Dramática situación de heridos y mutilados en Gaza
En tiempos de rápida circulación de información, muchas historias periodísticas quedan sepultadas bajo la frialdad de las cifras. Si a esta realidad se le suma un amplio bloqueo mediático desde varios de los mayores exponentes de la prensa mundial, la situación se vuelve doblemente grave.
Es el caso de muchos de los problemas y padecimientos que sufre a diario la población palestina, principalmente en la Franja de Gaza.
Detrás de los impunes asesinatos a sangre fría, perpetrados casi todas las semanas contra la población por algún miembro de las fuerzas de seguridad de Israel, hay otras realidades, historias de grandes sufrimientos y heroica resistencia.
Los heridos suelen ser un simple número, o a lo sumo una larga lista de nombres de quienes han podido salvar su vida. Hasta ahí suele llegar la información.
Tras un año marcado por las represiones a balazos de las denominadas “marchas del retorno” en Gaza, la organización Ayuda Médica para Palestinos (MAP, por sus siglas en inglés) pidió apoyo urgente ante un escenario de hospitales sobrepasados por masivas heridas traumáticas.
Miles de manifestantes fueron heridos desde marzo pasado por munición real, balas de goma y gases lacrimógenos. Los que padecen lesiones de bala se cuentan por miles, principalmente en las extremidades.
“Se estima que 1,500 personas tienen heridas devastadoras e incapacitantes”, informó MAP. Para salir adelante necesitan “tratamiento especializado de reconstrucción de extremidades y rehabilitación a largo plazo”.
Bloqueo criminal
Los hospitales en Gaza viven en crisis por el bloqueo israelí, que limita el suministro de medicamentos y equipos de atención, así como por la escasez crónica de electricidad. Si a esto se le suma un ingreso masivo de heridos graves, el sistema colapsa por completo.
Solo el 14 de mayo último, tras varias horas de trabajo, en la noche de Gaza había 70 casos graves esperando por cirugías, principalmente por heridas de balas de alto calibre y a la mañana siguiente 40 seguían esperando, “muchos en agonía por la falta de medicamentos contra el dolor y materiales básicos como gazas, jeringas y batas quirúrgicas”, describió el director del programa de MAP en Gaza, Andy Ferguson.
“Depende de la comunidad internacional asegurarse de que esta matanza no se repita, y que el sector sanitario de Gaza sea apoyado para por fin trabajar acorde a las necesidades de sus dos millones de habitantes”, completó Ferguson.
Según la Organización Mundial de la Salud, 111 amputaciones -20 en niños- ocurrieron por las heridas cada viernes que se protagonizó la Gran Marcha del Retorno. Entre ellos, 19 quedaron cuadripléjicos por lesiones en la médula espinal.
También entre los heridos se contaron 546 trabajadores de la salud y 3 muertos, así como daños contra 80 ambulancias y otros equipos médicos. Algunos medicamentos esenciales se acabaron y no pudieron volver a introducirse en Gaza por el bloqueo criminal de Israel.
No hay evidencia de que ninguna de las víctimas fatales o heridos durante las marchas estuviera armado.
Los soldados israelíes usaron “armamento militar de alta velocidad diseñado para causar el máximo daño a los manifestantes palestinos, que no representaban una amenaza inminente para ellos”, publicó Amnistía Internacional.
La falta de materiales por el bloqueo también afecta actividades vitales como la agricultura, agravada por los cortes de electricidad y la escasez de agua.