Se repite en Perú la tragedia de contaminación ambiental
Técnicos, organizaciones no gubernamentales, ciudadanos de a pie y especialistas internacionales trabajan en Perú contra reloj para mitigar los daños ambientales provocados tras el derrame en el mar de más de 6.000 barriles de petróleo de la empresa Repsol.
La contaminación se ha extendido a lo largo de más de veinte playas y ha alcanzado zonas reservadas, mientras diversas entidades del Estado investigan a la empresa, que tiene un historial de 32 infracciones por malas prácticas, según reportes de la prensa local.
Hasta este sábado, de acuerdo a datos brindados por el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, la franja de la playa afectada por el petróleo es de 1,8 millones de metros cuadrados, a lo que se suman otros 7 millones de metros cuadrados de mar.
Sumadas la playa y el mar, la superficie total afectada, según datos oficiales dados a conocer este sábado, equivale a más de 1200 campos de fútbol.
El Gobierno de Perú declaró en emergencia ambiental el área geográfica que comprende la zona marina costera afectada por el derrame de petróleo ocurrido en el mar de Ventanilla, que sigue extendiéndose por todo el litoral peruano.
La Dirección General de Calidad Ambiental ha determinado que el derrame de petróleo crudo constituye un evento súbito y de impacto significativo sobre el ecosistema marino costero de alta diversidad biológica.
Además del daño a la fauna silvestre y a los recursos hidrobiológicos, implica un alto riesgo para la salud pública; por lo que el Ejecutivo considera la procedencia de la Declaratoria de Emergencia Ambiental.
La misma norma aprueba además el Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo para la atención de la emergencia ambiental en el área geográfica afectada por el derrame de crudo.
La ejecución del Plan de Acción Inmediato y de Corto Plazo está a cargo de las entidades públicas involucradas en su cumplimiento, en coordinación con los respectivos gobiernos regionales y locales.
El derrame ocurrió durante el proceso de descarga de petróleo del buque Mare Doricum hacia la Refinería La Pampilla la tarde del 15 de enero, recordó un artículo del portal Salud con Lupa.
De acuerdo a lo informado por la compañía italiana Fratelli D’Amico, que administra el buque, se debió a la ruptura de la tubería submarina.
La empresa italiana no explicó las causas de la ruptura, pero la gerenta de comunicaciones de Repsol, Tine Van Den Wall Bake, dijo que la catástrofe se ocasionó como consecuencia de la erupción del volcán submarino Tonga en el Pacífico Sur.
Según afirmó, debido al oleaje anómalo se rompieron los cabos de estribor y se produjo un movimiento brusco del buque; por ello, se paralizó la descarga y aplicó el plan de contingencia.
Esta versión ha sido puesta en duda por testimonios que aseguran que el mar estaba calmo al momento del incidente, informó el mismo artículo del citado portal digital.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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