29 enero, 2018
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Evo Morales anula la reforma del Código Penal y muestra una economía sólida
En el aniversario del Estado Plurinacional detalló con cifras que Bolivia es el país más estable de la región. La derecha y un sector sindical intentan fortalecerse para batallar en las presidenciales.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que su país es el Estado más fuerte de toda la región y el que más creció económicamente en América Latina. “La estabilidad económica de Bolivia es ejemplo en el mundo”, dijo en su discurso ante la Asamblea Legislativa en un nuevo aniversario del Estado Plurinacional.
Un día antes del discurso del 22 de enero, Morales había dado marcha atrás con su propuesta de discutir un nuevo Código del Sistema Penal, iniciativa que disparó una huelga de médicos por casi 50 días, movilizaciones, cortes de carreteras y un anuncio de huelga general por parte de la conducción de la Central Obrera Boliviana (COB).
Ante la Asamblea Legislativa, el Presidente apeló a cifras y datos irrefutables sobre la valoración que se hace dentro de Bolivia y fuera del país respecto de la situación política y social. También ofreció proyecciones económicas para los próximos años.
Señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia tuvo un crecimiento del 4,2% en 2017, el mayor en la región, con estabilidad política y social y en medio de un contexto externo adverso. Ese porcentaje significa unos 1.500 millones de dólares más respecto del total de ingresos nacionales en 2016.
“Hemos terminado (2017) con 37 mil millones de dólares (de PIB); estimo que este año vamos a llegar a más de 40 mil millones de dólares de crecimiento económico”, informó. La cifra es cinco veces mayor que en 2005 cuando Morales asumió un país en una crisis de tal magnitud que no resistía ninguna comparación con los parámetros económicos de la región.
El Presidente afirmó además que el PIB per cápita se triplicó en los últimos 12 años, cerrando en 2017 en 3.393 millones de dólares, un récord para la economía boliviana. También remarcó el control de la inflación, que el año pasado cerró en 2,7%, el más bajo en siete años, a pesar de la especulación de algunos sectores.
Subrayó que el año pasado el sector que dinamizó la economía nacional fue la agricultura con un crecimiento sectorial de 7,8% “a diferencia de otras gestiones en las que los hidrocarburos eran el sector con mayor expansión”. Este tema es trascendente no sólo porque supera al crecimiento del sector de gas y petróleo sino también porque Morales, en sus inicios cultivador de frutas, hortalizas y coca, tiene una gran incidencia entre los sectores campesinos y rurales. Uno de los grandes compradores de café, soya, carne vacuna y quinua es China.
En cuanto al sector privado Morales recordó que en 2005 los empresarios reportaron ganancias de 6.766 millones de bolivianos y en 2017 registraron utilidades de 27.766 millones de bolivianos.
Sobre la deuda externa, una de las variables macroeconómicas más cuestionadas por la oposición durante los últimos años, Morales aclaró que se encuentra en los niveles de sostenibilidad. Insistió en que la deuda global “sólo representa el 24,6% del PIB nacional, muy por debajo de los máximos de 40 y 50% que establecen organismos internacionales”.
En un discurso de unas dos horas Evo transformó esos datos macroeconómicos en beneficios para el pueblo boliviano. Desde que asumió como presidente de Bolivia 3,3 millones de personas salieron de la pobreza. Organismos de estadística clasifican como “clase media” al 58% de la población del país, unos 6,5 millones de habitantes.
Hecho y por hacer
La pobreza extrema en Bolivia –recordó el mandatario– descendió en 12 años de 32,2 a 17,9%. La tasa de desempleo es la más baja de la región: 4,8% de una población económica de 6,5 millones.
Relacionó la reducción de la pobreza con los ingresos que generó la agricultura entre otras cosas gracias a que 1,6 millones de bolivianos se beneficiaran con agua para consumo humano y para el riego, además de 160 mil asentados en zonas casi desérticas a las que se benefició con agua de pozo.
Dentro de ese mismo programa de desarrollo del interior del país Morales enumeró la construcción en los últimos 12 años de al menos cinco mil kilómetros de carreteras y un crecimiento en la generación de energía eléctrica que actualmente es de dos mil megavatios (MW), 130% más que en 2005 con posibilidades de exportar energía en los próximos años. También mencionó 1.032 establecimientos de salud nuevos, casi 50% más de los construidos en 180 años. “De 1825 a 2005 (180 años) nos dejaron 2.870 establecimientos de salud. En 12 años se construyeron 1.032”, reseñó.
Morales trazó cinco desafíos para consolidar el desarrollo de Bolivia: industrialización, salud, educación, empleo y tecnología. Detalló que el primer objetivo es “convertir a Bolivia en un país industrializado en la pequeña, mediana y gran empresa (y) mantener la inversión privada”. Uno de los motores para este fin es completar la etapa final de la industria del litio y de los hidrocarburos.
En el área de salud, afirmó que culminará la construcción y equipamiento de 49 hospitales de segundo, tercer y cuarto nivel, y la formación de nuevos profesionales, además de implementar el Seguro Universal Gratuito. “Felizmente tenemos garantizados 1.700 millones de dólares para mejorar la salud”, adelantó.
En educación, anunció, se entregarán 51 institutos técnicos tecnológicos para garantizar una profesión a los nuevos bachilleres y anunció que se financiará la especialización de profesionales en el área de hidrocarburos, medicina, litio y minería.
También anunció que se ampliará el plan de empleo para jóvenes, en asociación con el sector privado y “se implementarán de manera inmediata talleres de orientación vocacional para las promociones y pre promociones en todos los colegios”.
Código y mentiras
Un día antes de su informe ante la Asamblea Plurinacional, Morales anunció su determinación de abrogar (anular) en su totalidad el nuevo Código del Sistema Penal, tal como lo exigía la oposición bajo amenaza de extender huelgas y marchas.
“Hemos decidido abrogar todo el nuevo Código del Sistema Penal para evitar confusiones y que la derecha deje de conspirar y no tenga argumentos para generar desestabilización en el país con desinformación y mentiras”, anunció.
Explicó que dirigentes sindicales nacionales, departamentales y simpatizantes le manifestaron que “para evitar que la derecha use el Código del Sistema Penal para una conspiración política y desestabilización del Estado hay que abrogar toda la nueva norma”. Se trata de “compañeros que están preocupados por estos grupos de comités cívicos y plataformas ciudadanas que no son más que la misma derecha”, detalló.
El mandatario afirmó que faltó “socialización al pueblo” de la nueva normativa y que hubo un “descuido de la Asamblea Plurinacional”, que también “descuidamos como Gobierno, Poder Ejecutivo” y entonces “ganó la campaña de la mentira”.
El Gobierno pretendía llevar el Código Penal a los distintos sectores sociales y municipios del país para que aporten recomendaciones y realizar las modificaciones que sean pertinentes. Para ello abrió un plazo de un año para el debate de las observaciones al texto legal.
Al abrogar la norma el Presidente desactivó el principal argumento de la derecha para generar convulsión en el país aunque el fondo del conflicto es la postulación de Morales en las elecciones presidenciales de 2019. Esta tesis quedó plasmada tras el discurso del 22 de enero ante la Asamblea Legislativa.
Ese día, fuera del Legislativo boliviano unos 200 mil indígenas escuchaban al Presidente en una de las tantas movilizaciones multitudinarias que se realizan en forma permanente para respaldar al mandatario. En las zonas económicamente más acomodadas de La Paz y otras ciudades algunos batían cacerolas y protestaban en las calles.
Para ese 22 de enero varios sectores de la oposición tenían previsto movilizarse en coincidencia con el informe anual de gestión del Presidente y como anticipo de la huelga general convocada por la COB. Todo se disipó con el anuncio del Presidente sobre la anulación de sus pretensiones sobre el Código Penal.
La propuesta de cambiar el Código generó durante los últimos meses del año pasado una huelga de médicos que duró 47 días porque consideraban que uno de sus artículos penalizaba su labor profesional. Cuando se firmó un acuerdo con los médicos para anular los artículos cuestionados, la COB, sectores cívicos y políticos reactivaron movilizaciones, cortes de ruta y huelgas.
Con la economía sostenida en datos irrefutables, con proyecciones de desarrollo sin antecedentes en el país y con el Código Penal fuera de discusión, emerge la batalla final: la postulación de Evo como candidato a Presidente en 2019 tras el aval de la Justicia.