Israel: las causas por las que procesaron a Netanyahu
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, fue procesado por fraude, cohecho y ruptura de la confianza en tres casos de corrupción, según anunció la Fiscalía General del país.
La imputación anunciada este jueves no está firme ya que Netanyahu debe primero comparecer ante el juez a cargo y defenderse contra el cargo que presentó la Fiscalía.
El cargo de cohecho, el más grave junto con fraude y ruptura de la confianza, es por el denominado Caso 4000 en el que Netanyahu es acusado de hacer favores a la poderosa empresa de telefonía Bezeq a cambio de recibir una cobertura mediática favorable en el portal de noticias Walla, que pertenece al mismo empresario.
Los cargos por delitos de fraude y ruptura de la confianza se repiten en los casos conocidos como 1000 y 2000.
En febrero de 2018 se conoció un informe de la Policía en el que señala que “al terminar la investigación del Caso 1000, la Policía ha concluido que hay evidencias suficientes contra el primer ministro por sospechas de los delitos de aceptar sobornos, fraude y abuso de confianza en relación con su conexión con Arnon Mijal y fraude y abuso de confianza en su conexión con el empresario australiano James Packer”.
El llamado Caso 1000 investigaba a Netanyahu y a su familia por aceptar lujosos regalos de millonarios para él y su familia por valor de miles de euros supuestamente a cambio de favores.
El jefe del Gobierno y su esposa, Sara, aseguraron que se trató de un “intercambio entre amigos” pero declaraciones de testigos filtradas a los medios indican que la demanda de obsequios partía directamente de la familia Netanyahu.
En el segundo caso, denominado 2000, se recomienda acusarlo por los mismos cargos por un pacto entre el jefe del Gobierno y Arnon Mozes, editor de uno de los diarios de mayor difusión de país, el “Yediot Aharonot”.
Según la investigación policial el acto buscaba lograr una cobertura más positiva del primer ministro a cambio de dañar la distribución del diario rival, el gratuito “Israel Hayom”.
La decisión de la Fiscalía de este jueves 28 de febrero desató un pedido de renuncia desde la oposición que fue respondida por el premier de extrema derecha cuando aseguró que seguiría en el poder y peleará la reelección en abril próximo.
La jefa de la oposición y líder del Partido Laborista, Shelly Yajimovich, aseguró que «desde este triste momento, Netanyahu está luchando por su vida personal, no es apto para luchar por las vidas de los ciudadanos del Estado».
El partido oficialista Likud y la coalición ultraderechista Unión de Partidos de Derechas, que incluye a Hogar Judío, Unión Nacional y el extremista Poder Judío, adelantaron que continuarán apoyando al gobierno.
La jornada de este jueves había comenzado muy mal para Netanyahu luego de que una comisión independiente de la ONU denunciara que la represión del último año contra los palestinos que dejaron 189 muertos pueden constituir un “crimen de guerra o contra la humanidad”.
La comisión, que presentó su trabajo en el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra, determinó que en 2018 Israel mató a 35 niños, mientras que otros tres eran trabajadores sanitarios y dos periodistas claramente identificados.
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