janeiro Marcelo Bretas aceptó una denuncia contra 19 personas, entre ellas Cartes, acusadas de integrar una organización delictiva para el lavado de activos con operaciones en Brasil, Paraguay y Uruguay.
El mismo magistrado había librado en noviembre de 2019 una orden de captura contra Cartes, pero esa resolución fue anulada más tarde por un juez del Superior Tribunal de Justicia de Brasil, quien la consideró injustificada.
El juez Bretas vinculó a Cartes con la investigación judicial bautizada Operación Patrón, como se refería al ex presidente el llamado cambista brasileño Darío Messer, considerado el mayor contrabandista de divisas de Brasil.
La acusación, según el fiscal federal Augusto Vagos, es que Cartes financió con 500.000 reales (unos 125.000 dólares) la fuga en una hacienda. Messer y Cartes fueron socios en varias empresas del lado paraguayo.
En noviembre de 2019, en el marco de la Operación Patrón, el juez Bretas emitió una orden de captura contra Cartes, por haber ayudado a esconder a Messer.
El ex presidente tuvo código rojo de Interpol, pero se necesitaba una orden de Paraguay para detenerlo que, ya entonces se sabía, se vería demorada en su gestión.
En septiembre de 2019, en este portal publicamos un artículo de Juan Bautista Gómez en el que recordábamos que el año anterior Cartes realizó un «regalo» a su amigo y socio Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel: trasladó la embajada paraguaya de Tel Avid a Jerusalén.
La estrecha relación entre Cartes y Netanyahu -señala el texto- venía de la mano de Dario Messer, un tránsfuga judío-brasileño que realizó lavado de dinero de millones de dólares provenientes del crimen organizado transnacional y era socio de Cartes en el Banco Amambay, propiedad del expresidente.
Tras el pronunciamiento de Estados Unidos este jueves, la prensa paraguaya y argentina recordó que el expresidente Mauricio Macri se reunió en julio de 2020 en Paraguay con el mandatario de ese país, Mario Abdo, y con el antecesor en ese cargo, Horacio Cartes.
Para participar de aquel encuentro, en pleno pico de la pandemia, Macri (quien se define como «amigo» de Cartes) utilizó un avión privado y fue cuestionado por sectores de la oposición paraguaya, por las restricciones. Nunca nadie explicó los motivos ni la urgencia del viaje.
El senador paraguayo Jorge Querey, del progresista Frente Guasú, ironizó en aquel momento al sostener que «tuvo que ser (un asunto de viaje) muy importante para que pudiera exponerse y exponer a otras personas».
Agregó que «hay vinculaciones de Macri y Cartes en algunas empresas que fueron asignadas para la construcción de obra complementaria en la entidad binacional Yacyretá, un acuerdo al que se había llegado durante el gobierno de ambos».
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La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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