Plan regional para recuperar la identidad
04 septiembre, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
Buscan formar una red latinoamericana para la identificación de personas
Mariana Herrera Piñero es directora del Banco Nacional de Datos Genéticos de Argentina. En cooperación con Uruguay trabaja para crear un sistema de búsqueda e identificación de desaparecidos.
La directora del Banco Nacional de Datos Genéticos (Bndg) de Argentina, Mariana Herrera Piñero, ofreció una conferencia sobre Derechos Humanos en la sede de la Fundación Vivian Trías de Montevideo.
Fruto del legado científico de las Abuelas de Plaza de Mayo, el Bndg almacena y registra, desde su fundación en 1987, material genético y muestras biológicas de grupos familiares de personas secuestradas y desaparecidas durante la última dictadura argentina (1976-1983). En 2000, gracias a un trabajo de cooperación con la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente (SDH) de Uruguay, el Bndg contribuyó a la restitución de la identidad de la diputada Macarena Gelman, hija de detenidos desaparecidos y nieta del poeta argentino Juan Gelman.
Herrera dijo a América XXI que el propósito en el futuro es poner en marcha una “Red Latinoamericana para la búsqueda e identificación de personas desaparecidas víctimas de trata, robo de bebés o casos de identificación de cuerpos de migrantes”.
¿Con qué motivaciones nace el Bndg? ¿Cuál es su principal tarea?
El Banco Nacional de Datos Genéticos es un organismo autónomo y autárquico, creado en 1987 por la Ley 23.511. Es un archivo sistemático de material genético y muestras biológicas de familiares de personas que han sido secuestradas y desaparecidas durante la dictadura militar argentina. Su objetivo es garantizar la obtención, almacenamiento y análisis de la información genética que sea necesaria como prueba para el esclarecimiento de delitos de Lesa Humanidad cuya ejecución se haya iniciado en el ámbito del Estado Nacional hasta el 10 de diciembre de 1983.
El Banco viabiliza la búsqueda e identificación de hijos e hijas de personas desaparecidas, que fueron secuestrados junto a sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres y auxilia a la justicia y/o a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales especializadas en la identificación genética de los restos de personas víctimas de desaparición forzada.
Durante 30 años, el Bndg desarrolló una base de datos apoyada en muestras genéticas y realizó miles de análisis en niños y niñas sospechados de ser hijos de desaparecidos y de haber sido apropiados por represores. Desde la sanción de la ley 26.548, en 2009 el Banco pasó a la órbita del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y pasó a ocuparse exclusivamente de esta tarea.
¿Cuántos nietos se han encontrado hasta la fecha?
Actualmente son 122 los nietos cuya identidad ha sido restituida. Cabe aclarar que el Bndg ha colaborado en 75 restituciones de las resueltas por las Abuelas de Plaza de Mayo a la fecha. El resto de las identificaciones se produjeron por otros medios, porque estos eran niños secuestrados junto a sus padres, con lo cual las abuelas podían reconocerlos y contaban con fotografías de ellos. Además, el Banco ha colaborado en la devolución del apellido paterno a muchos niños que nacieron luego de la desaparición de su padre y a quienes la justicia no accedía a otorgarles el apellido hasta no tener el análisis genético correspondiente.
Desde el Bndg se ha expresado la necesidad de crear una red latinoamericana de identificación de personas. ¿Cuál es la situación regional en este sentido?
Hay dos aspectos importantes a tener en cuenta: uno tiene que ver con lo que respecta a delitos de lesa humanidad en el marco del Plan Cóndor. Ese quizás es el más difícil de instrumentar, ya que implica un compromiso de distintos países en rever su historia y encarar un proceso de reparación de crímenes por parte de los Estados nacionales. La Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas, si bien no trabaja en red, establece protocolos de trabajo que podrían el día de mañana generar un trabajo en red.
El otro aspecto muy importante es lograr armar una Red Latinoamericana para la búsqueda e identificación de personas desaparecidas víctimas de trata, robo de bebés o casos de identificación de cuerpos de migrantes. Todos sabemos que la trata, el robo de bebés y las migraciones trascienden fronteras, por lo que desarrollar sistemas de búsqueda en red puede resolver con mayor eficiencia estos delitos. Esto es algo que se necesita para la región, y seguramente los Estados mostrarían interés ya que es una problemática actual.
¿Qué responsabilidades han asumido los Estados latinoamericanos para la restitución de la identidad? ¿Cuáles son los países que evidencian mayores avances?
Con Perú y Colombia estamos trabajando intensamente. El año pasado nos visitaron expertos peruanos para recibir capacitación y recientemente nuestro subdirector viajó para conocer, evaluar y brindar sugerencias a dos laboratorios ubicados en las ciudades de Lima y Ayacucho. Con Colombia tenemos también una cooperación basada en la capacitación de los recursos humanos, y ellos nos ofrecen consejo a la hora de certificar normas de calidad en nuestros laboratorios.
También nos ha solicitado asistencia técnica la Asociación Pro-Búsqueda de El Salvador, que investiga los casos de niños y niñas que fueron separados de sus familiares durante el conflicto armado en dicho país.
En Uruguay tenemos contacto con la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, que tiene una base de datos de cerca de 121 grupos familiares que buscan a sus desaparecidos. La intención es poder compartir información además de capacitarlos en el campo del ADN mitocondrial y que se puedan incorporar nuevas tecnologías.
A futuro esperamos que todos estos esfuerzos puedan redundar en una red en donde se compartan datos e información, porque hay que tener en cuenta que los nietos que estamos buscando en Argentina pueden estar viviendo en cualquier lugar del mundo. Es por ello que en el exterior Abuelas de Plaza Mayo y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) se encuentran creando nodos a los que puedan acercarse y dejar su muestra quienes dudan de su identidad.
¿Existe cooperación en este proceso, especialmente entre los seis países en los que se articuló el Plan Cóndor?
El Bndg realizó el estudio que motivó la recuperación de identidad de la diputada uruguaya Macarena Gelman.
No hay acuerdos de cooperación entre los Estados ya que no todos los países que participaron del Plan Cóndor han promovido investigaciones respecto de los delitos de lesa humanidad cometidos en sus países. Sí puede haber solicitudes por parte de la justicia que se cursan a los países de la región.
El Plan Cóndor consistió en una asociación ilícita de dictaduras que tuvo como claro objetivo desaparecer personas y apropiarse de niños. Como decía antes, eso motiva a no saber si los nietos buscados están en Argentina o en otro país de la región. Hay que tener en cuenta que tres restituciones se produjeron a partir de personas que viven en el exterior.
La realidad es que sin el compromiso de los distintos estados nacionales es muy difícil montar y poner en marcha bases de datos y laboratorios destinados a la identificación de desaparecidos. Es por eso que el Banco Nacional de Datos Genéticos es un caso de éxito único, en donde un Estado que es responsable de los crímenes que se perpetraron decide articular una política de reparación para esos delitos.