Bolivia: golpistas siguen a la caza de dirigentes del MAS
La Fiscalía pidió la captura de Juan Ramón Quintana, ministro de Gobierno del derrocado Presidente Evo Morales.
Con saña, sin ofrecer información pública convincente y alejados del Estado de derecho, los instrumentos del golpismo boliviano siguen a la caza de los principales funcionarios del Gobierno derrocado y de los dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales.
En la tarde de este martes la Fiscalía libró orden de captura contra Juan Ramón Quintana, ministro de Gobierno hasta el día que se consumó el golpe contra Morales y Álvaro García Linera y pidió a las autoridades de facto que eviten que el funcionario pueda pedir asilo en alguna embajada.
Tras esta orden, la policía activó un operativo para detener a Quintana en medio de la espectacularidad de los medios masivos de comunicación, debidamente censurados o adoctrinados por el régimen de facto.
Quintana fue ministro de la Presidencia de Bolivia durante la mayor parte de los 14 años de Gobierno de Morales y era considerado uno de los cuatro más influyentes en el Gobierno derrocado, junto con Morales, García Linera y Carlos Romero.
En la lista se anotan, además del ex ministro de la Presidencia, la ex ministro de Cultura Wilma Alanoca, el ex director de la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación Nicolás Laguna y un miembro del Tribunal Supremo Electoral.
Antes de esto vino la proscripción del derrocado presidente Morales para presentarse a nuevas elecciones y la promesa del ministro del Interior del régimen de que el líder social y político latinoamericano acabará sus días en la cárcel.
El lunes se anunció que el jueves de la semana pasada fue detenido el vicepresidente del MAS, Gerardo García, y enviado con detención preventiva a la cárcel de San Pedro en La Paz, por la presunta comisión de los delitos de uso indebido de bienes del Estado y robo agravado.
El mismo cargo fue hecho contra el secretario de Transparencia del MAS, Ramón Caro, en medio de una celeridad sin presedentes para reunir pruebas de cargos tan complejos de demostrar en apenas un par de días del régimen de facto.
Se los detuvo porque «se encontraban manejando un vehículo que supuestamente es del Ministerio de la Presidencia”, según dijo el jefe de la División de Lucha Contra la Corrupción de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Luis Fernando Guarachi.
Tras la detención, la Fiscalía cambió el tipo penal a robo agravado (del automotor) y al parecer generó sospecha que ambos integrantes del partido de Gobierno durate 14 años llevaran computadoras y documentos.
También el lunes fue detenida en Santa Cruz la excandidata por el MAS Deysi Choque, acusada de participar en enfrentamientos el 30 de octubre, cuando ya era visible el golpe de Estado, que provocaron dos muertos.
“Yo estuve ahí, mi rol era acompañar pero yo no he ido con el arma”, dijo Choque, en una conferencia de prensa en su domicilio. Minutos después, fue detenida.
Previsiblemente, la prensa oficial responde a los intereses del golpismo (sus trabajadores fueron amenazados el mismo día del golpe), mientras que la prensa comercial acompaña con sus crónicas la intención de la dictadura de darle un marco institucional del que carece desde sus orígenes.
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