Rusia: más de 30 muertos por una explosión de gas
Un saldo parcial de 33 muertos, al menos cuatro de ellos niños, dejó el derrumbe de un edificio de viviendas en la ciudad de Magnitogorsk, donde residen poco más de 400 mil habitantes.
Ubicada en la ladera de los montes Urales y en la costa del río Ural, la tragedia en esta ciudad el 31 de diciembre pasado ensombreció los festejos por el Año Nuevo en Rusia. Hasta allí viajó el presidente Vladimir Putin.
Este martes los rescatistas lograron salvar a un bebé de 10 meses bajo los escombros del edificio, pero las tareas son difíciles debido a las bajas temperaturas y los peligros de nuevos derrumbes. En las tareas de reparación de daños causados por el accidente están involucradas más de 1.300 personas y 200 unidades de técnica especial, reportó la cadena RT.
Según el último reporte del 2 de enero, ocho personas continuaban desaparecidas. Los daños se reportaron en 48 apartamentos, donde residían 120 vecinos.
En toda la provincia de Cheliábinsk rige el estado de emergencia.
Putin ordenó la reubicación inmediata de todos los vecinos del edificio y que no se ahorren gastos para garantizar la seguridad de todos los damnificados y quienes quedaron en peligro.