Grave denuncia de Plataforma de Solidaridad con Palestina
Texto: Luis Zulueta/ Fotografías: Orlando Ugueto
«Ciento ochenta y cinco periodistas asesinados por El Carnicero del Sionismo», señala desde Venezuela una denuncia realizada por la «Plataforma de Solidaridad con la causa Palestina», presidida por la periodista Hindú Anderi.
El pronunciamiento se realizó durante el acto en repudio por los asesinatos de periodistas en Palestina y Libano; y para «rendir tributo a quienes con su vida defendieron la sagrada libertad de expresión, violada por el Régimen de Benjamín Netanyahu, El Carnicero del Sionismo, emulando a Klaus Barbie (El Carnicero de Lyon)».
Periodistas venezolanos integrantes del Movimiento Periodismo Necesario, Vanguardia Periodística, y Medios Alternativos y Comunitarios, se dieron cita el miércoles 13 de noviembre, en la Sala Manuelita Sáenz del Teatro Simón Bolívar de Caracas, para elevar la voz de protesta al mundo, por el «Genocidio y Limpieza Étnica de los Pueblos de Palestina y Libano», y el asesinato de periodistas en el ejercicio de la profesión de informar.
«Matar a los periodistas, es matar a la verdad», señaló la periodista y diputada Desirée Santos ,Amaral, presidenta del Correo del Orinoco, órgano divulgativo del Gobierno Bolivariano, durante su intervención en el encuentro en solidaridad con Palestina y el Libano. «Venezuela garantiza la libertad de expresión y se encuentra en peligro por el acecho del imperialismo; por eso levantamos la voz, en defensa de la vida y de la libertad de expresión en el planeta», afirmó.
Orlando Ugueto, periodista, reportero gráfico y presidente del Centro Nacional de la Fotografía (CENAF), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura de Venezuela (MINCULTURA), menciono que «… la especie humana camina por senderos inciertos, extremadamente peligrosos por las acciones que están ocurriendo en Gaza; presagiando, que se pueden repetir en cualquier parte del planeta».
«El Régimen Sionista, quiere acallar la verdad, a fuerza de balas y bombas», comentó la periodista Mercedes Chacín, directora del diario Ciudad Caracas, al leer el documento condenando los asesinatos a periodistas en Palestina y Libano, que será presentado en los próximos días ante la Asamblea Nacional de Venezuela.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la agresión del Gobierno de Israel en Palestina, es el conflicto más mortífero para los trabajadores de la Prensa. La Federación Internacional de Periodistas ha pedido al gobierno israelí que respete el Derecho Internacional para proteger a los trabajadores de la comunicación durante la crisis de Gaza. La situación es tan crucial, que las Naciones Unidas, ha creado un «Plan Especial de Acción para la Seguridad de los Periodistas»; y es evidente que no funciona.
Ugueto: «la verdad es el mayor enemigo del fascismo»
En nombre de los trabajadores del Centro Nacional de la Fotografía (CENAF) -ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura-, y en el mío propio, quiero expresar nuestra plena solidaridad para con el pueblo de Palestina, que hoy sufre una de las mayores agresiones que ha vivido la humanidad en los últimos dos siglos.
El genocidio que comete el gobierno fascista de Israel no tiene parangón: más de 50 mil asesinatos, de los cuales más de 15 mil corresponden de forma selectiva a niñas y niños; constituye una acción criminal que corrobora que la especie humana camina por senderos sumamente inciertos y extremadamente peligrosos.
En su agresión al pueblo de Palestina, el régimen sionista de Israel ha asesinado, además de la población civil, a casi dos centenares de periodistas en menos de dos años de asedio y despojo territorial.
Y aterra ver que acciones como las que ocurren en Gaza, presagian multiplicarse en todo el planeta, cuando vemos gobiernos complacientes e indiferentes, y organizaciones internacionales en franca complicidad con el agresor.
El imperialismo norteamericano y sus satélites, como Israel y Ucrania, muy a pesar del contrapeso de un nuevo orden multipolar, como son los BRICS, siguen propiciando guerras, desunión y desolación en el mundo entero.
Posiblemente, no se conoce en la historia nada más atroz que lo que viene ocurriendo en Gaza, donde miles de niños sufren y han sufrido el horror de ver caer una bomba y ver despedazado a su hermano, hermana, padre o madre. Ninguna palabra, ninguna frase, puede describir lo que deben estar sintiendo esas inocentes criaturas.
Los reporteros gráficos y periodistas venezolanos no sabemos, -y apenas nos imaginamos- lo que ello significa, pues no es lo mismo un escenario de guerra como el que se vive en el territorio de Gaza, a escenarios de conflictos donde lo más peligroso son las protestas estudiantiles, o las guarimbas o los golpes de Estado, como la mayoría de nosotros -periodistas en general- hemos cubierto o reporteado en Venezuela.
Nuestra experiencia -al menos la mía- aun con los consabidos riesgos, se limita a un 4 de febrero, un 27 de noviembre de 1992, a protestas en liceos y universidades, etc.
Nosotros podemos ver e imaginarnos desde acá, -pero no vivir ni sentir en carne propia- el horror que debe experimentar un periodista en un teatro de operaciones como Gaza, -donde además de estar cuidando de su propia vida ante una bala o el estallido de una bomba- deba hacer la foto de un niño herido o mutilado llorando de dolor, o de una familia entera, con sus integrantes heridos, muertos y sus viviendas destrozadas.
Me atrevo a especular, que ni siquiera durante los grandes conflictos, como lo fueron la I y II Guerra Mundial, la guerra de Vietnam, etc., los periodistas estuvieron tan expuestos a perder sus vidas, tal como ocurre en la Franja de Gaza en estos momentos.
Si la vida, la sagrada vida de los niños que son la esperanza de la humanidad, ni de la mujer -procuradora de la vida-, no se respetan; menos respetarán la de aquellos y aquellas que con sus libretas y sus cámaras registran y denuncian los horrendos crímenes de lesa humanidad, que ellos, los sionistas, ejecutan contra la vida de miles de seres humanos indefensos e inocentes.
En Gaza, los niños, mujeres y ancianos son el objetivo principal del ejército israelí, en su macabro plan genocida y de exterminio étnico, y obviamente los periodistas también somos objetivos de guerra, pues el enorme poder de la verdad es el arma que tenemos los periodistas para exponer al, mundo la verdad verdadera de lo que ocurre en la patria de Yasir Arafat.
En muchos países aún se respetan los acuerdos internacionales en resguardo y defensa de los periodistas, mediante las organizaciones como la FIP, Felap, federaciones, sindicatos, colegios y gremios nacionales y regionales, para la protección y el libre ejercicio de la profesión, pero actualmente en Gaza ocurre todo lo contrario.
Ingrato y aun paradójico es, además, que esos dolorosos actos ocurran en la Palestina “sagrada”, y sin que se exprese la solidaridad humana en muchas partes del mundo, -y peor aún- sin la conmiseración y providencia divinas; precisamente en una región donde durante cientos de miles de años, la humanidad ha puesto su fe y esperanza en la búsqueda del amor, la paz, la felicidad y la emancipación espiritual. ¿Paradójico verdad?
¡¡Que viva el pueblo palestino, que cese el genocidio, que reine la paz y que triunfe la humana humanidad!, como decía el “Panita” Alí Primera.
Orlando Ugueto / CENAF
Caracas 13/11/2024