Bolivia inicia la semana bajo asedio militar del régimen
Miles de militares y policías salen a las calles como provocación frente a los actos de seguidores de Evo Morales.
Bolivia estará marcada esta semana por la presencia de miles de militares y policías con los que el régimen golpista intenta amedrentar a decenas de miles de bolivianos que marcharán para celebrar un nuevo aniversario de la llegada de Evo Morales al Gobierno y el lanzamiento de la campaña electoral del MAS para los comicios de mayo.
Desde el jueves pasado, militares con sus vehículos recorren las principales ciudades del país, en especial donde el MAS se movilizará masivamente este miércoles 22 de enero, día del Estado Plurinacional de Bolivia, como la ciudad de Cochabamba y la región cocalera del Chapare (trópico de Cochabamba).
Desde la región del Trópico, el dirigente cocalero Leonardo Loza llamó a la serenidad a los militantes de las diferentes organizaciones sociales pero a su vez advirtió que “no hay ningún miedo” frente a este “acto de provocación”.
“Siento que es un acto de provocación, insulto e intimidación a la zona del trópico de Cochabamba. Llamamos a la serenidad a los hermanos de la zona del trópico. Denunciamos que el Gobierno anda intimidando en las calles”, afirmó.
Advirtió que “si algo pasa será de entera responsabilidad del Gobierno” y luego reafirmó: “si nos matan, nos matarán; si nos persiguen, nos perseguirán; si nos encarcelanm nos encarcelarán. No hay ningún miedo”.
Desde Buenos Aires, en medio de reuniones con movimientos sociales y precandidatos para definir el binomio presidencial del MAS, Morales alertó que “con la militarización de las ciudades más importantes de Bolivia rige un estado de sitio de facto que ha suspendido derechos y garantías constitucionales del pueblo, una prueba más de la dictadura de Áñez que gobierna el país”, en referencia a la Jeanine Áñez, la autoproclamada golpista.
“Mientras los golpistas hablan en sus discursos de «pacificación», en los hechos estos grupos paramilitares formados por gobierno de Áñez, Camacho y Mesa golpean a mis hermanos y hermanas”, afirmó el derrocado presidente.
La presencia de varios centenares de militares en la zona del Trópico, con el argumento de que se trata de un curso de capacitación en la región cocalera, puso en alerta a toda la comunidad campesina e indígena.
“Gobierno de facto inició la militarización del Trópico en Bolivia para erradicar cocales por orden de Estados Unidos, echando por tierra el modelo exitoso de control social ponderado por ONU y la Unión Europea”, afirmó.
En efecto, el régimen de facto ya anunció que este lunes 20 de enero comienza el plan para erradicar las plantaciones de coca en Chapare, uno de los bastiones del expresidente Evo Morales.
En los días previos a esta militarización, la Defensoría del Pueblo emitió un comunicado de prensa en el que expresa su “preocupación por el despliegue, en las últimas horas, de las Fuerzas Armadas para ser parte de acciones conjuntas coordinadas por la Policía Boliviana”.
Recordó “los antecedentes de sucesos como los de Sacaba y Senkata, cuando 35 bolivianos perdieron la vida, 21 de los cuales se produjo en un contexto de similares intervenciones policiales-militares conjuntas”.
La TV oficial de Bolivia y los canales cómplices del régimen muestra militares desfilando con la idea de generar seguridad en la población; “orden” frente “a los corruptos”. EN verdad, la TV muestra un mundo irreal bajo un manto de alegría, tolerancia y paz social, mientras, la justicia y la policía del régimen persigue y detiene a ex funcionarios y militantes del MAS; miente y llaman “presidenta constitucional” a la golpista autoproclamada.
El comportamiento mediático tiene la lógica del régimen: los trabajadores de los medios públicos fueron amenazados en las mismas horas del golpe por los grupos de choque y al día siguiente fueron copados por el fascismo. La prensa comercial atiende sus negocios y además odia a Evo Morales desde antes de que asumiera la presidencia, hace 14 años.
Por esos días, Evo Morales también denunció que “el gobierno de facto no solo despoja a las comunidades indígenas de sus equipos y frecuencias de radio sino que, ahora, retira antenas de ENTEL para restringir la comunicación de los pueblos indígenas”.
El 22 de enero es clave, además, porque era la fecha en la que debía cesar el “mandato interino” de Áñez, pero el Tribunal Constitucional autorizó a que continúe hasta las elecciones del 3 de mayo.
ASOCIATE AQUÍ A AMERICA XXI
Hacemos un periodismo comprometido con la verdad de América Latina desde hace 16 años. Nuestro sitio no recibe financiamiento ni publicidad y se sostiene con el apoyo de lectores y seguidores comprometidos. ¿Nos apoyas?