El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva pidió al empresariado que se abstenga de participar del proceso de privatización de la empresa pública Eletrobras, la mayor compañía eléctrica de América Latina.

Lula consideró que se trata de una operación «exótica» impulsada por los «vendepatrias» y que la venta podría ser puesta en duda en caso de que el presidente Jair Bolsonaro sea derrotado en las elecciones del 2 de octubre.

«Espero que los empresarios serios que quieren invertir en el sector eléctrico brasileño no se suban a este mecanismo exótico que los vendepatrias del gobierno actual están preparando para Eletrobras, una empresa estratégica para Brasil, meses antes de la elección», dijo Lula.

La declaración del precandidato presidencial del Partido de los Trabajadores (PT) incluyó críticas al Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), luego de que aprobara la primera fase del proyecto de venta de Eletrobras.

De acuerdo a un comunicado del PT, el gobierno impulsa la venta de la empresa por una suma equivalente a 13.000 millones de dólares, cuando el propio TCU había calculado que el valor debería ser el doble.

Eletrobras es dueña de las principales empresas generadoras de energía hidroeléctrica y posee 40% de las líneas de transmisión.

La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, afirmó que la privatización de Eletrobras es un «delito de lesa patria» y advirtió que acudirá a la justicia para objetar la negociación y el valor puesto por el gobierno de Bolsonaro.

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