La humillación del poder judicial en Colombia – Por Maureén Maya
07 mayo, 2021
category: COLOMBIA, FORO DEBATE
Las altas cortes de Colombia no han entendido lo que estamos viviendo como país ni donde reside el verdadero poder. Han olvidado lo que es la separación de poderes en una democracia. Cuando el legislativo y el judicial se convierten en subalternos del ejecutivo, no hay democracia, hay tiranía.
Eligieron traicionar el deber con la justicia, el pueblo violentado y la historia, para apoyar un gobierno criminal, que encarna la decadencia de un sistema corrompido, homicida y enemigo de la nación. Este gesto de indignidad no pasará inadvertido y les pasará factura.
No entendieron que su deber no era rodear al presidente sino abrazar al pueblo que sufre en carne propia las consecuencias de un mal gobierno, de uno que gobierna para las élites amigas. Su deber era exigir más democracia. No claudicar ante el autoritarismo y la represión, haciendo llamados sin eco a emitir sanciones a la fuerza pública que no llegarán.
¿Convivencia pacífica piden? ¿Qué es eso? ¿El estado de hambre, injusticia social y económica que ha hecho de Colombia un país desigual, violento e inviable? Un guiño del «poder» y se postran y se dejan manipular porque es más cómodo jugar a lo políticamente correcto que entender la causa del malestar social, escuchar esa voz que desde hace siglos pide un cambio profundo para las mayorías ninguneadas y empobrecidas, y actuar con valor histórico y coherencia. Hoy la apuesta lógica no es encubrir y callar… Ni hablar de orden democrático bajo un gobierno autoritario y mezquino, que como nunca antes, degradó la democracia, acabó con la independencia de poderes y nos hizo ver que cuando un jefe de Estado decide quien es procurador, contralor, fiscal y defensor, para su propio beneficio, no podemos hablar de democracia sino de una abusiva y peligrosa concentración de poder, que en este caso es peor, porque hablamos del hijo putativo de Don Vito Corleone.
Hay que leer el fondo de esta realidad y entender que la apuesta de muchos ciudadanos va más allá de las fáciles salidas habituales; que ahora se nos exige pasar a algo diferente, ajustar un cambio profundo y real en la matriz del sistema y no volver a esa democracia formal que apenas pervive entre la corrupción, el despilfarro, el crimen, los genocidios, las masacres, la impunidad, la injusticia económica, el hambre de las mayorías y una dolorosa y escandalosa desigualdad.
Ellos, las cabezas del poder judicial, jugaron por la forma a favor de esa clase política siniestra y obscenamente acaudalada, que antes nos asustaba pero que hoy nos provoca rabiosa indignación.
No entendieron lo que este tiempo les exigía ni dónde moraba su primera lealtad.
¡No pasarán! Y la historia lo contará. ✌🏼💪🏼🌈
//Rescato la valerosa respuesta de los magistrados Diana Fajardo y Jorge Enrique Ibáñez, que se apartaron del rebaño judicial y actuaron con valor, decencia y conciencia de país.