El casamiento en Cuba entre Dunia y Ramsés marca el inicio de la aplicación de la nueva Constitución de la República y da por tierra con la campaña orquestada por medios y organizaciones contrarrevolucionarios según las cuales el Gobierno cubano perseguiría la libertad sexual.

«Dunia y Ramsés, mujer trans y hombre trans, acaban de casarse en Cuba. Comienza así a concretarse de modo muy explícito el Artículo 42 de nuestra Constitución, que proscribe la discriminación por identidad de género LGBTI», escribió Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) de Cuba.

Ramsés y Dunia decidieron formalizar su relación en el Palacio de los Matrimonios ubicado en San Francisco de Paula, La Habana, aprovechando que sus géneros registrados legalmente son femenino y masculino.

Para lograr su objetivo ambos se dirigieron al CENESEX para plantear su decisión y beneficiarse del servicio de asesoría jurídica brindado por esta institución del Ministerio de Salud Pública.

Manuel Vázquez Seijido, subdirector del CENESEX, afirmó que el tema no era complicado porque no se salía de lo legislado en el código de familia vigente en referencia al matrimonio.

Lamentó que la “limitante” estaba originada por cuestiones subjetivas del personal que en su momento planteó la negativa pero esto pudo revertirse y el 16 de julio se formalizó el matrimonio.

CENESEX informó que los recién casados reciben atención por la Comisión Nacional de Atención Integral a Personas Transexuales y se encuentran a la espera, por decisión propia, de las intervenciones quirúrgicas.

Además son miembros de Alma Azul, primera red de personas transgéneros masculinos asociada al CENESEX, creada y coordinada por Liam Durán que dedica su trabajo a unir y visibilizar a las personas trans.

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