22 septiembre, 2017
category: DOCUMENTOS
Los y las representantes de las organizaciones políticas, sociales, religiosas y de trabajadores y trabajadoras; y las personalidades e intelectuales de 60 países del mundo que nos hemos reunido en Caracas, del 16 al 19 de septiembre de 2017, en el marco de la Jornada Mundial “Todos Somos Venezuela: Diálogo por la Paz, la Soberanía y la Democracia Bolivariana”; respaldamos firmemente al pueblo y al gobierno de Venezuela ante los ataques del imperialismo norteamericano, que día a día arrecia sus acciones de desestabilización contra la Patria Bolivariana; acciones que tienen su expresión más dramática en la violencia fascista desatada entre los meses de abril a julio del presente año, que dejó el lamentable saldo de 115 ciudadanos fallecidos, miles de heridos, destrozos generalizados y la agresión psicológica de la que fue objeto todo el pueblo venezolano.
Hoy, el imperialismo norteamericano asume la agresión política de manera directa en la persona del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien además de amenazar con emplear sus fuerzas militares contra Venezuela, encabeza una acción de cerco diplomático pocas veces vista, desde la Organización de Estados Americanos (OEA), con la participación de algunos gobiernos del área, a objeto de socavar la fortaleza de la democracia bolivariana; al tiempo que, mediante una Orden Ejecutiva, oficializa la práctica del bloqueo financiero que ya venía aplicando “para asfixiar a la economía venezolana”.
La agresión imperialista contra la Revolución Bolivariana constituye una flagrante violación de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, refrendada por los presidentes de todos los países de la región durante la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), efectuada en La Habana en enero de 2014, en la que se defiende el derecho soberano de cada país a definir su propio destino sin injerencia extranjera.
El gobierno del presidente Donald Trump, junto a destacados voceros y voceras de la oposición antinacionalista venezolana, despliega un plan dirigido a desestabilizar a las instituciones del Estado, mediante un conjunto de maniobras que fueron develadas y derrotadas gracias a una decisión política de alto calibre, que se fundamenta en el pensamiento filosófico del Comandante Hugo Chávez, líder histórico de la Revolución Bolivariana, como fue la elección, instalación y puesta en marcha de la Asamblea Nacional Constituyente.
Con la Constituyente, el pueblo venezolano inaugura un nuevo momento histórico, que ratifica y profundiza las bases del Estado social, democrático, de derecho y de justicia consagrado en la Constitución Bolivariana del año 1999; al tiempo que, alcanzó la paz, en una clarísima demostración del fracaso de las fuerzas de la extrema derecha que protagonizaron el horror de la violencia generalizada.
Los y las representantes de las organizaciones políticas, sociales, religiosas y de trabajadores y trabajadoras; y las personalidades e intelectuales que asistimos a esta Jornada Mundial “Todos Somos Venezuela: Diálogo por la Paz, la Soberanía y la Democracia Bolivariana”, tenemos la firme convicción de la importancia del diálogo político promovido por el presidente Nicolás Maduro, que tuvo su expresión más reciente en la reunión que sostuvieran en República Dominicana los representantes del Gobierno Bolivariano con los de la denominada Mesa de la Unidad Democrática, alianza que reúne a todos los factores de la oposición venezolana. De allí que, respaldamos firmemente la propuesta de diálogo impulsada por el Gobierno Bolivariano.
Destacamos que, muy por el contrario de lo que afirman los factores de la extrema derecha en distintas partes del mundo, con apoyo de las grandes transnacionales de la desinformación; la agenda electoral y democrática sigue su curso. En Venezuela, en unas semanas habrá comicios regionales, y los municipales y presidenciales serán en 2018; así como el referendo que confirmará o no el nuevo texto constitucional que elabora la Asamblea Nacional Constituyente. ¿Qué país del mundo puede exponer una práctica democrática de tal dimensión?
De allí que, condenamos la canallesca mentira, las falsas noticias y las tergiversaciones sobre la realidad venezolana, como principal estrategia sobre la cual se pretende desacreditar a la Revolución Bolivariana y al legítimo gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
Asimismo, apoyamos el esfuerzo que el gobierno y el pueblo de Venezuela hacen para superar los serios problemas derivados de la guerra económica, conducida desde las más altas esferas del gobierno estadounidense.
Nuestro compromiso con la paz, la soberanía y la democracia bolivariana está íntimamente vinculado al desarrollo de una amplia y permanente jornada de solidaridad en cada país, impulsada por cada organización política, social, religiosa y de trabajadores y trabajadoras de carácter democrático participante de esta Jornada.
La defensa de la Revolución Bolivariana es un deber ineludible de los pueblos de América Latina, el Caribe y el mundo; en el entendido de que en Venezuela se defiende el derecho a la soberanía, la independencia, la autodeterminación y la integración de nuestros pueblos.
A decir de José Martí, con la defensa de la independencia de Venezuela evitaremos que Estados Unidos caiga con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América.
Caracas, 19 de septiembre de 2017