Relaciones internacionales sin vacilaciones, ni extravíos – Por Ángel Rafael Tortolero Leal
28 julio, 2021
category: FORO DEBATE
Es evidente que ante el desprestigio de las grandes organizaciones multilaterales, la OEA, uno de ellas; está surgiendo una nueva geopolítica en este siglo XXI, que marca sustanciales diferencias con el unilateralismo de los viejos y derruidos imperios occidentales y sus chantajes, golpes de Estados y demás formas de dominación continental.
En consecuencia, está naciendo una nueva propuesta política internacional que ajena a la visiones dicotómicas del pasado (la guerra entre el bien Capitalista y el mal devenido del Comunismo), desmonta los supuesto irreconciliables entre la izquierda y la derecha y se planta como alternativa, ante la hegemonía y en favor de la autodeterminación, de cara a los necesarios cambios de los pesos y contrapesos en los organismos multilaterales y comprometidos con el logro de los equilibrios de poder necesarios para alcanzar los consensos requeridos, sin tutelajes imperiales, ni groseras imposiciones.
En ese marco de ideas, en la reunión de Cancilleres de la CELAC, desde la gran patria mexicana y en voz de su presidente Andrés Manuel López Obrador, se reaniman con las fuerzas de los pueblos, la re construcción de un multilateralismo, comprometido con la paz y la hermandad que propone sin ningún ambages, eliminar a la actual OEA y sustituirla por una instancia que venga a servir a los pueblos desde el respeto a las particulares histórica, políticas, económicas y culturales de cada país miembro.
Sin dudas, esta es una propuesta que se suma al clamor histórico por la construcción de nuevos espacios para ejercer con libertad y autonomía, las acciones necesarias en pro de los preceptos que demanda el respeto a la autodeterminación, las praxis de la solidaridad y el fortalecimiento de la complementariedad entre los pueblos del mundo.
Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene dicha propuesta, la derecha continental hace silencio y pretende convertir las palabras de AMLO, en una especie de tremendismo discursivo, contra las políticas de los EE.UU y su caterva de aliados, más que en una legitima iniciativa que involucra a todos por el bien de todos.
Es importante destacar, que aunque no sorprende la narrativa de los imperialistas y su evidente resistencia al cambio, no se puede obviar los peligroso son a la hora de defender su estatus de dominio, de allí que, lo dicho por López Obrador, obliga a los gobiernos libre y comprometidos con la causa de los pueblos, a cerrar filas y defenderle con firmeza, pues, por menos que eso, el imperialismo derroca presidente, devasta naciones y hace las guerras.
Quien tenga dudas simplemente observe la cadena de acontecimientos que están sucedido en este siglo XXI, las cuales a grandes rasgo podemos agrupar en tres situaciones que sirven a los fines de ilustrar lo antes dicho:
- Tenemos una China poderosa, desarrollada y productiva que bajo el mando de un gobierno Comunista, sin pretensiones injerencistas, ni imposiciones políticos ideológicas, comercia y provee al planeta de más del 80% de la demanda de mercancías, y sin embargo los EE.UU a pesar de ser socio beneficiario del alto nivel productivo del gigante asiático, no cesan en sus ataques contra él, ni abandona la tentativa de guerra, siempre presente en la política exterior norteamericana.
- Asimismo, luego del derrumbe de la Unión Soviética, la Rusia de hoy, independiente y libre, vuelve a ser referente mundial y sirve a la humanidad, con su desarrollo científico, técnico y militar, como contrapeso necesario ante el grosero intervencionismo de fuerzas mercenarias de factura estadounidense en Asia Occidental y en otros sitios del mundo. (Siria es un ejemplo de lo antes dicho).
- En ese orden, Irán, Turquía, India y Sur África, reconfiguran nuevas alianzas diplomáticas, políticas y económicas que se extiende hacia la América latino caribeña, las cuales, sumadas a los evidentes aportes de China y Rusia, se presentan como una oportunidad que obliga a la integración estratégica regional, sobre la base del desarrollo de las potencialidades que le son propias a cada nación, las cuales configuran bloques de poder que se suman a los esfuerzos por el mundo multipolar, pluriétnico y multicultural al que se opone el imperio y sus secuaces adeptos.
He allí el punto crítico que se deriva de la propuesta de AMLO, pues no solo se trata de la sustitución de un organismo multilateral por otro, sino de hacer valer los preceptos filosóficos y políticos que deben guiar las relaciones internacionales. Lo que indudablemente implica, expulsar al injerencismo y las hegemonías, para avanzar en pro del logro un mejor mundo de vida con respeto absoluto a las diferencias.
Por supuesto, que la iniciativa presentada en la CELAC, riesgosa y a contracorriente de los poderosos triunfadores de la segunda guerra mundial, pasa por un ejercicio diplomático de gran envergadura, que arranca con el concurso de los gobiernos progresistas de la región y el empeño de Presidentes demostradamente Anti Imperialistas, que asumen y proponen sin vacilaciones, ni extravíos, las aspiraciones colectivas por la construcción de un multilateralismo si hegemonías imperiales.
Esta es la hora de la diplomacia de los pueblos, el compromiso por la paz y por la vida y el desarrollo pleno de nuevos relacionamientos, que sumen a la construcción de mejores condiciones de vida para toda la humanidad.
En América Latino Caribeña las cartas están echadas y el mapa político está cambiando con vertiginosa prontitud, ojala los intereses colectivos continentales se impongan sobre las groseras apetencias de dominio de los gobernantes del imperio y sus sirvientes devotos en el continente, si así ocurriera, serían bienvenidos al siglo XXI, a la era del respeto a la diversidad.
América XXI es un medio de comunicación dedicado a ofrecer contenido de alta calidad periodística desde y para América Latina y el Caribe. Actualmente se sostiene gracias a los aportes de quienes acompañan este proyecto de autogestión. ÚNETE