Crece la rebelión y piden la renuncia de Lenín Moreno
Gritos, corridas y detenciones marcaron otro día de salvaje represión. Sin datos del número de victimas (Foto KolectiVOZ).
Pese a que el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, decretó el toque de queda y la militarización del país, crece la rebelión popular, se desconoce el número de muertos y entre los manifestantes se suman las voces para que el mandatario renuncie.
Sobre el final del día, a instancias de la iglesia y de la ONU, surgió un compromiso del mandatario y de la Confederación de Naciones Indígenas de Ecuador (CONAIE) para iniciar un diálogo este domingo.
«He dispuesto el toque de queda y la militarización del Distrito Metropolitano Quito y valles. Esto facilitará la actuación de la fuerza pública frente a los intolerables desmanes de violencia», dijo Moreno este sábado.
El Ministerio de Gobierno pidió a la ciudadanía que «acuda a sus viviendas» y agregó que «esta medida estará vigente hasta nuevo aviso». En tono casi castrense más acorde con una dictadura, la orden del Gobierno a la población fue: «informarse a través de canales oficiales».
Según el decreto de Moreno, la circulación por las calles bajo la militarización estará permitida únicamente con salvoconducto, pero la población se mostraba dispuesta a desafiar la medida.
Luego, un comunicado de las Fuerzas Armadas, señaló que la restricción de movilidad ocupa las 24 horas del día en todo el territorio nacional para «efectuar acciones de control de espacios públicos, lugares de asociación y reunión, registro de personas y vehículos».
Sin embargo, como sucedió en días anteriores cuando decretó el estado de excepción, la rebelión popular encabezada por las comunidades indígenas y acompañada por organizaciones sociales y estudiantiles, se profundizó.
En las últimas horas de la tarde de este sábado, miles de personas marchaban en las principales ciudades. Sólo la llegada de la noche apaciguó, apenas en parte, la sensación de que Moreno tenía las horas contadas.
Varios manifestantes denunciaron que en Quito, apenas se supo del Toque de Queda, camiones del éjercito y de la policía cargaron decenas de presos.
También denunciaron que francotiradores de la policía disparaban contra los manifestantes desde edifciios, lanaban bombas lacrimógenas sobre los manifestantes, entre ellos muchos niños.
El sábado comenzó con un recrudecimiento de las protestas, marchas y piquetes paralizaron Quito y generaron tensión en otras ciudades.
Mientras Lenín Moreno se ofrecía personalmente a dialogar y la Conaie analizaba la posibilidad de abrir canales de comunicación con el Gobierno, se desató una nueva y más grave represión.
Una vez más y como desde el primer día de la rebelión, los medios de comunicación alternativos y comunitarios utilizando las redes sociales acercaron videos, fotos y voces de lo que sucedía.
Las imágenes mostraban, entre otras cosas, la magnitud de la ofensiva de las fuerzas de seguridad contra los manifestanes.
Videos señalaban a grupos de civiles levantando banderas blancas en situación pasiva que, no obstante, eran arrinconados por los vehículos militares mientras otros lanzaban bombas de gas.
Gritos, llantos, corridas y detenciones fueron el común denominador en este día, según el reporte de la prensa alternativa.
El Gobierno de México confirmó que la asambleísta Gabriela Rivadeneira, de Revolución Ciudadana, el movimiento político que lidera Rafael Correa, fue acogida en la embajada de dicho país en Quito «para brindarle protección y resguardo».
El expresiente Correa se sumó a los pedidos de renuncia, a través de la red social Twitter: «¡Patria mía! ¡Qué te han hecho! ¡Paren esto! Moreno: ten algo de decencia y renuncia. ¡Ya no más muertes ni destrucción!»
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