Rusia, Turquía e Irán refuerzan su alianza para la paz en Siria
Rusia, Irán y Turquía reforzaron su alianza estratégica para acabar con la guerra en Siria, con algunos matices como el del gobierno turco que planteó que la «lucha contra el terrorismo» se realice sin distinción, en clara referencia a las milicias del pueblo kurdo.
Los presidentes de los tres países realizaron este miércoles una cumbre trilateral en Ankara en la que reafirmaron su compromiso de trabajar juntos en favor del fin del conflicto armado en Siria y de luchar contra «las organizaciones terroristas».
Los tres mandatarios firmaron una declaración conjunta, divulgada por la agencia turca Anadolu, que prevé encontrar una «solución duradera» para Siria y cuestiona la intervención extranjera para generar más violencia.
«La única intervención extranjera efectiva a favor de la paz es el proceso de Astaná», señala la nota, en referencia a los encuentros en la ciudad capital de Kazajistán fomentados por Turquía, Rusia e Irán. Recuerda además que esto permitió «acelerar el llamado proceso de Ginebra», bajo mediación de la ONU.
La declaración pide continuar la lucha para «erradicar el Estado Islámico, el Frente Al Nusra y todos los grupos vinculados a Al Qaeda o el Dáesh» pero pide diferenciar de estas «organizaciones terroristas» los «grupos armados de la oposición que participan o participarán en el alto el fuego» y «priorizar la prevención de la muerte de civiles».
El texto conjunto señala que la paz se alcanzará mediante un proceso «libre, justo y transparente dominado por los propios sirios, y que lleve a una Constitución respaldada por el pueblo sirio y unas elecciones libres y justas con la participación de todos los votantes sirios bajo la apropiada supervisión de Naciones Unidas».
Tras el encuentro, en una presentación ante la cumbre, el presidente iraní, Hasan Rohaní, dijo que «algunos países, como Estados Unidos, querían utilizar a las organizaciones terroristas como herramientas» de penetración territorial en la república árabe Siria.
Agregó que el conflicto sirio, que lleva siete años, es «un gran problema causado por terroristas, que fueron entrenados por otros países, y que recibieron armas modernas y financiación».
«No nos podemos fiar de las palabras y promesas de los estadounidenses. Primero dijeron que querían abandonar Siria y ahora dicen que se quedan, si los países árabes pagan. Parece que se quieren quedar, pero a cambio de dinero», agregó Rohaní.
En la misma rueda de prensa el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció que el presidente estadounidense, Donald Trump trataba de obtener «siete billones de dólares», en referencia a la cantidad que Washington dice que su país ha gastado en guerras en Oriente Medio en los últimos años.
Este miércoles, Trump reiteró su queja de que Estados Unidos gastó más de 7.000 millones de dólares en Oriente Medio en los últimos años y no ha conseguido «nada más que muerte y destrucción».
Erdogan no dejó pasar su ofensiva contra los kurdos en Siria. Advirtió sobre la necesidad de combatir a «todas las organizaciones terroristas, sin distinción», en alusión a las milicias contra las que Turquía combate en territorio sirio al considerarlas fuerzas terroristas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguro que el proceso de paz se está consolidando en Siria después de la derrota del Estado Islámico (Daesh) aunque denunció que «los terroristas intentan envenenar el proceso de pacificación».