Preocupa la renegociación del Tratado Binacional de Itaipú
Por Jorge Zárate
Tras la reunión que mantuvieron el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, con su par brasileño, Jair Bolsonaro, el 24 de noviembre pasado, voces desde ambos países expresaron preocupación sobre “el modelo energético” que ambos plantean. Sobre todo, en el escenario previo a la renegociación del Anexo C del Tratado binacional de Itaipú en 2023, cuando se cumplirán 50 años de la firma del acuerdo que posibilitó la construcción de la mayor represa hidroeléctrica de Sudamérica cuya propiedad comparten Brasil y Paraguay.
Dicho anexo establece que ambos socios son dueños en mitades iguales de la energía generada, pero, de no utilizarla, el otro socio tiene prioridad de compra, a precios de costo.
Voceros paraguayos como el diputado del Parlasur Ricardo Canese (Frente Guasu), vienen señalando hace años que la renegociación de 2023 debería permitirle a Paraguay vender sus excedentes a precios de mercado a otros países, Argentina y Uruguay por ejemplo.
Esta situación le permitiría a Paraguay mejorar sustancialmente, en al menos 2 mil millones de dólares, su presupuesto público para infraestructura y servicios sociales.
Paraguay sólo usa el 10 % de la electricidad de Itaipú, por lo que el resto se comercializa en Brasil que lo compra a precio de costo, pero después lo vende a empresas privadas que multiplican hasta por 10 el precio del megavatio/hora (Mwh) que pagan las industrias del ABC de la ciudad de San Pablo, el conglomerado fabril más importante del cono Sur.
Organizaciones sociales, en una reunión mantenida en Foz de Yguazu el pasado 26 de noviembre, recordaron que “la energía es un derecho humano fundamental, y como tal, su uso y goce debe ser para beneficio de los pueblos”.
Fue durante el seminario “Soberanía e Integración Eléctrica Regional – Modelo energético actual: ¿Desarrollo para quién y para qué?”.
Allí, en un manifiesto conjunto recordaron que “el sistema energético actual convencional es perverso, excluyente e inequitativo. Genera riqueza y pobreza al mismo tiempo. Riqueza para los mercados y pobreza para el pueblo.
“Exigimos a Itaipu Binacional y a los Estados Socios a reconocer los derechos de los pueblos Ava Guarani Paranaense de ambas márgenes, afectados y expulsados por la construcción de Itaipú, e instamos a reinsertarlos en sus territorios ancestrales de manera a preservar los bosques atlánticos o Selva Paranaense», señalaron.
El tema es más que sensible para la población paraguaya, al punto que en estos días, la Pastoral de Juventud en el marco de la XXIV Peregrinación Nacional de Jóvenes pidió seriedad y transparencia en la renegociación del Tratado de Itaipú “en donde nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos y nietos está en juego”.
“Recuerden eso al negociar, sean honestos, patriotas y sobre todo paraguayos”, pidieron en un texto que dieron a conocer tras sus deliberaciones.
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