Más crímenes ponen en jaque a Duque y la paz colombiana
“Presidente, ¿hasta cuándo? Los dos nuevos crímenes se suman a la larga lista de impunidad e incumplimientos estatales a la palabra comprometida en el Acuerdo Final”, planteó este martes el líder del partido Farc, Rodrigo Londoño.
El planteo llega en medio de un momento definitivo para el proceso de paz, seriamente afectado desde la llegada de Iván Duque al poder.
La lista de excombatientes desmovilizados asesinados engrosó su número con los crímenes de Anderson Pérez Osorio y Daniel Esterilla, que estaban en proceso de reincorporación. “Extendemos nuestro afecto y solidaridad a sus familias, a sus compañeros de región, a los exguerrilleros y exguerrilleras que confiando en el Estado dejaron las armas y asumieron el reto de construir en este país atormentado”, comunicó Londoño al Presidente, que se encuentra de visita en Londres desde el lunes y regresará este martes al país.
La matanza sistemática de exguerrilleros y de líderes sociales expone la ausencia de democracia real en buena parte del país, ya que quienes se organizan legal y pacíficamente para defender derechos son brutalmente asesinados sin que haya reacción estatal.
Por eso el líder de Farc llamó a la comunidad nacional e internacional a “exigir medidas inmediatas y efectivas al presidente Iván Duque, capaces de poner fin definitivo a este desangre”. Esto ocurre en momentos de fuertes debates internos en el partido surgido de la guerrilla, que fueron expuestos en una carta de Iván Márquez, figura central de la delegación de Farc durante la negociación de los acuerdos de paz.
Este viernes fue convocada una reunión de emergencia en el partido para evaluar una respuesta a la “provocadora estrategia de los enemigos de la paz”, según palabras de Londoño en el comunicado.
Gobierno sin respuestas
El silencio oficial ante esta gravísima situación agrava el cuadro interno. El propio Presidente lo sintió al llegar a una reunión con la primera ministra del Reino Unido en Londres, donde defensores de la paz lo recibieron repitiendo a coro un lapidario “asesino, asesino”.
La argumentación gubernamental es que los grupos narcotraficantes son los que asesinan a los excombatientes y que sí hay políticas de protección y para la reinserción social y económica. Pero el relato es poco creíble dentro y fuera del país, donde crece una campaña de denuncia por los asesinatos de líderes y lideresas sociales en distintas zonas de Colombia.
Una lista interminable de nombres de líderes asesinados sobre una sábana blanca fue presentada en la protesta contra Duque en Londres.
Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, tras la firma de los acuerdos de paz el 26 de noviembre de 2016, ya son 726 los líderes comunitarios y defensores de derechos humanos asesinados en Colombia.
Las víctimas
En municipio El Charco fue asesinado Daniel Esterilla, excombatiente del Frente 29 de las FARC-EP. Tenía 61 años y se dedicaba a la agricultura en el programa de reincorporación a la vida civil.
En Caloto, zona rural de Cauca, hubo otro crimen contra un miembro de Farc. Se trata del joven dirigente y comunicador social Anderson Pérez Osorio (foto), quien era acompañante del proceso de reincorporación en el departamento. Además, integraba la Asociación de Trabajadores Pro-Constitución Zonas de Reserva Campesina de Caloto (ASTRAZONACAL), la Comisión de Comunicaciones de la Cooperativa Multiactiva ECOMUN y fue actor en el cortometraje Historias de Guerra.
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