Inteligencia artificial: asombros y temores ante un futuro que ya está entre nosotros
20 marzo, 2023
category: DOCUMENTOS
Se teme que ayude a multiplicar las fakes news y la manipulación de masas con textos, audios y videos falsos. Impactará en empleos y oficios quitando puestos de trabajo a los seres humanos. ¿Qué avances se están dando en nuestro país en el desarrollo de esta tecnología que promete convertirse en uno de los grandes hitos de los últimos tiempos?
“Es tan bueno como los humanos”, aseguró en tono de marketing la start-up californiana OpenAI al lanzar, el pasado 14 de marzo, la cuarta versión del más famoso de los robots que conversan y dan respuestas inmediatas. ChatGPT-4 se llama el ingenio, que aparece como un salto revolucionario en nuestra relación con la tecnología.
Los expertos aseguran que es el tercer paso de una carrera que fuimos haciendo en menos de 35 años: el primero fue internet, el segundo los teléfonos inteligentes y la omnipresencia de las redes sociales gracias al internet móvil y ahora llega el desarrollo de textos e imágenes de libre acceso con herramientas como ChatGPT, Dall-e o Stable Diffusion.
La empresa OpenAI expuso en el lanzamiento: “GPT-4 es un gran modelo multimedia, menos hábil que los humanos en muchos escenarios de la vida real, pero tan bueno como los humanos en muchos contextos profesionales y académicos”, dijo en un comunicado citado por la agencia francesa de noticias AFP.
“Por ejemplo, aprobó el examen para convertirse en abogado con una puntuación tan buena como el 10% superior. La versión anterior, GPT 3.5, estaba al nivel del 10% de los menos buenos”, agregó.
GPT-4 está dotado de visión: puede procesar texto, pero también imágenes. Sin embargo, solo genera texto, por el momento.
Sam Altman, CEO de OpenAI, dijo: “Nuestra misión es garantizar que la IA general, los sistemas de IA más inteligentes que los humanos en general, beneficien a toda la humanidad”, apuntó en el blog de la compañía el 24 de febrero pasado.
Allí se dio cuenta de que fueron contratados más de 50 expertos para evaluar los nuevos peligros que podrían surgir, por ejemplo, para la ciberseguridad, además de los ya conocidos (generación de consejos peligrosos, código informático defectuoso, información falsa, etc.).
En ese mismo sentido, en estos días se realizó en Montevideo el Encuentro Latinoamericano de Inteligencia Artificial 2023, donde más de cien especialistas de distintas disciplinas realizaron un llamamiento para “una inteligencia artificial latinoamericana al servicio de las personas”. Es la primera vez que la comunidad científica de la región abordó el tema desde una perspectiva de los derechos humanos.
Fernando Schapachnik, director ejecutivo de Fundación Sadosky y uno de los referentes de la jornada, advirtió: “Son tecnologías muy poderosas como para que sean liberadas al uso público, sin antes pasar por un escrutinio riguroso y sin un marco legal claro que establezca limitaciones y responsabilidades”.
Lo concreto es que desde 1957 con la creación de la primera “neurona artificial”, que replicaba el funcionamiento de nuestras neuronas, se daba el puntapié inicial de esta carrera que se vive hoy en la que la IA se expande hacia la comunicación, la medicina, la industria, la seguridad, la educación, el transporte, el entretenimiento y más.
Aquí cerca
Cuenta Sebastián Grillo, doctor en ciencias de la computación (foto), que en nuestra vida cotidiana tenemos contacto con la inteligencia artificial “al usar productos de software con reconocimiento de voz, detección de imágenes, publicidad dirigida, etc”.
“Desde hace algunos años hay proyectos interesantes de IA ejecutados por la academia paraguaya, que se aplican a problemas como detección automática de enfermedades, visión artificial o modelos predictivos. Pero también el sector privado lleva buen tiempo aplicando IA para el análisis de datos, sobre todo en el sector bancario y telecomunicaciones”, relata.
José Luis Vázquez (foto) es un investigador con experiencia en proyectos de inteligencia artificial (IA). Ingeniero en sistemas computacionales se especializa en “todo lo que tenga que ver con algoritmos aplicados a imágenes”, cuenta.
Comienza a sorprender apenas cuenta los proyectos que se están gestando en el país. “Puedo contarte de uno de una industria alimenticia, en el que buscamos generar recetas inteligentes. Con base en algoritmos, buscamos la similaridad en ingredientes, valores nutricionales y composición para que sean más saludables o que tengan menos calorías, haciéndolas una opción para cuestiones de estética, etc…”, relata.
Otro proyecto: “Estamos diseñando un sistema de alarma para el accidente cerebrovascular (ACV) para una empresa que tiene tomógrafos. El ACV es como una enfermedad crítica que tiene una ventana de tiempo de seis horas donde es importante tener una atención rápida al paciente. Hoy en día, alguien que lo está sufriendo se llega un médico de guardia y a partir de allí se tienen que hacer estudios tomográficos que son analizados por un especialista en imágenes: en el sistema público tarda semanas, en los privados tardan de 24 a 72 horas, entonces la idea es un software que capture la imagen y dé un diagnóstico con alta precisión en el menor tiempo posible”, comentó.
Vázquez contó que se necesita que las empresas se acerquen más a la academia para promover más proyectos. Dijo que tienen apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en algunos casos, pero que se hace fundamental el apoyo para armar equipos de investigación con los profesionales que ya existen en la Facultad Politécnica.
También otras áreas del conocimiento abordan la IA en el país. Marcos Ibáñez es ingeniero mecatrónico de la Facultad de Ingeniería (FIUNA). Recientemente presentó con su compañera, Ruth Recalde, el trabajo final de grado sobre el uso de la IA en la salud para la detección y prevención de enfermedades oculares como la toxoplasmosis ocular y la retinopatía diabética.
“Es un aporte a las ciencias médicas, desde la ingeniería, para mostrar el valor del maravilloso mundo de la IA y cómo puede ser una herramienta útil para mejorar la calidad de vida de la población. “Es una novedad en nuestra sociedad, aunque debemos reconocer que los avances tecnológicos llegan de forma tardía en el país. Es una revolución tecnológica, un avance científico, con un impacto positivo en diferentes campos, uno de ellos es la salud. Ejemplo de ello es su uso en estos tiempos de pandemia del covid-19″, ejemplificó.
Impacto en el empleo
Vázquez recordó a su turno que “a nivel global se utiliza mucho la IA para automatizar procesos, busca emular lo que hace el ser humano, solo que lo hace de acuerdo a la capacidad de cómputo, a gran escala. Por ejemplo, en la industria se usan mucho cintas para transportar productos, hoy se puede con una cámara capturar imagen en tiempo real y de acuerdo a características de imagen puede detectar los imperfectos y hacer que sean separados con un brazo robótico”.
Para Ibáñez, el ChatGPT y otros modelos de texto afectarán en gran medida diversos empleos: “Como bien se sabe, la tecnología no espera a nadie, debemos como profesionales adaptarnos y no satanizar la tecnología, pues el impacto que tendrán en nuestras vidas será mayúsculo e irá aumentando con el paso de los años.
Para el investigador Diego Stalder, de la Agencia Espacial del Paraguay, el impacto va a ser positivo “a pesar de que siempre se teme a lo desconocido, los algoritmos buscan resolver un problema, mejorar el servicio, disminuir costos. Algunos trabajos pueden desaparecer, pero surgirán otros trabajos mejores y más desafiantes. Se requerirán más personas que sepan diseñar, ajustar y corregir los sistemas inteligentes. Pueden ser técnicos, programadores y/o ingenieros, esto es empleo de calidad. Por otro lado, va requerir que la educación sea reformada porque son otras las capacidades requeridas para hacer ese cambio”, apuntó.
Sebastián Grillo entiende que “a medida que desaparecen oficios aparecen otros que requieren competencias tecnológicas, es una tendencia que ya se da hace años y parece acelerarse. Algo que comento siempre es que programar se está convirtiendo en una habilidad que ya no es exclusiva de informáticos y necesitamos que se enseñe ya desde el colegio. Lo único que necesitamos para ser un país exportador de servicios tecnológicos es una población bien formada en tecnología, los profesionales competentes en las habilidades tecnológicas son un recurso cada vez más crítico y un cuello de botella para el crecimiento de las empresas. Por lo tanto, la mejor forma de protegerse del desempleo es ganando competencias tecnológicas o estudiando carreras tecnológicas”, indicó.
Entre tanto, investigadores de las universidades de Nueva York, Princeton y Pensilvania estuvieron “estimando qué descripciones ocupacionales habían cambiado más debido a los avances en IA entre los años 2010 y 2015″. De allí surgió que “las principales ocupaciones expuestas al modelado lingüístico incluyen vendedores telefónicos y una variedad de profesores postsecundarios como lengua y literatura inglesa, lengua y literatura extranjera, así como profesores de historia”. Respecto a las industrias, las más expuestas serían las relacionadas “con servicios legales y mercado de valores, las materias primas y las inversiones”.
Imágenes diseñadas con inteligencia artificial por el fotógrafo y creador digital berlinés Julian van Dieken inspiradas en la pintura de Johannes Vermeer “La joven con el arete de perla” están en exposición en el museo Mauritshuis de La Haya.
Imágenes diseñadas con inteligencia artificial por el fotógrafo y creador digital berlinés Julian van Dieken inspiradas en la pintura de Johannes Vermeer “La joven con el arete de perla” están en exposición en el museo Mauritshuis de La Haya.
Investigaciones señeras
El ingeniero Diego Stalder (foto), investigador de la Agencia Espacial del Paraguay (AEP), recordó que en el área de investigación los algoritmos genéticos y evolutivos para la optimización han sido “desarrollados y aplicados a varios problemas nacionales e internacionales desde hace más de 10 años. Allí tenés varios referentes que son los doctores Benjamín Barán, Diego Pinto, Cristian von Lucken”, comentó.
Historió también que en la última década el uso de algoritmos a aprendizaje automático se popularizó principalmente en el área de procesamiento de imágenes y la visión computacional: “Allí se formaron más grupos especializados en la aplicación e integración de sistemas inteligentes para la parte agrícola, para la toma de muestras en el Ypacaraí, con los doctores Derlis Gregor y Mario Arzamendia como referentes. En la FIUNA hemos aplicado algoritmos para colaborar en proyectos internacionales como el experimento CONNIE y Dune”, contó.
“Recientemente con la gente volviendo de Becal y de otros posgrados hay más gente que aplica IA en diferentes campos como Diego Galeano, Luis Salgueiro, Sebastián Grillo, mencionó. Por otro lado, las empresas necesitan cada vez más gente que pueda analizar la gran cantidad de datos disponibles para tomar decisiones y aumentar su eficiencia y competitividad tanto nacional como internacionalmente”, agregó.
También las universidades privadas, la UCOm y la Universidad Americana ofertan carreras de grado y posgrado relacionadas al área. El Ministerio de Tecnologías de la Información (Mitic) también está ofreciendo becas para los diplomados y formar más gente en el área.
“Por otro lado, aprovechando los recursos humanos formados por Becal y programas locales como el de la FPUNA hemos propuesto un nuevo programa de maestría académica en inteligencia artificial conformando un equipo de primer nivel de diversas casas de estudio, un equipo 100% nacional, con doctores en su mayoría).
“Además, hay mucha gente que trabaja de forma remota para empresas extranjeras desarrollando software. Lo que vemos ahora es una masificación del uso, ya que hay herramientas que facilitan el acceso a los modelos computacionales cuya complejidad está sustancialmente abstraída con los nuevos lenguajes de programación como Python y gracias a la inversión de grandes compañías como NVIDIA, Google y Facebook”, consideró finalmente.
Ciencia y técnica
Ibáñez comentó que en el país “ya se han realizado varias publicaciones científicas (papers) y brindado conferencias de nivel e interés internacional con trabajos muy interesantes relacionados al campo de la IA en los últimos años por parte de estudiantes, profesores e investigadores”.
Comentó que “es difícil estimar la cantidad exacta de personas trabajando en temas relacionados a la inteligencia artificial. Conocemos algunas cifras que podemos utilizar de apoyo, sabemos que existen actualmente 102 egresados de ingeniería mecatrónica en el país (de FIUNA) y el Conacyt cuenta con 745 investigadores categorizados, de los cuales 57 corresponden a áreas de ingenierías y tecnologías, matemática, informática, física. A estas cifras habría que sumarle investigadores, profesores y alumnos provenientes de la UNA y otras universidades”, enumeró.
Comentó a su vez que existen múltiples tesis de grado relacionadas a la inteligencia artificial, visión artificial y robótica, “proponiendo soluciones a problemáticas sociales como la salud, el tráfico, clima, educación, entre otros”. Entre los tópicos abordados en algunos trabajos de investigación se encuentran los siguientes: control de navegación de drones, control de semáforos, según nivel de tráfico; predicción de demanda y consumo eléctrico; clasificación de vehículos de carga; predicción de temperatura; detección de enfermedades; proposición de fármacos con algoritmos de recomendación, entre otros.
Chat GPT, el robot que lo sabe todo
Para Sebastián Grillo, el famoso bot de respuestas automáticas ChatGPT (foto) está lejos de ser una panacea: “Es una herramienta con gran potencial de automatizar tareas en atención al público, desarrollo de software, redacción, etc. Pero no hay que olvidar que solo es un modelo predictivo de texto alimentado con una cantidad brutal de datos.
Cuando uno le hace preguntas que requieran un razonamiento con resultados “no-gugleables” se da cuenta de que ChatGPT no es nada más que un superbuscador que intenta estructurar información que ya existe, porque la pifia bastante mal en problemas más novedosos. Por lo tanto, requiere algún grado de supervisión humana de los resultados”.
Para Marcos Ibáñez, la presencia del robot “abre un abanico infinito de posibilidades para todas las personas, al contar con un asistente virtual capaz de resolver problemas diversos de forma ágil y sin mucho esfuerzo. Ya no será necesario “guglear” las preguntas correctas e investigar leyendo en páginas de internet para conseguir una respuesta, especificando una pregunta a ChatGPT nos dará una respuesta concreta, específica y personalizada al problema en cuestión, ahorrando una gran cantidad de tiempo en el proceso. Su gran aplicabilidad lo posicionará como uno de los grandes inventos de los últimos tiempos y brindará facilidades nunca antes vistas”.
A pesar de ello, destacó que “al día de hoy Paraguay no se encuentra en la lista de países habilitados para su utilización junto con Rusia, Ucrania, Venezuela, Afganistán, Bielorrusia, China, Egipto e Irán. Por lo cual no es posible acceder fácilmente a este servicio. Las razones por las cuales nuestro país no está incluido dentro de los países habilitados no son conocidas del todo, pero esto podría ocasionar que quedemos atrasados respecto a todo el mundo en esta revolución tecnológica”, apuntó.
Jorge Zárate
Artículo publicado en La Nación de Paraguay y en el digital La Página de Aguará