Dictadura boliviana suspende relaciones con Cuba
La golpista Jeanine Áñez había dicho que "el 80 % del dinero de los médicos cubanos financia al castrocomunismo".
El Gobierno de facto de Bolivia, nacido tras un golpe de Estado, que encabeza la autoproclamada golpista Jeanine Áñez, anunció la suspensión de las relaciones diplomáticas con Cuba argumentando injerencia en asuntos del país sudamericano.
«Esta determinación obedece a las recientes e inadmisibles expresiones del canciller Bruno Rodríguez Parrilla y la permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el Gobierno Constitucional boliviano y su proceso democrático», dijo un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Según el régimen de facto, Cuba «ha afectado la relación bilateral basada en el respeto mutuo, los principios de no injerencia en asuntos internos, la autodeterminación de los pueblos y la igualdad soberana de los Estados».
La tensión de la dictadura boliviana y Cuba recrudeció después de que Áñez cuestionara el profesionalismo de los trabajadores de la salud cubanos que estuvieron en Bolivia y afirmara que del dinero que recibe cada médico «el 80 % era desviado para financiar al castrocomunismo».
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó como «vulgares mentiras» la afirmación de la autoproclamara golpista y denunció que esta aseveración es «otra muestra de su servilismo a Estados Unidos».
Áñez y su gobierno de facto ejercieron hostigamiento contra los trabajadores cubanos en Bolivia. La semana pasada, cuatro ciudadanos de Cuba fueron detenidos arbitrariamente, acusados de ser los responsables del financiamiento a las protestas contra la dictadura boliviana, tras retirar una cantidad considerable de dinero.
No obstante, se demostró que esos fondos eran para el pago de salario de un centenar de trabajadores de la salud pública en Bolivia; por lo que fueron puestos en libertad.
Desde entonces, Cuba decidió retornar a su país a 725 «funcionarios de cooperación» ante la la «falta de garantías a su integridad física» y el régimen boliviano dejó sin atención médica a los pacientes de las zonas en las que estos trabajaban.
El canciller Rodríguiez pidió a Áñez que explicara a los bolivianos que, tras el retorno forzados de colaboradores médicos cubanos, «se han dejado de realizar más de 454.440 atenciones médicas».
El ministro manifestó que, tras dos meses de gobierno de facto en Bolivia sin atención en el área de salud por parte de la brigada médica de Cuba, 1.000 mujeres no han contado con asistencia especializada en sus partos.
Agregó que desde el golpe contra Evo Morales “han dejado de practicarse 5.000 intervenciones quirúrgicas y 2.700 cirugías oftalmológicas” y reafirmó que «no son solo cifras, son seres humanos».
El derrocado presidente Evo Morales condenó «profundamente» esta decisión y la consideró parte del «deterioro permanente de imagen internacional del Estado Plurinacional de Bolivia de respeto a la libre autodeterminación, soberanía y diplomacia de los pueblos».
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