Macri beneficia a grandes exportadores en plena crisis
El gobierno fijó las retenciones por exportación en pesos, pero la moneda se devaluó casi un 50% y no hay cambios.
Por Ignacio Díaz
@ignacioDM
La reciente corrida financiera y devaluatoria que vivió Argentina tras las elecciones primarias del 11 de agosto tiene un efecto devastador sobre la población argentina que percibe ingresos fijos en pesos, ya sea mediante salarios o programas de subsidio estatal.
Por eso, tras la derrota por 15 puntos (47% a 32%) contra la fórmula Alberto Fernández/Cristina Fernández de Kirchner en las urnas, el presidente Macri anunció la semana pasada un paquete de medidas paliativas, principalmente para la denominada clase media. Entre ellas, un aumento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias que se aplica sobre los salarios más elevados y la eliminación del impuesto al consumo (IVA) para ciertos alimentos de la canasta básica.
Sin embargo, el costo fiscal de estas medidas -estimado en 86 mil millones de pesos- no será compensado con otros ingresos y además será financiado principalmente por dinero de las provincias.
Ante esta situación, un duro documento firmado este miércoles por 19 de los 23 gobernadores del país denuncia que el paquete de medidas supone un costo de 51.800 millones de pesos para los estados provinciales, aunque el anuncio lo hizo el gobierno nacional.
“Las medidas que se han dado a conocer, realizadas en forma inconsulta, unilateral y sin tener en cuenta de dónde saldrán los recursos para afrontar las mismas, nos hace compartir esos costos fiscales al no disponerse con ellas las compensaciones necesarias a las provincias argentinas, generando un despojo de nuestros recursos y colocándonos en una grave situación de desfinanciamiento”, se lee en el documento oficial firmado por los gobernadores que se reunieron en Buenos Aires.
Además, los gobernadores calificaron el paquete de medidas de Macri como inconstitucional y advirtieron que si no hay modificaciones irán a la justicia. En otro punto del documento, expresan: “Estamos en grave peligro de no cumplimento de las obligaciones salariales, la prestación de servicios esenciales y la preservación de la Paz Social en cada uno de los estados que representamos”.
Retenciones
Detrás de estos cruces en torno a las medidas que buscan recomponer mínimamente el golpeado poder adquisitivo de la población, reaparecen las discusiones sobre el impuesto a las exportaciones (retenciones).
El 3 de septiembre del año pasado, el presidente Macri volvió a poner este impuesto que había eliminado parcialmente ante las presiones del FMI y la continuidad del déficit fiscal. Pero los montos fueron fijados en pesos y desde entonces la moneda nacional se devaluó un 45% frente al dólar.
Una actualización de ese impuesto en función del precio del dólar le permitiría recaudar hoy al Estado alrededor de 140 millones de dólares mensuales. Dicho de otro modo: el Estado está perdiendo ingresos anuales por entre 1.500 y 2.000 millones de dólares por no ajustar el impuesto al valor del dólar, una cifra que supera el costo anual de las medidas anunciadas.
Pero los medianos y grandes productores agropecuarios suponen un apoyo electoral fundamental para un Gobierno que podría enfrentar un resultado electoral catastrófico el 27 de octubre. En esa línea, Macri mantiene su promesa electoral de eliminar las retenciones en diciembre de 2020.
Lo cierto es que los sectores exportadores, beneficiados con la reciente devaluación, siguen pagando cuatro pesos por dólar sobre los productos primarios y tres pesos por dólar sobre los que tienen algún grado de industrialización. Los exportadores de soja pagan además un 18% sobre el total.
Así, la devaluación del 30% de la moneda que golpeó a los salarios argentinos en apenas 10 días, genera a su vez importantes beneficios extra para los exportadores, especialmente en el sector agropecuario, que licúan el valor del impuesto fijado en pesos sin que el Gobierno atine a corregir la situación, a pesar de la gravedad del cuadro social, económico y fiscal.
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