Al menos en dos oportunidades, en los últimos años, ha sonado en los medios noticiosos venezolanos el nombre de Gedeón, una figura bíblica extraída del llamado Libro de los Jueces y otros como el Génesis, Éxodo y Números.

Sin embargo, la relación con ese nombre extraído del libro sagrado de los cristianos, no se ha hecho de manera explícita en el uso del sustantivo como  epónimo de terroristas coordinados por la CIA y el Pentágono, para operar en desestabilizaciones armadas contra Venezuela y las instituciones democráticas del Estado y de la Revolución Bolivariana.

Lo cierto es que el día 8 de agosto de este año se supo de la sentencia, por tribunales venezolanos, de dos terroristas gringos, ex boinas verdes -Luke  Denman y Airan Berr- condenados a 20 años de prisión, luego de ser capturados en costas patrias por su intento de atentar contra nuestra soberanía e integridad, el pasado mes de mayo de este mismo año.

Resulta curioso -por decir lo menos- que dos días después (el sábado 10 de agosto) de la fecha en que se produjo la aludida sentencia, desapareciera sin dejar rastros, el revolucionario venezolano, antiimperialista, intelectual orgánico y teórico en argumentaciones contra las guerras de IV y V generación, Carlos Lanz Rodríguez.

Enemigo declarado del Imperio y la CIA, Lanz Rodríguez, es un «objetivo militar» en todos los planes conspirativos, terroristas y desestabilizadores contra Venezuela. De aquí que no sea de extrañar que la desaparición o secuestro de Carlos Lanz Rodríguez tenga que ver directamente con la prolongación de la llamada Operación Gedeón, bajo el mando directo del Pentágono, la CIA, de Donald Trump y de sus secuaces, como el mandatario colombiano  Iván Duque.

Para el momento de escribir esta nota de opinión, el compañero Carlos Lanz sigue desaparecido, mientras el Estado venezolano y sus servicios de seguridad e inteligencia hacen arduos esfuerzos por localizarlo. Estamos ante un caso que puede ser punta de iceberg de la continuación de los planes terroristas de invasión, conquista y aniquilamiento del pueblo venezolano, de  La Revolución Bolivariana y del futuro de los pueblos rebeldes y antiimperialistas.

Todos los factores revolucionarios, patrióticos y conscientes unimos hoy esfuerzos ante la figura digna, ejemplar y valiente del compañero Carlos Lanz Rodríguez. Su caso nos ofrece nuevas luces para nuestras luchas de liberación y construcción del socialismo y teniéndolo como ejemplo, ¡VENCEREMOS!

Ilustración: afiche colectivo

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