En toda América Latina y en varias ciudades del resto del mundo se realizarán este sábado actividades para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer jornada que cada año denuncia la violencia que se ejerce sobre las mujeres y reclamar políticas para su erradicación.

La violencia machista está generalizada en prácticamente todo el mundo más allá del grado del desarrollo de cada nación aunque América Latina y otras regiones del planeta están por encima de los promedios mundiales de las diferentes formas de ejercer esa violencia, especialmente en casos de femicidio o feminicidio.

La jornada mundial recuerda un nuevo aniversario del asesinato de las hermanad Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, víctimas del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo el 25 de noviembre de 1960.

Las tres activistas y militantes contra la dictadura de Trujillo aparecieron muertas en el interior de un vehículo tras ser asesinadas por un escuadrón enviado por el propio dictador. Aquel triple homicidio fue uno de los detonantes de la caída de Trujillo y se transformó en emblema de todas las víctimas de aquel régimen y, con el paso del tiempo, de la opresión sin importar las latitudes.

En 1981, el movimiento feminista latinoamericano asumió la fecha del asesinato de las hermanas Mirabal para reivindicar la lucha contra la violencia machista. En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.

Aquel pronunciamiento de la ONU no fue solamente aval a la lucha de las mujeres latinoamericanas sino que además definió los términos que determinan un hecho violento contra la mujer: violencia física, amenazas, violencia psicológica, prohibición de libertad, tanto en la vida pública como en la privada.

En diciembre de 1999 la jornada de cada 25 de noviembre fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas. A través de la resolución 54/134 invitaba a gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra la mujer.

Cuando Trujillo llegó al poder de República Dominicada, su familia Miraval perdió casi toda su fortuna y las tres jóvenes hijas comenzaron a participar en los movimientos contra el dictador. Se las conocía como “Las Mariposas”.

Dos de las hermanas, Minerva y María Teresa, fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones. Continuaron su lucha hasta que Trujillo decidió terminar con ellas. Ocurrió un 25 de noviembre de 1960. El dictador fue asesinado el 30 de mayo de 1961.