El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, extendió a la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas (centro-norte del país) el estado de excepción, declarado inicialmente en Guayas (suroeste) y Esmeraldas (norte), afectadas por una ola de atentados atribuidos a bandas del narcotráfico.

El presidente amplió el estado de excepción a Santo Domingo de los Tsáchilas en atención a un pedido realizado por congresistas y autoridades locales de esa provincia ante la escalada de violencia.

Desde el pasado martes, Ecuador vive una ola de ataques con explosivos que se han focalizado en Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas, con cinco policías y un civil fallecidos, además de varios heridos.

Los actos violentos, que el Gobierno calificó como actos «terroristas», han incluido ataques a puestos policiales y gasolineras, así como la detonación de coches bomba y enfrentamientos a tiros entre delincuentes y policías.

El decreto detalló que en las últimas horas en Santo Domingo de los Tsáchilas se han registrado cinco explosiones en gasolineras y espacios públicos, relacionadas con los mismos grupos de delincuencia organizada.

«Los hechos antes descritos han generado una considerable alarma social por cuanto es claro que los mismos se realizan de manera coordinada y con el propósito de causar miedo o pánico en la población en general», precisó el decreto.

Con el estado de excepción se establece la suspensión del ejercicio de los derechos a la libertad de asociación y reunión, la libertad de tránsito, la inviolabilidad de domicilio e inviolabilidad de correspondencia.

Se establece, asimismo, la movilización de las Fuerzas Armadas en apoyo a la Policía para mantener el orden, además de prevenir acontecimientos de violencia y proteger la vida e integridad física de la ciudadanía.