Piden justicia a dos años del crimen de Orlando Figuera
Ignacio Díaz – América XXI
Corrían tiempos violentos en Venezuela. Dirigentes opositores anunciaban el fin del gobierno de Maduro y llamaban a protestas violentas en las calles para poner fin al período iniciado con la asunción de Hugo Chávez al poder en 1999.
Las manifestaciones opositoras pacíficas mutaron rápidamente a lo que se conoce como “guarimbas” en Venezuela. Grupos armados de manera rudimentaria junto a personas equipadas con verdaderas armas de fuego y mercenarios enviados por los sectores antichavistas más radicales ocuparon verdaderamente pequeñas porciones de territorios en algunas ciudades del país.
La violencia se multiplicó en todas las direcciones y mientras la prensa internacional ponía a todos los muertos como víctimas de la represión del Gobierno, la realidad de estas guarimbas comenzó a salir a la luz a través de las redes sociales.
Uno de estos grupos golpeó, apuñaló y encendió en llamas a un joven de 22 años el 20 de mayo de 2017. Su nombre era Orlando Figuera y agonizó durante 15 días hasta su muerte, producto de las heridas y quemaduras en todo el cuerpo.
El viernes, el diario español PÚBLICO realizó y publicó una entrevista a la madre de la víctima, que exige justicia por el brutal crimen de su hijo.
Este caso no fue el único, ya que hubo otros similares de grupos que se dedicaron durante semanas a delatar, perseguir y agredir brutalmente a presuntos chavistas, especialmente en zonas de mayorías opositoras.
Sin embargo, el de Figuera fue sin duda el crimen más emblemático de ese período de violencia y muerte en el país, que terminó de diluirse tras la elección de la Asamblea Constituyente el 30 de julio de ese año. Este mismo organismo aprobó luego una ley específica contra los crímenes de odio.
De manera insólita, decenas de medios de comunicación que cubrían a diario la situación en Venezuela se negaron a reproducir la información, aunque el crimen había sido filmado, fotografiado y difundido ampliamente por las redes digitales.
Otra imagen de un joven encendido en llamas dio en cambio la vuelta al mundo. Se trataba de un manifestante opositor, que en general fue falsamente presentado en los titulares como víctima de la represión, aunque las quemaduras se las provocaron otros manifestantes que golpeaban una moto robada a un guardia nacional cuyo motor explotó.
El reclamo de la familia
“Lo quemaron vivo porque era negro y porque era chavista”, afirma la madre de Figuera, quien fue atacado cuando caminaba solo cerca de la plaza Altamira, sin ninguna prenda que tuviera insignias chavistas.
Figuera fue uno de las cinco víctimas fatales linchadas por grupos violentos de oposición, que se suman a otros 23 casos similares que culminaron con graves lesiones, incluyendo quemaduras.
“No hay nadie condenado por lo que le hicieron a mi hijo”, lamentó la madre de Figuera. El único agresor identificado huyó a Colombia.