¿La guerra narco llegó definitivamente a Paraguay?
Por Jorge Zárate
Los rociaron a balazos a la salida de una fiesta en Pedro Juan Caballero, capital de la Marihuana. Mataron a la hija de 21 años del gobernador liberal de Amambay, Ronald Acevedo y también a tres de sus acompañantes en un episodio brutal.
Fue el pasado sábado 9 de octubre, cuando sicarios acabaron con la vida de Haylee Carolina Acevedo Yunis; Kaline Reinoso de Oliveira, de 22 años; Rhannye Jamilly Borges de Oliveira, de 19 años; y Osmar Vicente Álvarez Grance, alias Bebeto, de 31 años, que habría sido el objetivo según los investigadores policiales.
La camioneta Toyota, que apenas llegaron a abordar, recibió más de 100 disparos de arma de fuego, alrededor de 60 vainillas percutidas fueron de calibre 7.62 y otras 50 de un fusil 5.56.
El crimen se presume parte de las disputas de dos grupos de narcotraficantes brasileños: Primer Comando de la capital (PCC), el mayor de ellos, y el Comando Vermelho.
Este último grupo tiene en Paraguay ramificaciones propias y una permanente disputa en el departamento de Amambay (noreste, límite con Brasil) donde «los Acevedo» constituyen un clan político que gobierna desde hace años.
Un hermano del gobernador, el senador Robert Acevedo (Partido Liberal Radical Auténtico, de oposición), salió ileso de un atentado en 2010 en el que fueron asesinados dos de sus colaboradores. Robert falleció este año víctima de Covid 19.
La reiteración de este tipo de episodios es alarmante en Amambay, pero también fue extendiéndose a todo el país, a medida que el peso de narcotraficantes locales se fue extendiendo a otros departamentos en los que hay unas 10 mil hectáreas de plantaciones de marihuana, según cálculos de la Secretaria Antidrogas (Senad).
Durante la campaña para las elecciones municipales que concluyeron este domingo 10 de octubre fueron asesinados tres candidatos, por citar un ejemplo cercano.
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