La Paz-El Alto: viajan 200 millones de pasajeros
Eusebia Quispe, una mujer indígena aimara de unos 70 años, recibió un premio especial este lunes por haberse convertido en el pasajero número 200 millones del transporte teleférico de Bolivia que une las ciudades de La Paz y El Alto, inaugurado hace menos de 5 años.
La línea La Paz-El Alto es considerado el teleférico más extenso a mayor altura del mundo, recordó el gerente general de la empresa estatal de transporte Mi Teleférico, César Dockweiler, quien explicó que la pasajera, que estaba acompañada de una hija, recibió un vehículo como premio.
La mujer relató que se preocupó cuando fue abordada por personal de la estación en la que subió ya que el molinete detectó su paso y avisó que se trataba de la pasajera número 200 millones. Finalmente el objetivo era darle la noticia del premio.
El teleférico boliviano, que actualmente es una red de transporte de más de 30 kilómetros, comenzó a operar en mayo de 2014 y la primera línea en hacerlo fue precisamente la roja que registró al pasajero 200 millones.
Entre las ciudades de La Paz y El Alto viven cerca de dos millones de personas. Esta última es la segunda ciudad más poblada del país que incluye el aeropuerto internacional para quienes viajan a la capital boliviana.
El presidente Evo Morales expresó su satisfacción por la noticia en las redes sociales: «Este servicio, uno de nuestros proyectos estrella, es un símbolo de la fortaleza y crecimiento económico de nuestra querida Bolivia».
La línea más reciente es la plateada, inaugurada el 9 de marzo pasado, la décima de un gran circuito que traviesa la planicie altiplánica de El Alto, a unos 4.000 metros de altura, y se introduce en un valle rodeado de montañas en la cordillera de los Andes.
El teleférico se convirtió en apenas cinco años en una excelente alternativa al problema del transporte terrestre, entre otras cosas porque utiliza los cambios de altura, cerros y montañas, para realizar viajes en línea recta.
Además de ofrecer una alternativa de transporte limpio, ágil y distante del tránsito urbano, el teleférico boliviano ofrece a a los turistas vistas privilegiadas al atravesar desde la altura barrancos, mercados, edificios y las principales avenidas.
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