La derecha de México rechaza el rol del Estado en la energía
La derecha mexicana y Estados Unidos lograron que el área energética siga en manos del sector privado y cerraron las puertas para que el Estado intervenga en la fijación de políticas públicas actualmente libradas al «mercado».
Los diputados de la coalición del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) rechazaron la reforma constitucional del sector eléctrico.
La iniciativa del presidente Andrés López Obrador no consiguió los dos tercios necesarios, al lograr 223 votos a favor contra 275 votos de la derecha.
El Gobierno buscaba revertir la «desaparición de las empresas energéticas del Estado» que provocó la reforma constitucional del 2013, introducida bajo fuertes protestas sociales por el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
El Gobierno argumentó que, tras aquella modificación de la Carta Magna, las empresas privadas nacionales y extranjeras reciben subsidios mientras que los pequeños consumidores pagan altas tarifas.
El proyecto ahora frustrado proponía que al menos 54% de la energía fuera gestionada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), contra el 38% que maneja actualmente y el 62% en manos de privados y extranjeros.
La oposición rechazó la reforma con argumentos inverosímiles como cuando señaló que esto conlevaría un aumento de las emisiones de gases contaminantes y a un encarecimiento de la electricidad.
Estados Unidos ejerció un fuerte rechazo a cualquier reforma porque podría perjudicar sus inversiones y desataría «litigios interminables» al vulnerar las inversiones privadas en México.
Washington utilizó los viejos eufemismos de que el cambio en las reglas de juego habría generado «inseguridad jurídica y perjuicios» en detrimento del «clima de inversiones».
Nacionalización del litio
En la misma jornada del lunes, el oficialismo se anotó un triunfo al cumplir su anuncio de que, si no se lograba la reforma energética, avanzaría con la nacionalización del litio, aprobada en el cuerpo y girada ya al Senado.
La derecha se abstuvo y después se retiró del recinto en protesta por los tiempos de discusión de la iniciativa, con la que López Obrador había amenazado la semana pasada si no se lograba el visto bueno a la reforma eléctrica.
El oficialista Morena sumó el respaldo del Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo y el Verde Ecologista de México para aprobar la declarar al litio como «un mineral estratégico en el desarrollo industrial y tecnológico».
Esta iniciativa sobre el litio es importante porque este mineral tiene una alta capacidad de almacenamiento de energía eléctrica y México tiene reservas entre las más importantes del mundo.
«Nos reservamos la posibilidad de meter el litio en la Ley Minera, porque es un mineral estratégico para el desarrollo futuro, para desplazar el petróleo: no se va a poder modernizar la industria sin el litio», había dicho López Obrador.
En las sierras rocosas del centro del país y el noroeste desértico del territorio mexicano hay 1,7 millones de toneladas de reservas mineras de litio estimadas, que colocan a México entre los 10 países con mayores reservas.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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