México: 3 Madres Buscadoras asesinadas en ocho meses
Por María Jagoe
El pasado 30 de agosto se conmemoró el Día Internacional del Detenido Desaparecido, también conocido como el Día de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Ese mismo miércoles, en México, grupos del crimen organizado secuestraron y asesinaron a la madre buscadora Rosario Lilián Rodríguez.
Según el registro de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM), este es el tercer feminicidio contra una madre buscadora que se produce en lo que va de 2022. En total nueve defensoras y mujeres periodistas han sido asesinadas en ese país durante este año.
Desde 2010 la RNDDHM ha registrado 16 asesinatos de mujeres que luchaban por la verdad, la justicia y la reparación. El caso de Rodríguez es emblemático y fue repudiado por organismos internacionales y otros defensores de derechos humanos.
Fernando Abixahy Ramírez Rodríguez, el hijo de Rosario Lilián (foto superior), tenía 21 años recién cumplidos cuando fue secuestrado y desaparecido en La Cruz de Elota, en el estado de Sinaloa. Ocurrió el 16 de octubre de 2019 y desde entonces nada se sabe de su paradero.
Unos días antes de su muerte, Rodríguez grabó un video para el proyecto “Hasta encontrarles” donde denunció la inacción de las autoridades. “Vine y puse la denuncia en la Fiscalía Mazatlán y pues nomás nada. Traje videos, traje testigos, y hasta la fecha no me han resuelto nada”, explicó.
Después de la desaparición de su hijo, Rosario Lilián fundó la organización “Corazones sin Justicia”. El 24 de junio pasado habían logrado desenterrar e identificar cinco cuerpos, pero ninguno era Fernando. El grupo, que buscaba a 115 personas desaparecidas en Elota, dejará de operar tras su asesinato.
Según la Comisión Nacional de Búsqueda del Gobierno de México, ese país atraviesa “una crisis de desaparición de personas” con 61.637 casos registrados al 31 de diciembre de 2019. Según organizaciones de la sociedad civil, los desaparecidos son más de 90.000.
En todo el país existen unos 70 grupos de madres buscadoras que son amenazadas y atacadas por los mismos criminales que se llevaron a sus hijos. Según el registro de la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos, durante 2020 se produjeron 44 agresiones sólo en el estado de Sonora.
Ante la falta de respuesta de las autoridades, las familias emprenden la búsqueda de los desaparecidos por su cuenta. En la mayoría de los casos esta tarea queda a cargo de madres, hermanas, hijas y otras mujeres que se hallan en una situación de vulnerabilidad frente a los grupos criminales, la corrupción y la inacción del Estado.
En julio de 2021, Gladys Aranza Ramos, madre del colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora, fue secuestrada y asesinada. Tiempo después la líder de las Madres Buscadoras de Sonora, Ceci Patricia Flores, recibió amenazas de muerte; y en octubre Leticia Álvarez, miembro del grupo, pasó varias horas privada de su libertad.
En enero de 2022 integrantes del colectivo de Madres Buscadoras de Sonora sufrieron un atentado en el municipio de Santa Ana mientras realizaban tareas de búsqueda. Estos casos demuestran que la violencia y las amenazas son continuas y sistemáticas.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, lamentó el asesinato de Rosario Lilián Rodríguez y reconoció que estaba al tanto de las amenazas. “Hemos estado y vamos a seguir estando muy atentos. Ella no había solicitado mecanismos de protección porque cuidaba que no se sintiera la cercanía de la gente que la amenazaba”, sostuvo.
Según datos de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM), entre 2010 y 2020 hubo al menos 63 feminicidios si se suman los casos de defensoras de derechos humanos y los de periodistas. Más del 90% de los asesinatos permanecen impunes.
“Cada vez son más las personas que salen a las calles a pegar carteles, a pronunciarse en sus redes para encontrar a familiares desaparecidos. La falta de denuncias engrosa nuestra estadística de que podrían ser desde 300.000 a cerca de un millón de personas desaparecidas”, aseguró Ceci Flores, líder de las Madres Buscadoras de Sonora, en su cuenta de Twitter.
“El amor de una madre es mayor a cualquier maldad en el mundo. Resistimos al miedo constante que amenaza nuestras vidas, a la infamia inmisericorde de quienes pretenden estigmatizarnos y quieren que claudiquemos de buscar a los nuestros. Al precio que sea, hasta encontrarles”, sostuvo.
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La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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