Paraguay necesita acciones y confianza en el pico de Covid
Llegó el momento más difícil y la clase política en Paraguay, en especial el Gobierno parece no entenderlo. Las vacunas llegan de a poco y lentamente, mientras el sistema de salud está con su personal al límite de la capacidad humana. Contratar y capacitar nuevos mediques y enfermeres; entrenar equipos de terapia intensiva; dotar de insumos a los hospitales, apurar la gestión por vacunas y restringir la circulación de personas, aparecen en la agenda urgente tras la semana en que la que se llegó a 112 muertos en un día.
La cuestión no acaba en superar la internación por Covid 19, las secuelas persiguen durante meses. Debilidad, olvidos, pulmón doliendo, mareos, taquicardia, visión más limitada, audición y olfato comprometidos, mucho cansancio, perdida de la tonicidad muscular, se enumeran como los problemas que deja la enfermedad.
Vale recordarlo en estos momentos en que se hace difícil pedir a la población que restrinja movimientos y que respete los protocolos de prevención a rajatablas ya que la gestión de las vacunas tiene el ritmo que tiene y parece difícil de revertir en el corto plazo.
Para este domingo 23 está anunciada la llegada desde Emiratos Árabes de 250 mil dosis de Sinopharm que permitirán continuar con el operativo de vacunación que avanza a un ritmo preocupante.
De colocarse todas esas dosis en la semana se llegaría a inocular al 5% de la población cuando los expertos estiman que debe vacunarse al 70% para comenzar a dar fin al ciclo de contagios.
Entonces, el escándalo del viernes en los vacunatorios de la capital y las principales ciudades del país debe llamar a la reflexión sobre la necesidad de informar con mejor criterio para evitar aglomeraciones innecesarias.
“Es una vergüenza cómo nos tienen. Desde las 3:00 que estamos y ahora nos avisan que no tienen vacunas y al pedo vinimos, es una vergüenza porque no puede ser así el trato que estamos recibiendo. Tres cuadras de fila hay acá”, cuestionó un adulto mayor en la fila del Hospital de Barrio Obrero.
Las cámaras de GEN tomaron dolidos testimonios: “Es una pésima organización, no puede ser así, la gente tiene que levantarse a la madrugada y al final no hay vacunas. No puede ser que le hagan venir de balde a la gente de la tercera edad. No sé qué le pueden decir a la gente, traten de no morir en estos días”, expuso otro.
Situaciones similares se vivieron en la gobernación de Alto Paraná y en el sambódromo de Encarnación, por citar los sitios donde las protestas fueron más importantes.
Por lo pronto se anunció que se continuará aplicando vacunas a mayores de 65 años apenas se tengan las nuevas dosis de Sinopharm entre hoy y mañana. También, el Ministerio de Salud espera que esta semana lleguen lotes de Moderna (100.000 dosis) y la próxima semana de Covax (134.400).
Una buena noticia fue el anuncio de la Cancillería de que Agencia de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) autorizó esta semana la exportación a Paraguay de 784 toneladas de oxígeno médico, debido a su alta demanda en medio de la pandemia del Covid-19.
Las operaciones se realizarán en secuencias semanales con isocontenedores de empresas comercializadoras de oxígeno que habían manifestado preocupación por la falta de stock.
Dura realidad
Entre tanto, José Fusillo, presidente de la Sociedad de Neumología (SPN), lamentó el récord de 3.031 contagios de coronavirus en 24 horas registrado el jueves, donde el 50% de las 6.111 muestras obtuvieron resultado positivo.
“Tenemos una meseta elevada, no estamos encontrando el descenso que necesitamos nosotros como personal de blanco para descansar”, manifestó Fusillo. El profesional médico insistió en que los hospitales continúan repletos a raíz de las internaciones por coronavirus. “No se pueden crear más espacios, los hospitales están repletos, viviendo todos los días escenas de mucho dolor. La gente te pide rogando un lugar para su familiar”, contó.
Mirna Gallardo, presidenta del gremio de enfermería agregó: “El equipo en este momento está desbordado. Lo que se observa es una falta de planificación del Ministerio de Salud. La cantidad de internados se ha duplicado y también el personal de enfermería se ha contagiado de COVID-19”, le dijo a Universo 970.
El gremio de la salud había solicitado la contratación de 1.000 a 1.500 enfermeres, a lo que el MSP dijo que contrataría 675, promesa que no cumplió.
Citó para ejemplificar el caso del Hospital de Barrio Obrero donde cinco enfermeras deben atender a 30 pacientes en estado delicado y la cantidad de internados va en aumento de forma diaria. De acuerdo al protocolo, una enfermera debe atender de cinco a seis pacientes.
Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud lo dejó en claro: «Estamos mal, pero puede ser peor», apuntó. “Tenemos que parar la fábrica de casos nuevos. Ningún país tiene recursos para sostener esto «, dijo en tono muy grave.
Asunción y Central, Paraguarí, Misiones y Ñeembucú aparecen como las zonas rojas mientras crecen los casos en Itapúa.
Se mueren más los que tienen entre 60 a 80 años, son casi el 70%, pero es la obesidad la que viene complicando a personas de entre 30 y 40 años.
“El índice de masa corporal es mucho más importante que la edad al contagiarse con Covid. Es más importante que si uno tiene VHI o si uno tiene una enfermedad autoinmune”, dijo
A propósito del tema, Karina Fernández, presidenta de la Sociedad de Medicina Crítica y Cuidados Intensivos lo hizo gráfico: “Estamos cansados, van ingresando personas y en cuestión de horas fallecen. No siempre tienen que tener patología de base, es algo bastante delicado esto. Tenemos camas limitadas y personas a la espera”.
Afecciones pulmonares, renales, neurológicas y vasculares aparecen en los cuadros. “Vemos sangrados cerebrales, hematomas, convulsiones y genera encefalopatía. Afecta también al sistema nervioso central. Cuando el oxígeno domiciliario comienza a subir y si no hay control del personal, se hace más difícil. Nosotros estamos trabajando con falta de personal, hay mucha cantidad de personas, los recursos son limitados”, describió.
Volviendo a Sequera, el epidemiólogo pidió especial cuidado a las embarazadas: «Tenemos 20 madres fallecidas por Covid y miles de embarazadas contagiadas. No es momento de hacer baby showers», afirmó.
El funcionario insistió en las excusas ante el alto porcentaje de adultos mayores que estaban inscriptos y no fueron a vacunarse, aunque nada dijo de las necesarias brigadas casa por casa para revertir ese cuadro de situación.
Intentaron ayudar los obispos al señalar que vacunarse es una «obligación moral». La Conferencia Episcopal (CEP) hizo un llamamiento “a los católicos, en particular, y a las personas de buena voluntad, en general… a promover la vacunación, viendo en ella no solamente un medio efectivo de evitar los casos graves de esta enfermedad, sino un verdadero acto de amor propio y de caridad con el prójimo”.
Entre tanto en el senado fueron mujeres las que advirtieron: Esperanza Martínez (FG) dijo que se está cerca de alcanzar la cifra de fallecidos que equipara a dos veces y media por semana al saldo del incendio de Ycuá Bolaños (que en 2004 provocó la muerte de casi 350 personas). Eso sin mencionar que ya son más de 8 mil los fallecidos por el virus.
Desirée Masi (PDP) fue más dura: “El Gobierno necesita resetearse, hacerse una mínima autocrítica o se va. Democráticamente en el 2023, o por el proceso establecido en la Constitución”, lanzó.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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