Víctimas celebran la tardía condena a torturador stronista
Si bien Eusebio Torres permanece arrestado en su casa de Calle Testanova 1258 de Asunción, el tribunal es el primero que condena a 30 años a un violador de derechos humanos que se creyó impune.
El tribunal conformado por Juan Francisco Ortiz, Rossana Maldonado y Manuel Aguirre en la lectura del fallo este martes insistieron en que los crímenes de lesa humanidad no prescriben.
Por ello, Eusebio “Tejuruguai (látigo, en guaraní)” Torres Romero de 88 años, para los jueces, que evaluaron hechos ocurridos en abril de 1976, es culpable de haber sometido a torturas físicas y psicológicas a los hermanos Carlos y Luis Alberto Casco, y a la esposa del primero Teresa de Jesús Aguilera que en ese momento se encontraba embarazada.
La decisión judicial también estableció que a causa de su avanzada edad, Torres podrá salir para ser atendido en hospitales o centros de salud ante casos de enfermedad.
Este comisario llegó a ser jefe del Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional en la dictadura de Alfredo Stroessner.
Carlos Casco fue detenido en el puerto de Asunción, al llegar de la Argentina, en abril de 1976, y derivado al Departamento de Investigaciones, donde sufrió apremios de parte de los torturadores ya fallecidos Camilo Almada Morel y Lucilo Benítez. Tres días después Eusebio Torres lo torturó y lo amenazó con matar a su esposa. Tras seis meses en prisión fue derivado a Emboscada y salió libre en agosto de 1978.
Su hermano Luis Casco tras una detención irregular en Villarrica, donde fue recluido y torturado en la Delegación de Gobierno de Guairá por un año.
Teresa De Jesús Aguilera, esposa de Luis, fue detenida en Encarnación y derivada a la delegación de Itapúa, donde fue interrogada en base a todo tipo de maltratos físicos y psicológicos.
Tras la lectura del fallo las víctimas festejaron con vítores, cánticos y abrazo, a la vez que levantaron carteles saludando la decisión judicial.
Insólitamente, el torturador Torres dijo en su defensa que sus víctimas lo confundieron: “En 49 años que transcurrieron de aquella época que ellos sufrieron fue suficiente tiempo para confundirme, ellos están confundidos. Me confundieron con otras personas, por esa razón que yo creo que corresponde mi absolución de culpa y pena, que no afecte mi honorabilidad”, les pidió a los jueces mientras los que presenciaban el juicio comenzaron a cantar “¡Tortura nunca más!”.
También dijo que él no actuaba formalmente en Investigaciones cuando ocurrieron los hechos.
Víctimas y familiares durante la reconstrucción de hechos del juicio
Los testimonios de los ex ministros de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo; de Hacienda, Dionisio Borda y Miguel Angel Perito ayudaron a confirmar su presencia en esas dependencias entre los años 1974/76.
La senadora Esperanza Martínez (Frente Guasu) posteó en sus redes: “¡Se hizo justicia! 30 años de condena para el torturador Eusebio Torres. Todos los crímenes de lesa humanidad deben ser condenados por la Justicia y la sociedad. Es muy importante seguir trabajando memoria y defender la democracia”
Comentó el periodista y activista de derechos humanos, Federico Tatter: “Cuando llega muy tarde ya no sabe a justicia. Pues sus centenares de víctimas no han tenido reparación. Pero en un escenario de retroceso, tiene valor de satisfacción en un ciclo de lucha que es toda una vida, y ello representa una gran persistencia y valentía. Un precedente, queda vigente y firme, la gravedad e imprescriptibilidad de la tortura en grado máximo. Así también, el carácter de delito de lesa humanidad no relacionado a la fecha del delito y la sanción de la ley. El torturador morirá en su casa, pero condenado. Ex comisario de policía, como todos los de su clase, impunes, tuvieron títulos de abogados y se atrincheraron en el poder judicial, hasta sus hijos, también abogados, sacándole sentido al sistema judicial, pervirtiéndolo como todo aquello que tocaron. Las víctimas, hoy, han demostrado ser más fuertes, resilientes y tenaces que sus victimarios. Y esa fortaleza es la que hoy nos transmiten a sus hijos, amigos, compañeros y a toda la sociedad”, consideró.
Testimonios
El premio Nobel Alternativo, Martín Almada, asegura que Torres lo torturó y que fue el responsable de la desaparición de los hermanos Benjamín y Rodolfo Ramírez Villalba. “El me llevaba en la Caperucita Roja, me torturaba y me llevaba, el mismo era el chofer”, expuso recordando que lo pileteaba en una bañera llena de excrementos.
Gobierno de Cartes condecora al torturador Eusebio Torres
En su defensa Torres llegó a alegar que la Constitución del 67 no castigaba los delitos de lesa humanidad. Almada comentó entonces que Paraguay es signatario de pactos sobre derechos humanos desde 1948.
“Estamos activando la memoria y al mismo tiempo el estrés del shock post traumático. Venir aquí es una forma de revictimizarnos, pero es una obligación pasar por esto”, dijo entre lágrimas Carlos Casco, de 69 años. Lo acompañaba su hermano Luis, de 72, el otro querellante en este caso sobre hechos que datan de 1976 y en el que han comparecido cerca de unos 20 testigos, reportó la agencia francesa de noticias AFP que tomó una serie de testimonios que aquí se reproducen.
“Eusebio Torres me torturó a mí y a muchos compañeros de las facultades que estábamos presos; éramos cerca de 400, 500 personas”, aseguró Raúl Monte Domecq.
El psiquiatra Carlos Arestivo, que usa un ojo de cristal testimonió en la causa: “Con un látigo trenzado de cuero, comienza a castigarme, así con rabia, con mucha rabia, como si yo le hubiera pateado a su madre, y uno de esos latigazos se va a mi ojo y me revienta el cristalino”, apuntó.
Antonio Valenzuela Pecci consideró “un hecho muy importante; muy pocos policías y exjerarcas de la dictadura de Stroessner han sido procesados y recibieron condena”.
Condenas, castigos y deudas
En la lista se incluye a los torturadores Mario Agustín Sapiza; Camilo Almada Morel; Lucilo “Kururú Pire” (Piel de Sapo, en guaraní) Benítez y Juan Martínez fueron condenados a 25 años, salieron en libertad y fallecieron.
Buenaventura Cantero; Agustín Belotto y Pastor Coronel tuvieron vergonzosas condenas menores.
El premio Nobel Alternativo, Martín Almada suele recordar que “muchos ex represores siguen gozando los frutos de sus bienes mal habidos, especialmente los militares y policías que se apropiaron de miles de hectáreas de tierras cultivables y también se apropiaron de los bienes de las víctimas del Terrorismo de Estado».
La dictadura de 35 años del general Stroessner dejó 59 ejecuciones extrajudiciales, 336 desaparecidos, cerca de 20.000 detenciones ilegales y casi 19.000 casos de tortura. En su informe de 2008, la Comisión Verdad y Justicia señaló que “una de cada 133 personas fue torturada” en Paraguay. Sin embargo, los procesos judiciales posteriores a la dictadura fueron pocos. Una decena de policías resultaron procesados por casos de tortura y Stroessner murió impune en 2006 a sus 93 años, sin haber sido extraditado nunca de su exilio dorado en Brasil.
Guillermina Kanonnikoff, otra de las víctimas, de 70 años expuso a la AFP: “La justicia no es justicia. El ‘stronismo’ nunca salió de este país. Toda esta gente que ha cometido crímenes de lesa humanidad está a salvo”, expuso para agregar: “Le puedo asegurar que este tipo (Torres) sabe exactamente qué hicieron con los desaparecidos en 1976″, cuando ocurría la “Operación Cóndor”, un pacto secreto de las dictaduras del cono sur de la década de 1970 para perseguir y eliminar a disidentes más allá de las fronteras nacionales. “Mi hijo tenía 8 meses cuando él me latigaba”, contó Kanonnikoff. “Yo he visto compañeros destrozados en Investigaciones. ‘¡Este no amanece vivo!’, decía”. Su marido, Mario, murió en “Investigaciones” y ella amamantó en cautiverio a su bebé y a otros dos hijos de presas.
Artículo publicado en el digital E’a