Mexicanas piden acciones para frenar los femicidios
El aumento de penas por asesinar a una mujer es insuficiente frente a la magnitud de la violencia.
Colectivos feministas, asociaciones de mujeres y organizaciones de derechos humanos claman en México por medidas concretas que logren detener la violencia que deviene en decenas de casos de femicidio por año. El aumento de condenas resulta insuficiente frente a la magnitud de la situación.
La indignación social aumentó en las últimas horas con los escabrosos detalles de seis nuevos femicidios, tres de ellos con víctimas de entre cinco meses de vida y 17 años.
Uno de los casos más dolorosos se conoció el miércoles: Karol Naomi, una beba de cinco meses denunciada como desaparecida el 18 de febrero, fue hallada muerta y con signos de tortura en el estado de Coahuila.
Apenas dos días antes, México se conmocionó por el caso de Fátima, una niña de siete años que fue encontrada muerta dentro de una bolsa de residuos y sin órganos, cinco días después de que su familia denunciara su desaparición,
En la última semana también se reportaron los casos de una niña de 14 años degollada por desconocidos en el norte del estado de Puebla; dos adolescentes de 17 años, una en la región de Costa Grande de Guerrero y otra en Hidalgo.
En Jalisco, una mujer de 24 años fue acuchillada por su pareja, mientras en Michoacán una miembro de la comunidad transgénero fue asesinada a balazos. Todos estos casos ocurrieron en las últimas horas.
Las demandas parecen degradar la figura del presidente, Manuel López Obrador, quien consideró que la violencia obedece al «proceso de degradación progresivo» que «no se resuelve con policías ni cárceles», sino con «bienestar material y bienestar del alma».
Sin decirlo específicamente, López Obrador se refería a buena parte de estos asesinatos no por la condición de mujeres de las víctimas sino como consecuencia de los asesinatos en condiciones aberrantes que se reportan casi cotidianamente en el país.
“Estamos trabajando para que no haya femicidios, no esperen que nosotros actuemos como represores», sostuvo López Obrador frente a una protesta contra la violencia de género.
Aunque aún no hay cifras oficiales de 2019 pero las proyecciones estiman que más de 3.000 mujeres fueron asesinadas por su condición de género el año pasado, muchas de ellas por sus parejas o familiares.
México está entre los países del mundo con más altos niveles de violencia armada, tanto estatal como producto de la delincuencia organizada, con especial ensañamiento en mujeres; en menores de edad y en trabajadores de actividades como periodismo o defensa territorial.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y diciembre de 2019 fueron asesinadas 144 niñas de hasta 17 años, con un promedio de 12 cada mes.
En cuanto al caso de Fátima, las autoridades detuvieron la noche del miércoles a los presuntos responsables del feminicidio.
La jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó sobre la detención en un poblado del vecino Estado de México de los presuntos responsables.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina identificó a Gladis Giovana Cruz Hernández y Mario Alberto Reyes Nájera como los dos sujetos del caso.
Medidas del Gobierno
El gobierno de la Ciudad de México y la Autoridad Federal Educativa de la capital del país se comprometieron a mejorar los protocolos de seguridad en escuelas para la búsqueda de menores desaparecidas.
La medida apunta a impedir que se repitan las demoras en el inicio de la búsqueda de niñas denunciadas como desaparecidas, como ocurrió en el caso de Fátima.
A partir de este protocolo, se activará de manera inmediata la orden de búsqueda, apenas se dispare la solicitud de la escuela o de la familia de la desaparecida, sin tener que esperar resoluciones que dependan de la burocracia.
También se habilitarán más fiscalías para recibir denuncias sobre desaparición de menores y se reforzarán las medidas de seguridad en las escuelas.
La Cámara de Diputados de México aprobó el martes, con apenas un voto en contra, las reformas a la ley para elevar de 45 a 65 años la pena máxima por el delito de feminicidio.
También incrementó las penas por abuso sexual a menores de 15 años de edad, al fijar el castigo de entre 10 a 18 años. La sanción actual es de seis a 13 años de cárcel.
Ambas reformas deberán ser aprobadas por el Senado de la República –se estima que no habrá rechazo a la iniciativa- para que entren en vigor.
La mayor cantidad de femicidios ocurre entre mujeres de sectores sociales más vulnerables, donde la violencia machista -común a todos los estratos sociales- se combina con la violencia urbana.
Pero los reclamos de las mujeres mexicanas trasciende la pertenencia a los partidos poíticos y condiciones sociales y dimensiona la magnitud de situación.
Por caso, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Laura Rojas, del opositor derechista Partido Acción Nacional (PAN), dijo que las mujeres seguirán gritando «nos están matando».
Seguiremos hasta que las «muertes de mujeres y niños paren» y hasta que se asuma que la sociedad es «machista, violenta, feminicida y la empecemos a cambiar».
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