La elección de Xiomara Castro como nueva presidenta de Honduras es un hecho histórico. El próximo 27 de enero se convertirá en la primera mujer en tomar posesión del cargo, al que llega también como la candidata presidencial más votada en la historia del país: consiguió más de 1.700.000 votos.

El nuevo gobierno tiene mucho trabajo por delante en cuestiones de género. Honduras es el país con más femicidios de América Latina, con una tasa de 4,7 por cada 100.000 mujeres. Más de 5000 hondureñas fueron asesinadas en los últimos 10 años y el 90% de los casos quedan impunes. Se denuncia una violación cada tres horas. 35% de las niñas están casadas o unidas de manera forzada, y más de 250.000 fueron madres desde 2009.

Distintas organizaciones de mujeres celebraron el triunfo de Xiomara Castro. “Esperamos en su gestión construir una nueva Honduras hacia un Estado inclusivo y justo para todas”, dijo la plataforma Somos Muchas en un comunicado. “Estamos dispuestas a acompañarla en las profundas transformaciones sociales que impactan en la vida y la libertad de las mujeres en Honduras”.

«Somos Muchas» es una plataforma nacional de organizaciones y mujeres que lucha por el derecho a que se respete su voluntad, autonomía y derecho a decidir sobre su salud reproductiva. Según sus datos, entre 2006 y 2018 se judicializó a 47 mujeres por el delito de aborto. Más del 40% eran jóvenes de entre 18 y 29 años.

La legislación hondureña penaliza el aborto bajo cualquier circunstancia y prohíbe el acceso a la pastilla anticonceptiva de emergencia. No hay educación sexual integral. El acceso a la salud reproductiva sólo abarca el embarazo y el parto. En este contexto, no sorprende que Honduras sea el segundo país de América Latina con la tasa más alta de embarazo adolescente. En 2016 hubo 900 partos de niñas entre 10 y 14 años, y entre las adolescentes de 15 a 19 años el número fue de 24.000.

La plataforma electoral de Xiomara Castro y el partido Libre incluyó un proyecto para despenalizar el aborto según tres causales: violación, riesgo de vida para la madre y malformaciones incompatibles con la vida. Esto generó grandes críticas y ataques por parte de la oposición y grupos conservadores. El oficialista Partido Nacional convocó a una movilización “contra el aborto y el comunismo”.

Xiomara Castro, la primera mujer en llegar a la presidencia de Honduras, la candidata presidencial más votada de la historia del país, se define como “feminista, antipatriarcal, revolucionaria e incluyente”. Fundar un nuevo pacto social no será fácil en un territorio marcado por el narcotráfico, la violencia de las pandillas y los asesinatos de líderes ambientalistas y de derechos humanos como Berta Cáceres.

Castro asumirá el próximo 27 de enero apoyada por una alianza de partidos de izquierda y socialdemócratas. Una vez cumplido el objetivo de sacar del poder al Partido Nacional, queda por ver qué puntos de su plataforma electoral son considerados prioritarios para su gobierno y cuáles son los consensos que pueden lograrse en materia de derechos de las mujeres y diversidades. Las organizaciones feministas saben que este es un gran paso, pero no es el final de la lucha.