Piñera militariza el norte de Chile por «crisis migratoria»
A 22 días de dejar el Gobierno, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, declaró estado de excepción constitucional en cuatro provincias del norte del país y otorgó facultades especiales a las Fuerzas Armadas para controlar la inmigración irregular en esa zona.
La medida contempla el despliegue de 672 militares y 100 policías en la frontera norte de Chile, que limita con Bolivia y Perú.
Piñera argumentó una «crisis migratoria y de seguridad», principalmente en las provincias de Arica, Parinacota, Tamarugal y El Loa.
El decreto fue publicado este miércoles en el Diario Oficial chileno y se extenderá por 15 días, con la posibilidad de renovarse por otras dos semanas.
«Hemos fortalecido significativamente la presencia, equipamiento y tecnología de quienes deben resguardar nuestras fronteras», señaló Piñera en declaración a la prensa.
El mandatario explicó que los policías y militares podrán realizar patrullajes y controles a pie y en vehículos, además de establecer nuevos puestos de observación, desplegar aviones no tripulados y drones.
Se habilitarán también helicópteros para vigilancia y traslado, y se utilizarán cámaras de visión nocturna, térmicas y equipos satelitales de comunicación.
Según Piñera, la inmigración irregular «ocurre prácticamente en todos los países de América Latina, producto de una migración extraordinaria, que es la consecuencia de la crisis en Venezuela».
La crisis se ha agudizado en las últimas semanas, con alrededor de una veintena de migrantes muertos por las condiciones extremas de altitud y temperatura al tratar de ingresar por las fronteras.
Esta decisión se da, además, en medio de protestas xenófobas de habitantes de poblaciones del norte del país que atribuyen a la inmigración ilegal temas como inseguridad y contaminación.