El oficialista Partido Colorado de Paraguay impuso su mayoría en la Cámara de Diputados para rechazar los pedidos de juicio político al presidente Mario Abdo Benítez y su vice, Hugo Velázquez, por mal manejo de la pandemia.

La clave de esta posición del oficialismo fue el acuerdo entre las fracciones que encabeza el mandatario Abdo Benítez y aquella que lidera el expresidente Horacio Cartes.

Los colorados están divididos: 24 diputados responden a Cartes, 18 a Abdo Benítez y hay un independiente, pero esta vez coincidieron en votar juntos para descartar el proceso.

Honor Colorado, el sector de Cartes, dejó entrever durante algunos días la chance de un voto a favor de iniciar el juicio “según fuera la acusación”, pero este miércoles se desvanecieron las esperanzas opositoras.

La iniciativa de la oposición fue respaldada durante los últimos diez días por miles de ciudadanos en manifestaciones en las calles, en medio de una situación crítica del país por la suba de los contagios.

Tras conocerse este resultado, las protestas sociales se intensificaron en las calles y se produjo la represión por parte de la policía.

El pedido de juicio a Abdo Benítez fue rechazado por 42 diputados y defendido por 36 (hubo dos ausentes) y el de Velázquez terminó con idéntico resultado.

Las bancadas oficialistas forzaron una sesión extraordinaria –y constituir al plenario como comisión- para discutir este mismo miércoles el pedido de juicio, para evitar que el tema estuviera en debate en los medios y la calle.

Las protestas sociales contra el presidente Abdo Benítez cumplieron este miércoles 11 días, aunque en las últimas jornadas las manifestaciones mermaron debido al toque de queda que impuso el Gobierno por la grave situación sanitaria por la pandemia.

El de este miércoles fue el segundo intento de juicio que esquiva Abdo Benítez, ya que en agosto de 2019, también con los votos colorados, salvó otra instancia similar.

En aquel momento, el pedido de juicio fue por la firma de un acta secreta, sin hacerla pública a los ciudadanos ni al Congreso, para venderle energía a Brasil en condiciones que la oposición juzgaba muy desfavorables.

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