Es evidente la desproporcionalidad en la denuncia pública sobre los muy graves hechos que ocurren en América Latina.
Por Adrián Fernández
En Chile en el último mes murieron más de 20 personas víctimas de la represión de Carabineros y militares; en Ecuador, en septiembre, cerca de una decena de muertos; en Bolivia, en apenas una semana fueron asesinadas 23 personas por el régimen de facto; en Colombia es asesinado un líder social cada tres días. Pero la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos denunció al Gobierno de Nicaragua por la detención de opositores.
El portavoz de la Oficina que comanda Michelle Bachelet expresó este martes en una conferencia de prensa en Ginebra, la preocupación de esa dependencia por la situación de los “derechos fundamentales” de los opositores al gobierno de Daniel Ortega.
Denunció que la policía mantiene cercadas una iglesia en Macaya y la catedral de Managua, en las que se encuentran personas que protestan por el encarcelamiento de manifestantes contra el Gobierno.
Agregó que las autoridades detuvieron e imputaron cargos graves a un grupo de opositores y urgió a las autoridades a respetar los derechos de todos estos individuos, según informó este martes la agencia informativa ONU Noticias.
“Nos inquieta mucho también que otro grupo de miembros de la oposición hayan sido detenidos por llevar ayuda humanitaria y que se les haya acusado de cargos delictivos graves”, dijo Rupert Colville, vocero de la oficina de Bachelet.
Los cargos que se les imputaron tienen que ver con tráfico de armas. La ONU interpretó que estas acusaciones pueden ser “un intento de sofocar la disidencia”. Según las informaciones de esa dependencia, “los detenidos serían 13”.
La semana pasada, la misma oficina de la ONU “advirtió” al régimen de facto de Bolivia –al que identificó como “las autoridades” sobre el uso desproporcionado de la fuerza. En el caso de Ecuador, sucedió algo similar.
En cuanto a Chile, una comisión de Bachelet trabaja desde hace 10 días en Santiago en absoluto hermetismo sin que se conozcan detalles de lo que ha detectado en este país, donde el presidente Sebastián Piñera. (sucesor de Bachelet) acaba de ser denunciado por su responsabilidad política en la militarización del país que provocó al menos 23 muertos.
No se trata de justificar ni esconder la situación en Nicaragua, corresponde conocer información oficial del Gobierno de Ortega sobre las muy graves afirmaciones de la ONU. Pero llama la atención la desproporcionalidad en la denuncia pública sobre los muy graves hechos que tienen lugar en América Latina, con pueblos que están siendo aplastados por los aparatos represivos de los Estados.
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1 Comment
Shicsherabo
Nov 30, 2019, 3:13 am
Que alguien le de una brújula a esta señora!!