¡Sentido de pertenencia y bienestar colectivo! – Por Carlos Torrealba Pacheco
09 agosto, 2021
category: FORO DEBATE, VENEZUELA
¡Sentido de pertenencia y bienestar colectivo!
El 24 de julio del 2.021, conmemoramos doscientos (200) años, dos siglos de la Batalla de Carabobo, evento que encendió el farol de la luz gloriosa de la Independencia para nuestra patria, luz que se extendió con incontenible intensidad por la América, a tal punto que libertamos adicionalmente cuatro (4) naciones: Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador. El ejército venezolano en una demostración de heroísmo y de consciencia patriótica venció los Andes y llegó a caballo a los lugares más impensados y recónditos, por cierto, somos el único país en la historia de la humanidad que en vez de salir a conquistar, salimos a libertar, hecho que es una bandera universal y que no se difunde como debiese ser en nuestra patria.
La gesta libertadora de Venezuela, se hace más admirable, cuando para la época, la cultura imperante era y es el colonialismo invasor, hoy por hoy, éste sigue vigente y la invasión física de naciones, ha mutado a otras formas más sofisticadas de dominación, sojuzgamiento y avasallamiento de los pueblos; como es la asfixia financiera, congelamiento (robo) de capitales en bancos extranjeros y la usurpación (robo) descarado de la propiedad de activos, etc., tal y como sucede con la empresa petrolera venezolana CITGO, secuestrada por los Estados Unidos de América, en base a la barbarie y al chantaje de las armas del ejército más poderoso del mundo, igualmente su arrastrado aliado Colombia, el mayor enemigo histórico de Venezuela, se ha apoderado de la empresa procesadora de plásticos MONOMEROS, el Banco de Inglaterra se ha apropiado de TREINTA Y DOS (32) TONELADAS DE ORO VENEZOLANO , etc., así de la manera más vil y criminal somos desposeídos de nuestras grandes riquezas, a luz del día, ante los ojos cerrados de un mundo y de una opinión pública, digitada por los grandes emporios de la comunicación, que fungen como mercenarios, puntas de lanzas imperiales y los mayores defensores de los intereses del capitalismo e injusticia universal. Aparte de que la representación diplomática de muchos países, de manera cobarde, es incapaz de protestar semejantes tropelías por temor a que la bota y el cuchillo imperial, impunemente opriman y cercenen sus gargantas. Como hemos señalado es importante insistir hasta la saciedad, en que el latrocinio imperial tiene como mejor aliada la plataforma mediática universal que permite convertir “grandes mentiras en verdades y ocultar la realidad” para lograr la colonización mental y la anulación del pensamiento crítico, racional y lógico.
Cuando el Comandante Chávez, comenzó su gesta de denuncias y a solicitar justicia internacional en la Conferencias de la ONU, o en cualquier escenario multilateral internacional, buscando la unión y solidaridad de los pueblos, a manera de fortalecer una multipolaridad que pudiera contrarrestar los desmanes y crímenes de hegemonía imperial estadounidense y secuaces; muchos gobernantes del mundo, de manera tácita aplaudieron la valentía de nuestro Presidente y expresaron que había tenido el coraje de decir lo que ellos querían expresar, pero que por cobardía callaban de manera inmoral e impúdica.
Prosiguiendo con las enseñanzas del Comandante Chávez, rememoramos que consideraba, como en efecto es una gran verdad, que las luchas por la soberanía y la independencia son permanentes, pues ese concepto, no sólo se refiere a ganar batallas, pues abarca y se expande por todos los ámbitos del quehacer humano.
¿Para qué la Independencia?
Sí consideramos que la sociedad se define como: Un conjunto de personas que conviven y cooperan para lograr el bienestar común, luego, el fin teleológico de este concepto, al igual que el de la soberanía es el bienestar colectivo y para lograrlo debe articularse todo un aparataje, un sistema, un paradigma, un modelo que conlleve hacia ese objetivo.
A continuación esbozaré en sentido muy amplio, una serie de aspectos que considero esenciales para mejorar la ejecución gerencial del país, que indudablemente, son todos perfectibles:
Sentido de pertenencia
Sostengo que este concepto debe ser la base de sustentación de la estructura de cualquier Estado, ya que es indispensable para la exitosa ejecución de los proyectos que se emprendan.
Es increíble que un elemento fundamental, esencial para el Estado, como la idea que abordamos, en nuestro país no sea considerado con toda la importancia que comporta, ya que reviste, engloba la identidad, autoestima, el conocimiento de la historia, el arraigo a las costumbres, la idiosincrasia, etc. Por esa trascendencia, en cualquier parte del globo terráqueo la plataforma o base estructural de cualquier proyecto gubernamental, debe partir de que el factor humano se reconozca y se identifique con el mismo y con su colectividad, por eso pretendemos con estas reflexiones levantar una bandera para rescatar este concepto tan trascendental para ejecución de los objetivos tendientes a lograr el bien común de los pueblos.
Insistimos, en que la idea de pertenencia debe ser la base “sine qua non”, sin excepción de cualquier desarrollo social, ya que es la identificación del ciudadano con su esencia, sus raíces, ancestros, con su historia y su realidad, esto es tan importante, pues hablamos del ser humano y toda obra o ejecución, si no cuenta con su anuencia, estaría condenada de antemano al fracaso. La noción de pertenencia es fundamental para lograr nuestra independencia, que es un proceso permanente de superación y mejoramiento de todas nuestras actividades; hoy por hoy la independencia no se reduce como en el campo de Carabobo, hace doscientos (200) años a derrotar al ejército invasor español en el campo de batalla, hoy implica luchar por obtener la máxima soberanía en lo económico, político, tecnológico, ideológico, etc.
Independencia y colonización mental
El concepto de independencia y sentido de pertenencia, abarca por supuesto el umbral mental, que como en todas las manifestaciones del ser humano es determinante, especialmente en esta era de la comunicación en donde los poderes imperiales tienen como objetivo primario conquistar y colonizar la mente, por eso los invasores lo primero que tratan de extirpar en una población es el sentido de pertenencia y el arraigo a sus valores históricos, culturales y espirituales, ancestrales etc. Sí no estamos alerta, siendo acuciosos en la investigación y reflexionando constantemente las realidades que se nos presentan, pudiesen convertirnos los monstruos mediáticos en simples peleles o mamarrachos digitados por las cuerdas de sus directrices.
Parafraseando al Libertador Simón Bolívar, pudiésemos decir que el periodismo es en un privilegio extraordinario, realmente la comunicación social, la entiendo como un apostolado, donde desde una humilde trinchera, podemos tratar de aportar ideas, abrir caminos y reflexiones tendientes a buscar el mejoramiento de nuestra calidad de vida, nuestra soberanía, independencia, etc., conceptos que como hemos visto, en mi concepción tienen como objetivo el BIEN COMÚN, por tanto desdeño las exposiciones y ejercicios retóricos, ya sean orales o escritos, que se convierten en espejismos de verborrea inútil que nada aportan y sólo conllevan a pérdida de nuestro valioso tiempo.
Es necesario destacar el gran esfuerzo mediático que hizo el Comandante Chávez para rescatar nuestra historia, identidad, música, costumbres, cultura en general, etc, enseñanzas que deben acogerse como una política de Estado permanente, en este sentido hay que ser muy crudo y sincero señalando fallas gerenciales, ya que pienso que: “SI NO RECONOCEMOS NUESTROS ERRORES, JAMÁS LOS CORREGIREMOS”, ‘’ERRAR ES HUMANO, RECTIFICAR ES DE SABIOS”, la mayor enemiga de las sabias rectificaciones es la soberbia, prepotencia, el complejo de superioridad que se materializa en creer que todo lo que hacemos es correcto, por tanto, es necesario que el gobierno, permanentemente esté revisando sus actuaciones y haciendo las correcciones a que hubiere lugar .
Es inadmisible el exceso de música y películas extranjeras en nuestros medios, especialmente de países enemigos, música colombiana, vallenatos y para colmo producciones de todo tipo de ese país, como telenovelas, etc, igualmente la siempre incalculable penetración de la música y programas estadounidenses, lo peor del caso es que muchos de estos contenidos deifican y publicitan el uso de drogas y la descomposición social en general, lo que constituye, sin chovinismo alguno, una forma de penetración cultural y colonización mental, en este sentido la Comisión Nacional de Comunicaciones (CONATEL) que es el órgano que debiese controlar tan nocivos eventos, permanece inerte, lo que denota ineficiencia en el cumplimiento de sus funciones.
Sentido de pertenencia y educación
La idea de pertenencia debe inculcarse en los niños desde la más temprana edad, con las enseñanzas del hogar, por tanto el Estado debiera educar a los padres para la orientación psicológica de los niños. Luego la escuela, como crisol de actitudes, debe ser el germen para el desarrollo del orgullo de ser venezolano y por ende de la conciencia de la Patria.
Hemos notado con mucha preocupación que ejecutorias educativas nacionales audaces, como los programas de historia, geografía, etc insertados en los ordenadores que distribuye el Estado venezolano gratuitamente, denominadas “CANAIMITAS”, que se otorgan, incluso en muchos colegios privados, no cumplen con su objetivo de educar y orientar a los niños venezolanos, ya que por falta de supervisión y control gubernamental muchos colegios no siguen las directrices e instrucciones emanadas del gobierno.
Es importante señalar que el sentido de pertenencia es un término autónomo, relativo a la moral, es intrínseco y éste acompaña al individuo adonde se encuentre.
Sentido de pertenencia y corrupción
Cuando existe una verdadera identificación con los valores patrios, los criterios políticos de los funcionarios tienden a ser neutralizados, ya que el sentido de pertenencia está por encima de cualquier otra consideración y priva en las ejecutorias del funcionario el deber de cumplir cabalmente con sus obligaciones.
Pareciese algo extraño, pero la relación entre estos dos conceptos: sentido de pertenencia y corrupción, pudiera ser excluyente, no de manera absoluta, pues cuando hablamos de un hecho social no podemos ser tajantes, pero se supone que un patriota debe rechazar por convicción propia la corrupción, pues su moral le impide caer en semejante delito, es evidente que no hay mayor control social que la consciencia patriótica y ciudadana. Las convicciones propias impulsan al funcionario a aportar y realizar sus funciones lo mejor posible, de “motu proprio”, siempre teniendo por norte el bienestar colectivo.
Ilustraciones del sentido de pertenencia
Es importante para una mayor compresión ejemplificar, o presentar hechos tendentes a crear una mejor visión de lo se desea significar, así debemos rememorar la llamada “Semana de la Patria”, que se realizaba en Venezuela en la década de 1.950, y que consistía en eventos destinados a resaltar los valores históricos y culturales de Venezuela, además se efectuaban desfiles a la usanza militar de las escuelas y liceos, con la finalidad de exaltar los valores de la nacionalidad , en la capital se realizaban en la localidad caraqueña de Los Próceres, y también en los estados del interior del país, esto contribuía, sin lugar a dudas, a que los jóvenes se identificasen con los símbolos y valores de su país, esa fue una buena idea que se diluyó en tiempo y que habría que retomar, máxime cuando una de las banderas del gobierno es la unión cívico-militar.
Es importante destacar como el sentido patriótico por falta de formación y conciencia se pierde. Aprovecho para referir que en un viaje que hice a la República Argentina, acompañado de mi esposa en el año 2.012, charlando con un taxista argentino acerca de nuestro país, nos refirió que éramos los únicos venezolanos que le habíamos hablado bien de Venezuela, eso fue para nosotros una clarinada del valor del sentido de pertenencia que había que desarrollar en nuestra patria, y lo peor del caso es que muchas de las personas que viajaban en ese entonces, eran subsidiadas por el gobierno, con dólares preferenciales, ya que la política del Estado era una mejor distribución del ingreso y llevar el mayor bienestar posible al pueblo, no obstante, esto se pervirtió por la acción de los estafadores y explotadores de siempre y por carencia de controles gubernamentales. La estafa a la Nación consistía en que los mafiosos, muchos de ellos banqueros, contactaban gente humilde, les compraban los dólares que les correspondían a los efectos de viajar, quedándose los bribones con la mayor parte de la divisa asignada a la persona, el fraude también incluía, facturación sobrevaluada o inexistente registrada en Tarjetas de Crédito del beneficiario, para erogar el cupo o cantidad en dólares que se le asignaba etc., así lograron perpetrar un desfalco gigantesco al Estado venezolano.
En conclusión, la identificación con un país, a una nación, a un terruño a una Patria es el mejor muro de contención al robo y a la corrupción en la Administración Pública, es un acto autónomo, pues está dentro del propio individuo, en sus convicciones, a tal punto de que sí las transgrede estaría actuando contra sí mismo y ello le pudiese acarrear incluso traumas psicológicos. Todo lo expuesto hace que el sentido de pertenencia sea la mayor garantía para la ejecución prístina y transparente de la gestión pública.
Sentido de pertenencia y traición a la Patria
En otras oportunidades he referido mi apreciación de que: “VENEZUELA ES UN PAÍS DE GRANDES LIBERTADORES, PERO TAMBIÉN DE GRANDES TRAIDORES”, ello es tan cierto, que en los inicios del año 1.800, a raíz de la toma de España por el Emperador Napoleón Bonaparte, el cual nombró a su hermano José Bonaparte (Pepe Botella) como Rey de España, en sustitución Fernando VII, la reacción en Venezuela, en respaldo del Rey depuesto, fue la creación de la “Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII”, además aunque es poco sabido, las huestes “realistas”, no estaban conformadas mayoritariamente por nativos de la península, eran básicamente constituidas por nacionales confundidos y manipulados: llaneros, negros, pardos, etc, esta confusión y manipulación fue abortada por el genio político del Libertador Simón Bolívar, el cual mediante el Decreto de Guerra a Muerte del año 1.813, logró definir con claridad los dos bandos, fortaleciendo de manera considerable las tropas nativas o patriotas.
Venezuela a raíz del Pacto de New York, firmado en 1.957, mal llamado Punto Fijo, que fue el fundamento de la llamada IV República, encabezado por los partidos Acción Democrática (A.D), Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), el cual consistía en la entrega incondicional de la Patria, mediante la máxima obediencia a los designios de los Estados Unidos de América, de allí que se transformó en un Estado Procónsul de USA, por más de cuarenta (40) años, luego la penetración cultural y la colonización mental fue tatuada de manera indeleble en un sector de la población, es por ello que una vez que triunfa en 1.998, la Revolución Bolivariana ese grupito de “viudas de la IV República (adecos y copeyanos)”, de inmediato dirigieron suplicas a su amo estadounidense, a manera de que derrocase el gobierno bolivariano, llegando al extremo que personeros traidores a la patria como: Juan Guaidó Márquez, en una bufonada criminal y grotesca en el 2.019, con el apoyo del Ex-Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y un grupo de países incondicionales de USA, se juramentó en una plaza pública, óigase bien como: “PRESIDENTE INTERINO DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA”, lo que ha permitido a un gobierno inexistente, conformado por una banda de forajidos, saquear y robar a la luz del día una cuantiosa millonada en oro y dólares de nuestra Patria, además del traidor mayor, no menos bastardos y felones han sido: Leopoldo López, Lilian Tintori, María Corina Machado, Henry Ramos Allud, Julio Borges, etc., ya que todos ellos han clamado “ad nauseam”, hasta lo último por una invasión a la Patria, para gobernar sobre la sangre de los patriotas y las cenizas de nuestra Venezuela. Cuando calificamos a esta piara de “nativos” de Venezuela como traidores a la Patria, lo hacemos con todo conocimiento jurídico, para ello basta señalar entre otros el Artículo 129, del Código Penal Venezolano vigente, que consagra textualmente lo siguiente: EL QUE DENTRO O FUERA DE VENEZUELA, SIN COMPLICIDAD CON OTRA NACIÓN, ATENTE POR SÍ SOLO CONTRA LA INDEPENDENCIA O LA INTEGRIDAD DEL TERRITORIO DE LA REPÚBLICA, SERÁ CASTIGADO CON LA PENA DE PRESIDIO DE VEINTE A VEINTISEIS AÑOS.
CON LA MISMA PENA SERÁ CASTIGADO QUIEN SOLICITE GESTIONE O IMPETRE EN CUALQUIER FORMA, LA INTERVENCIÓN DE UN GOBIERNO EXTRANJERO PARA DERROCAR AL GOBIERNO VENEZOLANO”. Las negrillas, mayúsculas y subrayado es nuestro.
Sentido de pertenencia y lealtad
El sentido de pertenencia es el sentimiento y amor por la Patria, es la lealtad y el deseo del bienestar de la Patria, es compromiso con ella, no es en ningún caso prohijar o apoyar acciones y políticas erróneas del gobierno, el sentido patriótico por el contrario obliga a denunciar todo aquello que sea nocivo al país, a manera de que se tomen las medidas correctivas necesarias, esto denota, simplemente que el patriotismo no implica el apoyo incondicional a las medidas del gobierno, todo lo contrario tiene que ser un contrapeso para lograr subsanar los errores en que cualquier gestión humana puedan incurrir.
Conclusiones
Como no existe, si me permiten, el neologismo “ pertenenciómetro”, es decir un instrumento que pueda medir este sentido o identificación de las personas con su patria, que se refiere a la moral que es autónoma e intrínseca del individuo, hacen falta por tanto, para garantizar una buena gestión administrativa exitosa los controles externos o heterónomos del derecho, es decir el control gerencial y las medidas punitivas establecidas, que son la base indispensable para lograr los objetivos y metas de la Administración.
Finalmente, como complemento a este artículo, presentaremos las reflexiones que denominamos “VENEZUELA CLAMA POR CONTROLES”, en donde expondremos una serie de alternativas y recomendaciones para potenciar los controles administrativos en nuestro país, pues consideramos que es una falla estructural endémica, la cual requiere para ser subsanada tomar plena consciencia de ella y realizar modificaciones profundas e importantes en el sistema administrativo y jurídico.
Esperando como siempre que estas apreciaciones y propuestas puedan recalar algún día en campo fértil y germinar, me despido de mis dilectos lectores con mi frase de lucha:
‘’ARAR NUNCA ES MALO, AUNQUE SEA EN EL MAR”
Imagen: Mural del Bicentenario – Foto: Luis Zulueta
Lee más noticas como esta aquí.
Suscríbete a nuestro Boletín Semanal.