“Que termine esta Argentina decrépita de la especulación”
Alberto Fernández dio importantes definiciones sobre su próximo gobierno a 12 días de asumir la Presidencia.
Ignacio Díaz – América XXI – (Foto: UIA)
@IgnacioDM
Como invitado central en la conferencia de la Unión Industrial Argentina (UIA), el presidente electo Alberto Fernández dio un discurso de fuerte contenido político en el que abordó puntos claves de su próximo gobierno.
Realizada en el predio de Parque Norte de la Ciudad de Buenos Aires, la conferencia llevó como título “Construir Consensos” e intentó acercar al presidente saliente, Mauricio Macri, con Fernández. Sin embargo, el próximo mandatario argentino decidió participar del evento por la mañana y distanciarse de quien dejará el poder el próximo 10 de diciembre.
“Llevamos 17 meses de caída de la industria y más de dos años de caída del consumo; ustedes son víctimas de los que nos pasa”, fueron las primeras palabras del presidente electo en el panel “La Argentina del futuro”. El diagnóstico es desolador para la industria nacional y Fernández lo recordó en su discurso: “Hoy la industria produce lo mismo que en 2006”.

Cierre de fábricas en Argentina, síntoma de la crisis económica.
Desde el escenario, el ex jefe de gabinete de Néstor Kirchner remarcó que “la industria alimentaria en Argentina utiliza el 50% de la capacidad instalada” y lamentó que el consumo de leche haya caído un 30%. “Éramos el granero del mundo y ahora usamos la mitad de lo que tenemos para poder producir”, reflexionó ante empresarios industriales del país.
Sobre el porqué de la crisis económica y social argentina, Fernández consideró que el gobierno de Macri “fueron cuatro años de especulación financiera, donde era mejor apostar a un bono que invertir, producir y dar trabajo”. “En el mundo de los especuladores pierden los mejores: los que arriesgan y los que trabajan”, agregó.
Apuesta al Consejo Económico y Social
En cuanto a cómo pretende tomar las decisiones de gobierno y generar consensos para el comienzo de su mandato, el presidente electo pidió “firmar un nuevo contrato social” a partir de la creación de un Consejo Económico y Social. Fernández quiere que esta estructura sea aprobada mediante un proyecto de ley y que involucre a dirigentes políticos, entidades empresariales, sindicalistas (el objetivo es que haya una central obrera unificada) y otras organizaciones sociales.
En realidad, durante la campaña electoral quien dio impulso a esta iniciativa fue el candidato Roberto Lavagna, ex ministro de Economía de Néstor Kirchner y de buena relación con Fernández. Por eso en estas horas el presidente electo busca que el propio Lavagna sea el presidente de ese Consejo, luego que rechazara ser ministro de Economía. Como medida para acercarlo al Gobierno, su hijo Marco Lavagna fue ratificado como próximo titular del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Se trata de un intento de ensanchar las bases de apoyo al gobierno entrante, en medio de una situación financiera que combina déficit primario, imposibilidad de cumplir con todos los vencimientos de deuda e imposibilidad de acceder a nuevos créditos internacionales.
El Consejo Económico y Social busca evitar que el costo de posibles medidas sociales antipáticas caiga únicamente sobre los hombros del nuevo Gobierno. “Estoy proponiendo pasar a la política que busca consensos para pensar un futuro. Estoy renunciando a mi capacidad de decidir solo para decidir entre todos”, explicó Fernández en la reunión de la UIA de este jueves. Luego, se explayó: “En esa mesa el debate es qué es lo que tenemos que hacer para que la Argentina se ponga de pie y vuelva a producir. Y allí todos tienen que hacer un aporte y comprometerse, entender que algo tendrán que dar y resignar, porque las cuentas fiscales quedan en un estado deplorable”.
Como última reflexión sobre este Consejo, Fernández afirmó que abre el juego “sin límites” y porque defiende una política “de puertas y cabezas abiertas”. “Buscamos un horizonte de crecimiento, de desarrollo, de producción, de trabajo, de educación y salud pública (…) Que se termine esta Argentina decrépita de la especulación”, arengó después.
Una región convulsionada
“Una mañana se levantaron y Chile estaba inundada de gente que no soportaba más. En Ecuador pasó lo mismo y ahora pasa en Colombia. ¿Cuánto tiempo más van a pensar que el ajuste es la solución de las sociedades? ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir creyendo que esta sociedad se arregla tirando por la ventana a 10 o 20 millones de personas? Es bueno que todos veamos lo que está pasando alrededor nuestro”. Con estas palabras el presidente electo introdujo en su discurso los temas de debate en América Latina.

Foto: Andres Masotto
“Algunos dicen que tengo un problema porque estoy rodeado de presidentes de la derecha y el continente se ha derechizado. No. El reclamo de Chile, de Colombia y de Ecuador es un reclamo progresista. El reclamo de Bolivia -más allá del golpe espantoso y vergonzoso que la OEA aprobó- es un reclamo progresista, todo eso es”, agregó luego.
Con esta postura Fernández, intenta ubicarse en una especie de “centro progresista” entre los gobiernos liberales de Brasil, Colombia, Chile o Ecuador y los gobiernos de izquierda de Venezuela o de Bolivia hasta el golpe de estado. No es un dato menor que haya calificado a las protestas en Bolivia como “reclamos progresistas”, en un implícito rechazo al intento de Evo Morales de encabezar un cuarto mandato presidencial.
En la política regional, uno de los ejes clave es el futuro del Mercosur, que el próximo jueves 5 de diciembre celebrará su cumbre anual en Brasil. El gobierno de Bolsonaro avanza hacia una apertura comercial que choca con la idea que tiene el próximo gobierno argentino. Tanto Brasil como Uruguay -donde asumirá el liberal Luis Lacalle Pou- promueven acuerdos de libre comercio, sea a través del Mercosur o por fuera del organismo.
Atento a esta situación, Fernández manifestó: “Que nadie entienda lo que digo como el deseo de vivir a puertas cerradas, de parar la importación. Pero que todos entiendan que no voy a traer camisetas de China, zapatos de Brasil o de China, bicicletas de Corea, para que nuestros productores sigan cayéndose. No lo vamos a hacer. Eso no es una economía cerrada. Es ser inteligentes, no marxistas”.
Inmediatamente después, el futuro presidente aseguró que profundizará el acuerdo con el Mercosur. “Que el Mercosur en la coyuntura tengas presidentes que piensan distinto no me hace perder de vista la importancia del Mercosur. Ninguna disputa personal que yo pueda tener me va a hacer poner a la Argentina en el lugar equivocado”, completó. En esa línea saludó la propuesta de Bolsonaro de “tener un vínculo pragmático para el Mercosur”. Brasil es además el principal socio comercial para Argentina.
“El Mercosur es la unión definitiva de pueblos para construir un mercado común que nos permita enfrentar el desafío de la globalización con otra fuerza”, definió por último Fernández, que no participará de la reunión del organismo, organizada cinco días antes de que asuma el Gobierno.
Deuda
El primer problema que deberá enfrentar Alberto Fernández son los crecientes vencimientos mensuales de deuda en pesos y dólares, así como la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que desde el 30 de octubre de 2018 le prestó al Estado 44 mil millones de dólares.
“No vamos a dejar que las obligaciones externas -que son muchas y que han sido acordadas de un modo delirante, porque pidieron mucha plata a pagar muy rápidamente- se lleven puesta a la industria, al trabajo y generen más pobreza y más desocupación”, prometió el mandatario electo ante la audiencia de la UIA. “Vamos a pagar el día que hayamos crecido, producido, exportado más y hayamos conseguido los dólares con los que tengamos que pagar nuestras deudas. Así va a ser esta vez”, completó con gesto firme.
De su discurso se deduce que la intención del próximo gobierno no es bajar reducir el monto de las deudas, sino renegociar los vencimientos extendiendo los plazos. “No quiero hacerle quitas a nadie”, agregó Fernández. Lo que se desconoce todavía es qué exigirán el FMI y su miembro principal (el gobierno de Estados Unidos) a cambio de esa extensión de plazos.

Trump tiene un rol clave en las negociaciones de Argentina con el FMI
Para llevar a cabo sus planes, Fernández tiene en contra los tiempos. “No sé cuáles son las bases sólidas que nos dejan. Yo siento que camino en un pantano”, dijo en otro fragmento elocuente de su discurso. Por eso, desde el comienzo buscará repartir responsabilidades mediante el Consejo Económico y Social. “No dejemos que la gente salga a la calle a decir ‘no damos más’. Abracemos a todos los argentinos que la están pasando mal y hagámoslos parte de la sociedad que queremos construir”, fue su mensaje. Y también la advertencia.
Sin embargo, reafirmó el optimismo por sobre las dificultades. “En Argentina hay esperanza: están seguros de que después del 10 de diciembre viene algo mejor. Y tienen razón, porque vamos a hacer todo lo contrario a lo que está pasando”, prometió desde la UIA el próximo presidente argentino.
Otras frases del discurso de Fernández
– “Hay un 20% de argentinos que difícilmente encuentren un lugar en la economía del futuro. Un lugar no es darles un plan social, es darles un trabajo, encontrarles un lugar”
– “Necesitamos de ese desarrollo tecnológico para competir en el mundo”
– “Yo le he planteado a mis amigos de la CGT (central obrera) -aunque no estuvieron muy de acuerdo- que también debemos revisar cómo es la lógica del funcionamiento paritario en el interior y en las grandes empresas. Tenemos que hablarlo sin vueltas.”
– “Quiero terminar con los personalismos en Argentina, no quiero un ‘albertismo’”
– “Entiendo que el desafío no es fácil, que hay un montón de problemas a resolver. Entiendo que el interior de la Argentina está reclamando ser atendido por los problemas que tiene para producir.”
– “Hay que construir para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) del interior regímenes impositivos distintos a los que tienen las grandes empresas”
– “El problema de que un chico del sur o del norte del país se eduque con la misma calidad que ese educa en la Ciudad de Buenos Aires no es un problema regional, es un problema de Argentina. No se soporta más vivir en un país donde hay un país central y uno periférico. Argentina es una y debemos desarrollarla toda.”
– “Algunos celebran que Argentina tiene reservas para seis meses. Yo me avergonzaría”
– “Este tiempo los ha empobrecido a todos. Acá todos perdieron, nadie ganó. Ni los bancos salieron favorecidos, porque los obligaron a ser otra cosa. Yo quiero bancos y banqueros que trabajen de banqueros, que tomen ahorro público y presten a tasas razonables para que alguien produzca o consuma”
– “La peor sociedad es la que premia a los que especulan. No podemos seguir ni un día más con esa lógica”
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