Otro 25 de julio, pero diferente en Puerto Rico - Por Adrián Fernández
La fecha tiene una significación amarga para la historia de esta nación. Pero este día de este 2019 amaneció diferente.
25 julio, 2019
category: FORO DEBATE
El 25 de julio tiene una significación especial para la historia de Puerto Rico. Por caso, esta misma fecha de 1898 la isla fue invadida por Estados Unidos y comenzó un proceso de lo que hoy la ONU reconoce como una de las últimas colonias.
También un 25 de julio, pero de 1952, nació la Constitución del Estado Libre Asociado, estatus que implica ser parte de la potencia colonialista pero no acceder a los mismos derechos que sus ciudadanos.
También un 25 de julio, pero de 1978, se produjo el asesinato de Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví, dos jóvenes independentistas a manos de la policía y con la complicidad gubernamental, en el Cerro Maravilla.
Pero este día de este 2019 amaneció diferente. Registra por primera vez el triunfo de la mayor movilización popular que se haya visto desde mediados del siglo pasado y es, también, la primera expresión social que logra la caída de un gobierno en la Isla.
El detonante fue la divulgación de un chat privado del ahora exgobernador Ricardo Roselló con su círculo íntimo en el que hacen comentarios clasistas, machistas y homofóbicos, además de amenazas y posibles actos ilegales.
Si bien los Gobernadores de Puerto Rico son electos por voto popular, históricamente Washington está pendiente de las preferencias del electorado en la isla, no sólo porque ejerce control sobre la vida política, social, económica y comercial sino para garantizar, entre otras cosas, que el movimiento independentista no asome la cabeza.
De hecho, el caído Roselló era la cabeza visible de los sectores políticos y sociales que prefieren la estadidad, término con el que se identifica a quienes adhieren a ser parte de Estados Unidos.
Cuando asumió a mediados de 2016, Roselló (Partido Nuevo Progresista, PNP) convocó a un plebiscito en el que, en junio de 2017, el 97 % de los puertoriqueños que votaron se pronunció por ser el estado 51 de Estados Unidos.
Objetivamente fue una dura derrota para los independentistas y para el opositor Partido Popular Democrático (PPD), favorable a mantener el estatus actual de Puerto Rico, como estado libre asociado. Pero votó apenas el 20% de los habilitados.
En efecto, sólo dos de cada 10 electores aceptaron la invitación del gobernador para pronunciarse sobre el destino que quieren para la nación, 600 mil personas en total. Un plebiscito similar en 2011 cosechó más de 800.000 votos.
Es que para junio de 2017 la crisis financiera y social en Puerto Rico estaba dejando a la intemperie una realidad: un Estado en quiebra y recortes y ajustes sobre los sectores más desamparados y sobre servicios como educación y salud.
Desde que asumió, Roselló dijo que la estadidad permitirá a los puertoriqueños dejar de ser considerados ciudadanos de segunda categoría. No sólo no fue así sino que todo empeoró.
Lo primero que hizo Washington cuando el estado puertorriqueño se declaró en quiebra fue responsabilizar a sus autoridades por la mala administración de finanzas y fiscalizar el plan de ajuste sobre la población.
La llegada de Donald Trump al Gobierno de Estados Unidos profundizó el abandono. Tras el paso de los huracanes Irma y María, en 2017, que devastaron a la Isla, el desaire de la metropoli fue mayor.
Según el estatus actual, Puerto Rico pertenece a Estados Unidos pero no forma parte de ellos. Los derechos constitucionales estadounidenses no son extendidos automáticamente a todos los territorios bajo su control.
La crisis y quiebra fue el mayor ejemplo de lo que la isla significa para Washington. El Gobierno federal maneja la moneda, la defensa, las relaciones exteriores y la mayor parte del comercio.
Pero cuando Puerto Rico quebró, no hubo ayuda ni asistencia sino una «Junta de Supervisión Fiscal», formada en 2016 por siete miembros nombrados por el Presidente de los Estados Unidos y uno nombrado por el Gobernador, para controlar que se haga el ajuste.
La conclusión de los últimos cuatro años es que se agravaron los problemas económicos y sociales; aumentaron los niveles de pobreza del 45% hasta alrededor del 60 % de la población, según datos de la ONU.
Una reciente resolución del Comité de Descolonización de la ONU señaló que la Junta de Supervisión Fiscal ejerce poderes de control plenarios sobre varios asuntos que hace que «recrudezca la situación colonial del país».
Entre otras cosas, controla plenamente a funcionarios ejecutivos y legislativos elegidos del Gobierno de Puerto Rico en asuntos relativos a temas fiscales, económicos y presupuestarios, así como en todo lo concerniente a la reestructuración de la deuda pública.
Esto explica que, en las protestas de estos días, además de pedir la cabeza de Roselló, decenas de miles de manifestantes en esta nación exijan también la caída de la «junta».
Nadie en Puerto Rico afirma que esta histórica movilización popular que acabó con Roselló en la noche del 24 de julio (pese a que se hará efectiva el 2 de agosto) amplíe la base de los independentistas. Poco se habla de este asunto.
Lo que sí se lee y se escucha en estas horas de celebración y de nuevas marchas bajo la consigna «Somos Más» es que decenas de miles de jóvenes, adultos, trabajadores y estudiantes expresan el hastío de un sistema que achica el círculo con ajustes, recortes y abandono.
2 Comments
leandros@hotmail.com
Jul 25, 2019, 10:16 pm
Perdonen si les aguo la fiesta, pero para mi esto no es otra cosa que una revuelta servil de colonizados por cambiar de administrador colonial. Es el mismo camino de servidumbre estatolatrica, solo que en vez de ser desde arriba, votantdo, es dedes abajo, en las calles.
ameaxxi
Jul 26, 2019, 12:49 am
Muchas gracias por su oportuno comentario, estimado Leandro. Saludos cordiales.