02 marzo, 2017
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Resurge la figura de Lula como alternativa presidencial en Brasil
Golpeado por la corrupción y una recesión catastrófica, el Presidente sufre un rechazo masivo e irreversible. El PT cree que Lula puede ganar las próximas elecciones y busca una refundación.
Mientras las últimas encuestas difundidas muestran que el gobierno de Michel Temer tiene la peor imagen positiva desde que asumió la presidencia (10% según un estudio de la consultora MDA publicado el 15 de febrero), Lula da Silva, ex presidente y fundador del Partido de los Trabajadores (PT), reaparece como posible triunfador de las elecciones presidenciales de 2018.
El rechazo a Temer se explica tanto por la delicada situación económica como por las causas de corrupción vinculadas a Petrobras que cada semana afectan a más integrantes del gobierno brasileño (ver recuadro). Según el Banco Central Brasileño, la actividad económica cayó un estrepitoso 4,55% en 2016. La recesión llegó a los tres sectores fundamentales de la economía brasileña: agricultura y ganadería, industria, comercio y servicios.
Como consecuencia, la situación laboral es cada vez más grave. En enero la Organización Internacional del Trabajo pronosticó que la desocupación seguirá creciendo en 2017 y trepará al 12,4%, afectando a 13,6 millones de ciudadanos.
¿Vuelve Lula?
Luiz Inácio da Silva ganaría en primera y segunda vuelta, según el sondeo de MDA, tanto a Temer (del Pmdb) como a los candidatos más fuertes de la derecha y centroderecha: Marina Silva (Partido Socialista Brasileño, PSB) y Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña, Psdb). Aunque otras encuestas lo ponen por debajo de Marina Silva en un balotaje, su popularidad se sostiene.
Por más que sean sólo datos preliminares y todavía muy lejanos a la elección, los números entusiasman al PT, que confía en que su máximo líder lo devuelva al gobierno en 2018, dejando atrás el impeachment a Dilma Rousseff y abriendo un nuevo capítulo en la historia brasileña. Ante esta posibilidad, el propio Lula definió una nueva línea de acción para el que supo ser el partido de izquierda más grande del continente.
“Nos quedamos gritando ‘fuera Temer’ y Temer está ahí adentro”, dijo en enero. “Gritamos ‘no habrá golpe’ y hubo golpe. Estamos gritando contra las reformas y las están aprobando en tiempo récord”, completó el ex mandatario, en un intento por poner al PT en acción para no sólo reclamar contra las medidas regresivas del gobierno de Temer, sino para volver a constituirse como una opción política para la próxima elección.
En junio los petistas se reunirán en el Sexto Congreso, que llevará el nombre de la fallecida esposa de Lula, Marisa Leticia, para intentar una reconstrucción en torno a la figura del ex presidente. En el documento elaborado por la dirección del Partido se plantea que el PT tiene “una incapacidad para hablar con la sociedad” debido a que quedó “preso de las dinámicas electorales” y se alejó de la organización de luchas sociales, y también porque abandonó por momentos el programa partidario en aras del “marketing político y la gobernabilidad”. En el autocrítico balance también sostienen que el viraje realizado en 2002 –con la llegada de Lula al poder- “fue práctica sin teoría” y que nunca fue discutido por el Partido.
Por otro lado, aseguran que su política de alianzas debe orientarse principalmente hacia las organizaciones sociales y sectores progresistas articulados, de forma embrionaria, en el Frente Brasil Popular. “La coalición propuesta debe aglutinar en su interior (…) a todas las fuerzas que estratégicamente se alineen con una perspectiva antimperialista, antimonopolista, anti-latinfundista y radicalmente democrática en su programa. La consolidación de una izquierda antisistema con clara identidad programática y organizativa constituye un elemento insustituible de nuestra política”, resumen. También sostienen que por la dinámica del capitalismo brasileño a veces es posible incorporar tácticamente a fracciones de la burguesía contra la oligarquía dominante.
Lula comenzará un recorrido por el interior del país para animar a la militancia y ponerla en sintonía con el objetivo de regresar al Palacio de Planalto, mientras intenta ser electo como presidente del Partido. Pero, para poder ser efectivamente candidato, deberá antes sortear los cinco procesos judiciales que pesan sobre él, vinculados a los casos de corrupción en Petrobras. Para la fiscalía, Lula fue el “comandante máximo” de esas operaciones.
Mientras, el Psdb, cerebro del juicio político que destituyó a Rousseff y actual opositor al PT, se enfrenta a varias dificultades tras cuatro derrotas consecutivas en presidenciales contra el partido de Lula. Aunque falta más de un año para las elecciones (si no se adelantan por una salida temprana de Temer), todavía no se vislumbra cuál podría ser el candidato que dé la derecha para disputar la presidencia, dado que su coyuntural aliado, el Pmdb de Temer, no parece tener figuras relevantes por ahora. De todas formas, el propio Neves sostuvo que continuarán apoyando el gobierno de Temer “para bien o para mal”. En el Psdb pretenden que el presidente puesto por el Congreso asuma el costo de las duras reformas que exige el capital y además saben que no ganarían unas elecciones anticipadas, tal como muestran las encuestas.
Temer contra los trabajadores
En paralelo a la discusión sobre el futuro político de Brasil, el gobierno de Temer sigue avanzando con su agenda antipopular, con una reforma del sistema de seguridad social en marcha.
Las principales medidas de esta reforma afectan los derechos de la clase trabajadora en general y las mujeres en particular. Por un lado, pretende aumentar la edad jubilatoria femenina de 60 a 65 años, e igualarla a la edad establecida para los hombres. Esto ignora la realidad social y laboral brasileña, que marca niveles de precarización mayores en el caso de las mujeres: el Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística (Ibge) develó que las mujeres brasileñas trabajan, en promedio, cinco horas semanales más que los hombres y según informó el periódico Brasil de Fato, las mujeres ganan 25% menos del salario que los hombres a igual tarea. Además, establece un mínimo de 25 años de aportes jubilatorios para recibir el 72% de la jubilación y más de 49 años de aportes para percibir una jubilación completa.
La secretaria general de la CUT, Maria Apareceida Faria, aseguró que la reforma previsional perjudicará profundamente a la clase trabajadora. “La tasa de desempleo viene creciendo en el país, principalmente después del golpe. ¿Cómo podemos pensar que los trabajadores conseguiremos trabajar 49 años ininterrumpidos para llegar a la jubilación, como propone esta reforma? ¿Y las mujeres que muchas veces ven su trayectoria interrumpida por un embarazo o un familiar enfermo?”, se preguntó.
En rechazo a estas políticas, el Frente Brasil Popular –que articula más de 60 organizaciones sociales y políticas, entre ellas el Movimiento de los Sin Tierra (MST), la Central única de Trabajadores (CUT), la Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB), la Marcha Mundial de Mujeres y el Levante Popular de la Juventud– lanzó una agenda de movilizaciones para el 8, 15 y 31 de marzo. La primera convocatoria es en apoyo al Paro Internacional de Mujeres, la segunda será el “día nacional de lucha contra la reforma previsional” y la última, en el aniversario del golpe militar de 1964.
Este frente de organizaciones, junto con otro llamado “Pueblo sin Miedo” (Frente Povo Sem Medo) han sido los actores más dinámicos desde el golpe parlamentario de 2016.
Julia de Titto
Operación Leviatán: nuevas denuncias de corrupción
El jueves 16 de febrero se dieron a conocer los primeros resultados de la investigación que lleva adelante la Policía Federal sobre los sobornos en torno a la obra de la represa de Belo Monte (Estado Pará), la mayor obra pública de Brasil, cuyo presupuesto es 9.484 millones de dólares.
Esta investigación, que ya se conoce como “Operación Leviatán”, es considerada la expresión más grave del caso Lava Jato y apunta directamente al senador Edison Lobão (Pmdb), que era ministro de Minas y Energía durante la construcción de la represa en 2014, y su hijo Marcio Lobão, quien es acusado de cobrar sobornos de las empresas constructoras. Este último habría sido el encargado de cobrar una coima del 1% de la obra (casi 100 millones de dólares) para dirigir ilegalmente hacia la campaña electoral presidencial. En el expediente se mencionan también a Romero Jucá, Valdir Raupp, Renan Calheiros y Jader Barbalho, todos miembros del Pmdb.
Hasta el momento, 44 senadores están siendo investigados por la causa de Lava Jato y 27 están acusados de corrupción. Entre ellos, Renan Calheiros (Pmdb), presidente del Senado y mano derecha de Temer.