El presidente de Colombia, Iván Duque, llegó a Cali en la tarde de este martes, en las horas previas a un nuevo Paro Nacional que incluirá este miércoles más movilizaciones y un boicot financiero (no realizar operaciones bancarias o financieras) durante 12 horas.

El objetivo de Duque es calmar las presiones internas de la extrema derecha que se dirimen entre quienes piden más mano dura contra los manifestantes del Paro Nacional y quienes creen que todo tenderá a agravarse.

Hacia afuera, la imagen desgastada de Duque como jefe de Estado trata de ser salvada con encuentros con los representantes del paro en la ciudad de Cali y generar la idea de «compromiso con la unidad» del país.

El mandatario no quería estar allí (incluso funcionarios de su Gobierno se enteraron bien tarde del viaje) pero las presiones por derecha ante la grave situación en la ciudad lo obligó a ejercer sus responsabilidades.

La demora de Duque en volver a Cali (antes, estuvo apenas tres horas en la madrugada del lunes, a hurtadillas como un prófugo) recibió cuestionamientos incluso desde el Centro Democrático, su partido, fundado Álvaro Uribe.

Desde hace varios días se reclamaba la presencia de Duque en la ciudad, capital del Valle del cauca, no sólo por la magnitud de la protesta sino también por la violencia que incluyó ataques con arma de fuego a los manifestantes.

Pero la mayor demanda para Duque en Cali está marcada por el desabastecimiento de alimentos y combustible debido a los cortes de carreteras: su orden es quitar los bloqueos y desplegar más fuerza militar y policial.

Este martes también se conoció una actualización de datos sobre víctimas de la Defensoría del Pueblo de Colombia, según la cual en los primeros 13 días de protestas se registraron al menos 42 personas muertas.

En medio de la represión policial y militar en varias ciudades del país, la misma fuente reveló que otras 116 personas permanecen desaparecidas.

Mientras tanto, la población que salió a las calles en Cali -la ciudad más movilizada y a su vez más castigada por la represión junto con Bogotá- denunció la incomunicación tecnológica a la que los somete el Gobierno y las fuerzas de seguridad.

«En Cali están incomunicados, no los dejan hacer videos, es decir los videos no cargan. (Las transmisiones) en vivo están bloqueadas», señaló un comunicado de los manifestantes difundido en las redes en la tarde de este martes.

«Están disparando en Cali. La gobernación acaba de cerrar fronteras en todo el Valle del Cauca», agregaron en su denuncia, a través de un comunicado generado en la ciudad de Pasto, cabecera del departamento Nariño.

«Y Pasto no se queda atrás también; estamos bloqueados, no se puede transmitir y no sabemos que es lo que pasa en el centro de la ciudad», alertaron.

Luego, en las redes sociales difundieron este mensaje como alerta de una situación muy grave, más tensa en estas horas de miércoles cuando se realiza un nuevo Paro Nacional en todo el país.

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La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)

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