Wikileaks deja al descubierto el fenomenal espionaje de la CIA
Wikileaks volvió a hacer ruido con la filtración de una primera serie de archivos clasificados de la CIA bajo el nombre en clave «Año Cero». Los 8.761 documentos publicados por el sitio que dirige Julian Assange provienen del cuartel general de ciberinteligencia que tiene la CIA en Langley, estado de Virginia, y son apenas la primera parte de un conjunto de materiales que forman el proyecto Vault 7.
Con el título “Vault 7: Herramientas de hackeo de la CIA reveladas”, Wikileaks presentó “la mayor publicación de documentos confidenciales de la CIA de la historia”. La filtración de documentos y archivos proviene de una red aislada y de máxima seguridad y se produce porque “la CIA perdió recientemente el control de la mayor parte de su arsenal de hackeo y la documentación asociada”, explica la organización.
Los archivos secretos muestran que la CIA utiliza programas de hackeo, distintos tipos de virus informáticos y toda una serie de “armas cibernéticas” contra una amplia gama de productos de compañías europeas y estadounidenses, como los iPhone de Apple, el sistema operativo de Google para los teléfonos celulares (Android), Windows, televisores Samsung, entre muchos otros. Todas esas tecnologías fueron penetradas por la CIA a gran escala para el espionaje.
Para fines de 2016 la división de hackers de la CIA tenía registrados más de 5 mil miembros y había creado más de mil sistemas, virus, troyanos y otras armas cibernéticas. Los hackers de la CIA usaron en 2016 más códigos de programación que los que se necesitan para hacer funcionar la red digital Facebook a nivel mundial.
Cuando estas “armas cibernéticas” son perdidas o se salen de control, pueden ser utilizadas por cualquier persona en el mundo y generalmente son aprovechadas por mafias cibernéticas para realizar estafas y otros delitos.
Wikileaks reveló también que el consulado estadounidense en Frankfurt, Alemania, es una base encubierta de hackeo de la CIA para Europa, África y Medio Oriente.