Develan una profunda crisis educativa en México
El nuevo sexenio de gobierno que acaba de comenzar en México tiene en la educación uno de sus mayores desafíos. Además de la economía y la seguridad, este es otro de los grandes temas al que deberá hacer frente el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Un estudio presentado este lunes por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) expuso graves carencias en la infraestructura y el mobiliario escolar. También desnudó las grandes dificultades y desigualdades en el acceso al sistema educativo, que provoca elevados niveles de deserción.
El Estudio Diagnóstico del Derechos a la Educación 2018 arrojó que el 13,2% de las personas en edad escolar (más de un millón) no asiste a ninguna institución por razones de pobreza. Esta carencia se multiplica hasta el 35,2% entre los jóvenes de 15 a 17 años.
Crisis en el bachillerato
El estudio de la Coneval insta a “incrementar la disponibilidad de instituciones en educación media superior y fomentar el acceso y permanencia de los estudiantes en mayor situación de vulnerabilidad”. Este nivel es el preuniversitario y los graves problemas encontrados funcionan como un gran obstáculo para el acceso de buena parte de la población a las instituciones de educación superior.
El nivel medio superior tiene “la menor tasa de eficiencia terminal de todos los niveles que comprende la educación obligatoria”, afirma el estudio.
A esta instancia no acceden el 44,2% de las personas con discapacidad, el 36% de la población indígena y el 35% de quienes viven bajo la línea de pobreza. Una de las principales razones es la falta de escuelas.
Falta de recursos básicos
Uno de cada cinco estudiantes del nivel básico no tiene los servicios básicos completos en su escuela ni el mobiliario suficiente para sentarse. Además, según los últimos datos disponibles de 2013, el 63% no tenía acceso a una computadora con internet.
“Los alumnos de las entidades del sur y aquellas que concentran menor nivel de desarrollo (Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Veracruz) son las que se consideran prioritarias para atender en infraestructura educativa”, alerta el estudio.
En el nivel medio superior, los profesores señalaron que el 40% de las sedes educativas no tiene todas las aulas con pizarrones en condiciones para poder escribir, el 41% carece de espacio para una biblioteca escolar y en el 30% no hay conexión a internet.
Tampoco son buenos los números en el nivel preescolar, donde el 22,5% de los niños no asiste a esta instancia educativa obligatoria.
Conclusiones
“La condición económica es, quizá, el factor más determinante para el acceso a la educación, ya que todos los indicadores sugieren brechas entre la población por el nivel de ingresos en sus hogares. Estas diferencias se acentúan en aquellas regiones con mayor proporción de población en pobreza”, concluye el estudio.
“Las diferencias no solo se refieren a indicadores de asistencia y rezago educativo, sino que trascienden la frontera de la dimensión de accesibilidad y encuentran también diferencias en la disponibilidad de servicios educativos ofrecidos en las zonas que concentran población en pobreza, así como en la calidad de la educación”, agregan los especialistas sobre la amplia desigualdad existente.
Finalmente, el estudio expone que el sistema educativo mexicano “tiende a reproducir, en el mejor de los casos (si no es que profundizar) las desigualdades de origen, ya que no destina los mejores recursos (infraestructura, personal docente o materiales) a las escuelas en las que asiste la población con condiciones iniciales en desventaja, por lo que las brechas en el aprendizaje se profundizan ampliando las desigualdades en los resultados de la educación”.
Por otro lado, según datos de 2016, casi 19 millones de adultos tienen rezago educativo y más de 5 millones son analfabetos.