Internado en Estados Unidos, investigado en Brasil
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue hospitalizado y está «en observación» por «una molestia abdominal», dijo este lunes su esposa.
Antes de eso, los medios brasileños informaron que el líder ultraderechista había sido admitido en un centro de salud en Orlando, Estados Unidos.
Michelle Bolsonaro publicó en Instagram que el exmandatario ultraderechista está «en observación en el hospital» debido a «secuelas de la cuchillada» que sufrió en 2018 (foto de portada) y que lo han llevado a pasar por posteriores intervenciones.
La información se conoce un día después de que golpistas simpatizantes del exmandatario invadieran las sedes de los tres poderes en Brasilia, hecho por el cual el Congreso inició una investigación.
Si bien el expresidente de Brasil intentó desligarse del asunto, el cuerpo legislativo buscará dictaminar su rol en la violenta jornada registrada este domingo que generó un repudio mundial.
El oficio quedará en primera instancia en manos del Congreso brasileño, donde varios de sus miembros se encuentran negociando para formar una comisión especial para evaluar el papel que el expresidente.
Investigan el desempeño en el fallido intento de golpe contra la sede de los tres poderes del estado brasileño que incluyen el palacio presidencial de Planalto y el Tribunal Federal Supremo.
Una de las primeras medidas del comité será reclamar la vuelta del exmandatario desde Estados Unidos, donde viajó junto a su familia a finales de 2022 para evitar el traspaso presidencial en favor de Lula da Silva.
El domingo, luego de la invación de miles de personas pidiendo golpe de Estado, el presidente Lula da Silva responsabilizó a Bolsonaro de incentivar a sus partidarios.
Lula recordó la campaña de acusaciones infundadas sobre fraude electoral tras el final del Gobierno de extrema derecha.
Desde Florida, adonde voló 48 horas antes del fin de su mandato, Bolsonaro rechazó la acusación, tuiteando que las manifestaciones pacíficas eran democráticas pero que la invasión «cruzó la línea».
Más temprano, este lunes, la policía del Distrito Federal de Brasilia desmontó el campamento que militantes bolsonaristas habían instalado frente al cuartel general del Ejército tras las elecciones de octubre.
Tras la desactivación de ese campamento, usina golpista desde las elecciones de octubre, la policía detuvo a unas 1200 personas.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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