07 abril, 2024
category: FORO DEBATE
Cuando continúa la masacre en Gaza, en el mundo se amplía la movilización de apoyo al pueblo palestino, La reunión internacional celebrada en París posee una connotación histórica, de acuerdo al informe de la Coordinadora Nacional Autónomo Independiente De Trabajadores (CAIT). Reseña del periódico información obrera de Francia.
El sábado 30 de marzo se celebró en la sede de la POI en París un gran mitin judío internacional contra la guerra colonial en Palestina, el antisemitismo y la represión. ¡Lo organizó Tsedek! (colectivo judío por la descolonización creado en 2023 para luchar contra el racismo de Estado en Francia y por el fin del apartheid/ocupación en Israel-Palestina) y la UJFP (Unión Judía por la Paz), y reunió a cerca de 25 ponentes de diversas organizaciones de Francia y del mundo entero en cuatro tribunas con varios centenares de participantes. El encuentro, calificado de «histórico» por muchos de los oradores, registró un lleno total.
En la gran sala del local del POI hay una gran efervescencia desde el comienzo de la primera mesa sobre el tema de la «guerra genocida y descolonización de Palestina». Los organizadores abren el mitin dando las gracias al POI y a sus miembros por haberles acogido en sus locales, y recuerdan el papel de sus asociaciones en la «lucha contra el racismo en todas sus formas», al tiempo que plantean la cuestión de la resistencia y del «reencuentro con nuestro pasado revolucionario».
Haïm Bresheeth-Zabner, miembro de Jewish Network for Palestine en Inglaterra, saluda lo que está ocurriendo al mismo tiempo en Londres: «la manifestación más importante que haya habido nunca por Palestina». Para él, este mitin es «el primer acontecimiento de este tipo, y no será el último». Como varios oradores, Haïm Bresheeth-Zabner insiste en el papel de los Gobiernos occidentales en el apoyo a Israel desde 1948, la barbarie del genocidio y el hecho de que el judaísmo haya sido «acaparado por el sionismo: el corazón humanista del judaísmo ha sido sustituido por la bárbara visión sionista». Insiste en la resistencia política necesaria para «volver a la época en que los judíos trabajaban juntos para cambiar las cosas con unas fuerzas progresistas, recrear un Bund internacional que derrote al régimen sionista».
En la misma mesa, Rima Hassan, jurista especializada en derecho internacional y candidata de la lista de LFI a las elecciones europeas, es ovacionada al ser presentada. Profundamente emocionada, recuerda su historia, cuando nació y creció en un campo de refugiados, con un pensamiento para sus abuelos «que no vieron lo que se estaba construyendo aquí». Insiste en que la Nakba es «el único marco operativo para entender la cuestión palestina. No es sólo un acontecimiento histórico, sino que también remite a lo que es la realidad palestina, con 800.000 palestinos de una población de 1,4 millones expulsados de sus tierras, 532 pueblos arrasados. En Francia, el tema de Palestina se trata siempre sin remontarse a la Nakba». «Nací con rabia, como refugiada; conmemoramos la Nakba todos los días, pero si dejamos de mantener este vínculo, podríamos desaparecer nosotros mismos». Señala el carácter «político» de este acontecimiento, porque la población de Gaza «está compuesta en un 85% por refugiados».
Callejón sin salida del colonialismo
Tras las intervenciones de Ethan Bronstein Aparicio, del movimiento De-Colonizer de Bélgica, y de Orly Noy, periodista y militante en Inglaterra (ver siguiente página), Michéle Sibony, una de las organizadoras del mitin y miembro de la Unión Judía por la Paz, concluye esta primera mesa volviendo al «callejón sin salida del colonialismo». «Se nos asocia públicamente a los crímenes de Palestina. Francia e Israel hablan en nuestro nombre. La manifestación del 12 de noviembre en París reinstauró la RN con el pretexto del antisemitismo. Todos los de la extrema derecha europea han ido a ver a Netanyahu». En la mesa siguiente, sobre el tema «reinventar nuestras diásporas», Simon Assoun, organizador del mitin y miembro de Tsedek, también muy aplaudido, recuerda que hay que romper con las estructuras de opresión, «romper con el Estado de Israel, con la vergüenza del exilio que sustenta el sionismo». Ruptura, ¿y después? «Se abren muchos horizontes: la reapropiación de nuestra judeidad, la salida de muchos judíos del aislamiento; no tenemos otra cosa que proponer que la lucha revolucionaria emancipadora, ¡viva la lucha del pueblo palestino!» También han estado presentes militantes y responsables de organizaciones como N’mod en Gran Bretaña, Judishe Stimme für Geretchen Frieden en Alemania y cineastas como Eyal Sivan.
Este mitin es también una oportunidad para que muchos militantes intercambien ideas y se conozcan, en el patio o en torno a las mesas en las que se exponen numerosos libros y documentos. Todos consideraron que era importante estar presentes, reunirse y reunir a todas estas organizaciones.
La última mesa, titulada «Unir fuerzas contra la represión y el giro autoritario en Francia», reune a diputados de LFI, militantes de QG decolonial, una militante de NPA, un militante de Boussole Palestine, un estudiante de Ciencias Políticas de París y el filósofo Frédéric Lordon. Yessa Belkhodja, de QG décolonial, llama a participar en la marcha contra el racismo y la islamofobia y por la protección de todos los niños, el domingo 21 de abril en París: «una marcha que trae esperanza». Recuerda la última agresión a un joven por parte de la policía en Villiers-le-Bel hace unos días, y más en general la represión de los jóvenes. «Sobre Palestina, nuestros hijos son silenciados, con el miedo de que si hablan de ello serán acusados de apología del terrorismo».
Alto el fuego inmediato
Una estudiante de Ciencias Políticas habla en el mismo sentido: «Cuando hablamos de Palestina en Francia, nunca hablamos realmente de Palestina». Forma parte de un grupo de estudiantes que organizaron un encuentro por Palestina en Ciencias Políticas el 12 de marzo, un encuentro que fue objeto de un bombardeo mediático «odioso» y engañoso: «Queríamos tomar una sala de conferencias para hacer lo que Ciencias Políticas no estaba haciendo: denunciar el genocidio en Gaza y pedir un alto el fuego, que es el mínimo sindical para una universidad». «Hay resistencia de compañeros en todas partes, en Canadá y en Israel. Lo menos que podemos hacer en las universidades francesas es luchar a pesar de la represión». La militante por la descolonización Houria Boutheldja lee un texto conjunto de su organización: «Unidos contra los sionistas de izquierda». Cita a varias organizaciones, como el colectivo Golem, «cuyo primer acto fue criticar a LFI por no participar en la marcha del 12 de noviembre, ¡lo que significaba que los antirracistas se unieran a una manifestación racista!» Llama a todos los militantes presentes a participar en la marcha del 21 de abril «contra el racismo, la islamofobia y por la protección de todos los niños (…) porque es en el medio propalestino donde los judíos están más seguros».
Jérôme Legavre, diputado de LFI y miembro del POI, se congratula «de que el POI haya puesto sus locales a disposición de esta reunión» y alaba «el valor de hacer lo que hacéis en medio de esta atmósfera irrespirable que algunos imponen al país». A su regreso de la manifestación por el alto el fuego esa misma tarde en París, recuerda el carácter autoritario y represivo de Macron y su Gobierno, «que dividen y enfrentan a las personas», y dice estar «muy orgulloso de pertenecer a la única fuerza política que el 7 de octubre dijo ‘Alto el fuego, todas las vidas son valiosas'», entre aplausos de los asistentes. «Para nosotros, es una necesidad absoluta seguir pidiendo un alto el fuego total y permanente».
El diputado de LFI Thomas Portes insiste en el papel de los Gobiernos que «apoyan a Israel, que apoyan el capitalismo y en particular el capitalismo de Israel, con el comercio de armas». El Gobierno francés no ha tomado ninguna decisión para detener el genocidio. La movilización puede hacer que las cosas cambien»