Por Ignacio Díaz – @IGNACIODM

En medio de las presiones políticas desde Estados Unidos contra México y con el aval del discurso xenófobo del presidente Trump, las condiciones de los niños migrantes en la zona fronteriza se han agravado.

Del lado estadounidense reportes periodísticos e informes de abogados expusieron la dura situación que viven los más desprotegidos: niños y niñas de entre 8 y 15 años cuidando a los más pequeños, sin ninguna atención oficial.

Más de 300 niños estaban detenidos en un centro de la Patrulla Fronteriza en Texas, cuidándose entre sí, sin comida ni agua suficiente y en malas condiciones sanitarias. Así lo confirmaron periodistas y autoridades públicas que visitaron el lugar, en donde algunos niños estaban desde hace tres semanas esperando ser reubicados, aunque legalmente solo pueden permanecer por 72 horas.

Con escasez de sábanas o mantas y sin elementos básicos de higiene, las estaciones de la Patrulla Fronteriza no están preparadas para recibir a niños, que deben estar en los establecimientos especialmente preparados.

“Un agente de la Patrulla Fronteriza entró en nuestra habitación con un nene de 2 años y nos preguntó: ‘¿quién quiere cuidar a este chico?’ Otra niña respondió que lo iba a cuidar, pero después de unas horas se cansó y tuve que hacerme cargo yo”, declaró una niña entrevistada por abogados según una nota de la agencia AP.

“En los 22 años que llevo haciendo visitas a centros de detención de niños nunca había oído este nivel de inhumanidad”, declaró una de las directoras del centro de legislación en inmigración de la Universidad de California.

El cuadro es muy grave y se completa con la situación de quienes buscan ingresar a Estados Unidos. En las primeras tres semanas de junio se reportaron al menos 23 muertes de migrantes en la zona de frontera entre México y Estados Unidos. Muchos cadáveres son hallados en la cuenca del Río Bravo, cuyas crecidas son muy peligrosas.

En cuanto a los niños migrantes capturados por la Patrulla Fronteriza desde el año pasado ya son cinco los que murieron.

El gobierno de Trump aprovechó la situación para reclamar más fondos, aunque no pretende usarlos para mejorar la situación de los niños migrantes, sino para ampliar el patrullaje fronterizo y construir el muro.

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