FAO-CEPAL: pobreza y violencia motivan la migración
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) concluyó que pobreza, violencia y calentamiento climático son los factores más importantes que impulsan a las personas a migrar.
Ambas instituciones presentaron esta semana en Santiago de Chile el nuevo Atlas de Migración que muestra varias conclusiones sobre el proceso migratorio en América Latina, entre ellos que la pobreza y el desempleo son factores fundamentales, especialmente la pobreza rural.
El trabajo detalló que el 77% de los habitantes rurales en Guatemala son pobres y que la pobreza en Honduras afecta al 82 por ciento de los habitantes rurales. Agrega que la gran mayoría de los migrantes de los países del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) provienen de áreas rurales.
Un comunicado de la FAO cita al subdirector general del Departamento de Desarrollo Económico y Social, Kostas Stamoulis, al señalar que «la masiva migración irregular que hemos visto en los últimos meses es una consecuencia directa de la inseguridad alimentaria, las crisis climáticas, la erosión del tejido social y la falta de oportunidades económicas en las aldeas y territorios rurales de estos países».
El informe señala también que la violencia y la inseguridad son otros dos factores importantes que impulsan a las personas a emigrar, así como la reunificación familiar; las personas viajan para huir de la inseguridad o para reunirse con sus familias.
La tercera causa principal de la migración es el cambio climático. La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, señaló que «no hay dudas de que el cambio climático está jugando un papel muy importante».
Especificó que «la FAO ha demostrado que las plantaciones de café y maíz se han visto afectadas por el cambio climático y son cultivos básicos para estos países».
Según el informe, los vínculos entre el mundo rural y las tendencias actuales de migración se manifiestan por ejemplo en que solo el 11% de los retornados de Honduras y el 15% de México regresan a las ciudades mientras que el resto regresa a las áreas rurales.